Efemérides

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Un emperador romano, de nombre Constantino, dejó de ser constante un veintidós de marzo, muchos muchos años antes -claro, qué bobada- del día que nacimos. Somos gemelos mi bro y yo.También otro día así de igual se casó de segundas Fernando el Católico, que era un frescales. Nació también en estos finales de marzo un pintor, Van Dyck, que era muy bueno, pero al final quedaron su fama y su vida ensombrecidas por las de otro pintor, más flamenco aún. Y el pequeño de los hermanos Marx, esos cómicos que no me gustaban ni un poco y sería, digo yo, porque no los entendía; la peste aparece en París ciento treinta y tres años antes que yo y los Beatles más tarde publican su primer álbum: Please Please me. Otra pena de coincidencia porque esos cuatro tampoco fueron nunca de mi devoción. También me dicen que soy coincidente con Matthew Modine, un actor al que ahora mismo no le pongo cara ni película. ¡Ah!, y de un mimo, Marcel Marceau, Ya ves, un mimo…con lo que yo hablo. En fin, no mucho que destacar, aunque es un día mundial, el del agua. Aunque a mí me gustaría que fuera menos líquido y más contundente: el día del fin de los tiranos.

Las efemérides del día de tu aniversario. Texto de extensión libre.
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6 thoughts on “Efemérides”

  1. EFEMERIDES

    Voy a escoger dos fechas y os relato, ¿Por qué? La primera es el día que nací, el 18 de enero del 1962. Hasta el día de hoy han pasado años, en los cuales he dejado huella. Con lo bueno y malo que he hecho; en el balance del tiempo considero que han sido cosas más buenas. He compartido con personas momentos muy buenos como el nacimiento de mis hijas. Sin olvidar que de malos también los ha habido y espero que no se repitan en el transcurso de los días futuros. La segunda fecha es el 7 de abril del 2004: unos días antes sufrí un infarto, 29 de marzo y en consecuencia quedó el corazón a un diez por ciento de funcionalidad, lo cual era imposible seguir adelante. Los médicos, al día siguiente, me notificaron que había que hacer un trasplante, piensas en todo lo que viene encima es decir, “que estás listo.” El medico nos alivió con sus palabras, tranquilo y seguro y siempre diciéndonos la verdad. Reaccioné con tranquilidad intentando que mi mujer no padeciera. A partir de ese día, poco o nada recuerdo: indujeron el coma hasta la llegada de este órgano tan preciado que necesitaba. Me pusieron en “código cero” ese 7 de abril. Me realizaron el trasplante y hoy estoy relatando mi efeméride de este día, porqué si no hubiera sido por ese donante anónimo, nada más podría haber compartido.

  2. Nunca me había parado a pensar que el mismo día en que mis ojos vieron la luz por primera vez, podía ser un día importante, una fecha en la que una serie de acontecimientos, más o menos curiosos, habían tenido lugar en sitios muy dispares, en distintos años y con personas muy variopintas. Que todavía hoy y en el futuro puede ser un día, curioso o especial, para alguien, porque, el día que nací, es un día importante.
    Algunos pensaran, ¿qué tiene de especial ese día? Pues tiene de especial que, en un día como ese, nacieron algunos personajes famosos como el cineasta Sidney Pollack, el atleta Carl Lewis, Diana Frances Spencer, Princesa de Gales… Otros nos dejaron para siempre como Michael Landon y Marlon Brando, actores estadounidenses, Mario Cabré, torero y poeta español, Juan Domingo Perón, presidente de la Argentina… Pero también hay acontecimientos curiosos: la prohibición de las bebidas alcohólicas en 24 Estados de EEUU, la entrada en vigor del carnet por puntos-que a muchos les ha hecho poner el freno-, aparece el personaje de dibujos Popeye, al que hay que agradecer la cantidad de espinacas que consiguieron hacer comer muchas madres a sus pequeños, con la ilusión de tener tanta fuerza como el singular marinero, y en 1929 aparece un hecho histórico: las rebajas de verano.
    ¿Quién dice ahora que el día que nací no es importante? Pero también es importante el tuyo, que lees estas líneas, y el de tu amigo, vecino o compañero, y el de cualquier otro ser humano de este mundo, porque todos, aunque no salgamos en los libros de historia, formamos parte de ella. Todos hemos escrito nuestra propia historia y seguro que dentro de un tiempo, cuando nuestros ojos ya se hayan cerrado para no abrirse más, alguien recordará algo que hicimos o dijimos en un momento dado, dejando tras nosotros la huella de que un día estuvimos aquí; solo por eso, el día de nuestro aniversario es “UN DÍA IMPORTANTE”.

  3. 13 de abril, un gran día. En 1974 nací yo. Me ha impactado mucho saber que en el año 584 un tal Hermenegildo fue decapitado por su padre, al no querer cambiarse de religión; por suerte estas cosas a día de hoy no suceden. Y cómo no, me ha alegrado muchísimo saber que en el año 1952 el FCB se proclamó campeón de la liga española de fútbol. Quién iba a pensar que seguirían en lo más alto a día de hoy. Es realmente sorprendente la variedad de hechos que sucedieron en 13 de abril.

  4. Mi abuelo nació hace 77 años y yo hace 33, pero aún nos faltan 92 días para cumplir nuestras edades. En 1814, Fernando VII restablece la Inquisición en España coincidiendo con el día de nuestro aniversario, pero casi dos cientos años antes. España gana la Eurocopa al derrotar a la URSS por 2-1 en el 1963. En el 1982 nace el príncipe William de Inglaterra. En el 1993, el Estado español adquiere la colección privada de pintura del magnate Thyssen por 350 millones de dólares. Hay muchos sucesos que coinciden con nuestro día de nacimiento. Me quedo con el mejor suceso del año: el solsticio de junio. Comienza el invierno en el hemisferio Sur y es el día más corto del año. Aquí comienza el verano, 21 de Junio.

  5. 2 de Noviembre, mi cumpleaños. Año tras año se celebra, en esta fecha especial en Suramérica, un día en el que las familias se reúnen para ir a la iglesia y después de un par de horas de misa, se dirigen al cementerio a dejarle ramos de rosas a aquellos familiares tan queridos que ya no están con nosotros. Esa fecha es el 2 de noviembre, día de los difuntos.

  6. El fin de semana pasado leí un artículo de Maruja Torres en el que confesaba la periodista que, cuando está falta de inspiración, “estéril”, como dice ella, acude a la red a buscar algún hecho histórico que ocurriera en la fecha en la que aparecerá su publicación. Una idea muy recurrente, pensé. Cuál no sería mi gozo entonces cuando vi que la nueva entrada del blog trataba sobre las efemérides, y cuánto se iría el mismo al garete cuando descubrí que nada que me conmoviera especialmente había ocurrido el mismo día que yo nací. Me dio por pensar entonces qué podría yo hacer para que tal día de julio pasara a la posteridad… La ausencia de genialidades en mi persona me hizo llegar a la conclusión de que lo único muy remarcable que podría yo hacer para pasar a la historia sería alguna maldad, alguna pero que muy maléfica. Evidentemente lo descarté, pero me sirvió para mi solaz dominguero.

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