El hombre iluminado

The illuminated man

[Foto y texto: Duane Michals]

“La realidad no me interesa en absoluto. Prefiero vivir en un mundo irreal, me parece más estimulante. Nunca me ha interesado la calle, no creo que ahí afuera ocurra nada atrayente. A mí, sobre todo, me interesan las emociones y los sueños. Lo que pasa en la calle actualmente es demasiado estúpido como para prestarle atención”.

Explícanos qué es lo que a ti te ilumina, te inspira o te fascina. [100 palabras aproximadamente]

6 thoughts on “El hombre iluminado”

  1. Hay una cosa en esta vida que siempre me ha motivado, a la que he sido fiel y que me ha iluminado hasta el día de hoy. La música.
    En los momentos en los que no tenía nada, en los que pensaba que lo había perdido todo, fue lo único que me motivaba. Con el canto, la guitarra y la percusión he conseguido hacer mis propias creaciones perfeccionando la técnica día a día.
    Tanto en mis enfermedades físicas como en las emocionales, la música me ha ayudado a ver que hay una salida. Cuando canto ya no me duele nada, me olvido de todo y sólo somos mi guitarra y yo, y me doy cuenta de mi capacidad de creer en algo y conseguirlo.
    Pero lo que me ha ayudado a darme cuenta de mi espíritu de superación, mi verdadera fuente de toda inspiración, es mi familia. Sin todos y cada uno de ellos no sería lo que soy ni estaría donde estoy.
    Para mí es fundamental el apoyo incondicional que me han dado y les estaré eternamente agradecida, porque han hecho que me dé cuenta de lo que soy capaz.
    Porque detrás de todo talento tiene que haber una buena base y ellos son sin duda, el centro de todo.

  2. Lo que más me apasiona es desaparecer, como una estrella fugaz de la ciudad, de la contaminación, del dichoso ruido, del estrés que te lleva en ocasiones a la desesperación. Ir a un lugar donde reine la armonía, donde mi olfato pueda alcanzar el rastro de un pinae o mi oído pueda llegar a oír una brisa, un riachuelo o el lindo cantar de los pájaros. Una vez allí, darme el capricho de escoger con la mirada el lugar mágico donde sienta que más en armonía voy a estar. Sentarme cómodamente, cerrar los ojos y respirar profundamente hasta mi yo interior. Ese momento, para mí, es lo que más me ilumina: estar en ese estado de relajación absoluta, sin ninguna prisa, consciente de dónde me lleva cada segundo mi aliento y sobre todo, sentir como mi ser se concentra en mi corazón y permanece allí en silencio. Para mí, no tiene precio, todo lo demás puede esperar.

  3. Me ilumina despertarme un día libre de trabajo y desayunar con calma. Degustar los sabores de un té recién hecho, unas tostadas con aceite y un plato de fruta cortada. Salir a la calle con mirada inspiradora y empaparme de los colores de los balcones, fachadas y calles. De la diversidad de gente que existe y que hoy se cruzan ante mis ojos. De ser capaz de mirar con mirada cómplice a las personas, haciéndoles notar que hoy ellos son especiales. Porque con solamente una sonrisa somos capaces de transmitir humanidad. Me inspiran y me impulsan personajes o personas que tengo en mi vida, la música en su sentido más general, me impulsa la fuerza del amor y la generosidad de quien lo recibe, las ganas de vivir y los sueños por conquistar.

  4. Podría decir que si fuera una casa, me fascinaría el interiorismo. La introspección es un aspecto de mi vida en el cual me gusta fijar algo de mi tiempo. Hace unos años, cuando leí fascinado uno de los libros del escritor estadounidense Dale Carnegie -por cuya obra siento una profunda admiración-, descubrí varios conceptos sobre cómo podía mejorar mi pensamiento, aumentar la calidad de vida y tomar perspectivas diferentes a los conflictos diarios. Mencionaba brillantes filósofos como Platón y Sócrates. “Una vida sin reflexión no merece ser vivida”, afirmó este último. Grandes pensadores, empresarios y poetas aparecían reflejados en un estudio de crecimiento personal, valentía, tenacidad… Otros escritores como Napoleón Hill o Joaquín Lorente me han inspirado y me ayudan a conocer mejor quién soy y a definir qué objetivos marcarme a corto plazo.

  5. ocurre a veces, solo a veces
    se pierde mi mano en el infinito
    y te busca

    si roza un segundo tu piel, se ilumina el alma
    mi rostro dibuja una sonrisa
    y se hace la luz

    nacen el día y la vida
    nace el amor, el corazón y su latido

    instante feliz

    ocurre a veces, algunas veces

  6. Cuando hace un día bonito me gusta dar paseos cortos por la ciudad. Casi siempre, cuando puedo, voy al parque del barrio. Ese espacio me inspira y me anima a escribir pequeños textos. Observo cómo los jardineros cuidan con mucho cariño la vegetación: me gusta ver su gran verdor y cuando respiro huelo a fresco. Eso hace que me ilumine, porque en los barrios hay pocos parques donde poder sentarse y admirar lo que nos rodea. Lo que realmente me fascina es que la vegetación pueda resistir la contaminación de nuestra ciudad.

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