[Foto de sophiem, en Flickr]
Laura no quiso decirnos por quién brindaba ella y se refugió en un brindis “por todas nosotras”; fue un golpe seco, un globo que explota, un silencio tremendo. Solamente faltaba su nombre para completar la magia de esa noche de desenfado y confesiones. Aunque la verdad es que todas temíamos que no tendría el valor ni el coraje suficientes para plantarle cara al año nuevo, para desafiar al mundo. Una cobardica asquerosa. En mis deseos para el año que empieza, cadena perpetua para los traidores.
Tu microrrelato de Año Nuevo. ¡Anímate!
[Foto: Iko]
ANNA, LA LUNA.
Esta noche la luna esta hermosa- pensaba Anna, sentada en su sofá verde; se preguntaba por qué se encontraba tan sola y a la vez tan llena un viernes por la noche.
Tras el cristal, se podía contemplar la luna, imponente ante la noche. Grande, redonda, su luz iluminaba toda la oscuridad que había en la ciudad. Sentada frente a su ordenador, ojeaba una y otra vez la página de inicio del Facebook,buscaba una razón de peso para acabar acostándose a las tantas de la madrugada con algo en que soñar… pero no había nada, ni un mensaje, ni un aviso, nada; suspiraba en silencio y pensaba en levantarse a liarse un cigarrillo, pero no lo hacía, hace años que lo había dejado…
Quizás una copa de vino… no, mejor aún… llamaría a su amigo Daniel, que estaba trabajando en el turno de noche del hotel y así se le pasaría un poco la tristeza…Mañana será fin de año y me siento con un triste sabor de boca…; para su suerte, el teléfono comunicaba, así que no le quedó más remedio que volver a la cama, sentarse enfrente del ordenador, esta vez completamente en blanco. Anna empezó a hacer aquello que mejor se le daba y empezó a teclear hasta que ya no pudo parar.
Sin saber en qué momento de la noche había perdido completamente la noción del tiempo, Anna se incorporó y dio un último vistazo a su relato. Finalmente lo había terminado.
Se acaba el año, y siguen arrastrándose como cualquier otro día.
Tanto se arrastran, que dejan en el suelo los restos de sus cerebros; que con las prisas van siendo pisoteados por los consiguiente viandantes.
En ese despojo, se pueden divisar restos de próximas recetas navideñas, regalos que nunca aparecerán y alguna que otra cita incompleta.
Acaba la jornada siendo barrida por la señora de la limpieza, que como tantos otros transeúntes, con tanto ajetreo sigue arrastrándose.
¿Quién limpiará los pedazos de ésta?
La melancolía está en mi corazón, recuerdo estos momentos de años atrás. Siempre enamorada de mis amores, siempre rodeada de risas y copas llenas de ilusión. Con brindis y promesas de un año mejor. Solo faltan minutos para el brindis de año nuevo – no hay marcha atrás- y estoy muriendo en mi soledad. Pero …¡aleluya!, el milagro se realizó: ya estamos en 2011, me siento renovada, estoy viva y feliz, la alegría me invade. Estoy creciendo, soy “la mejor”, estoy llena de fuerza y amor.
Lo mejor está por llegar, y doy gracias por todo lo que siento dentro de mí.
Brindemos, TÚ y YO por todos nuestros males solucionados, pues este es el año en el cual nuestras vidas se resuelven, tras los conflictos de los últimos tres años vividos, luchando, sacrificando y amándonos. Brindo por la vida, por el esfuerzo que cada persona hace para ver cumplidas sus metas. Brindo por el que, aun siendo su vida difícil, se levanta cada día con esperanza y alegría; aquel a quien la gente ha crucifijado por su aspecto, sus creencias y pese a todo, sigue adelante. En definitiva, brindo por la humanidad entera, ya que todos tenemos derecho a ser felices y obtener algo de paz en nuestras vidas.
Brindo cada día por la familia que tengo. Por los valores y el respeto hacia los demás que mis padres me han inculcado. Por los verdaderos amigos, que en el largo camino de espinas, he encontrado. Por amanecer cada día con el amor de todos ellos. Por todo lo que me queda por vivir. Por los muchos objectivos por conseguir. Seguiré luchando y llegaré al final de esa meta. Por eso al celebrar la entrada del nuevo año, en mi copa había dos anillos. Uno con la figura de un búho, que me regaló mi madre. El otro tiene un significado muy especial- regalo de mi amiga del alma. La que me da las broncas todas las mañanas, pero me quiere de verdad.
Por todos ellos brindaré todos los días. Soy afortunada por tener lleno el corazón.
Chin chin,
pompas de jabón,
cuentas de un collar,
burbujas de champán
Chin chin
vaho en el espejo,
calor caliente en el hogar,
humo de café, hoja de papel
Chin chin,
nuevas ilusiones,
un sin fin de pequeñeces,
caminos que recorrer
Chin chin,
brindo por esto
y por mucho más
felicidades
¡Que no llego!, toda la santa noche mendigando su llamada y justo ahora que me decido a tomar las uvas con mis vecinos, suena el teléfono.
¿Cómo estás?, jodida, pienso por dentro, pero mis labios articulan un poco convincente, muy bien. No he podido venir, ya sabes, los niños, María, la familia, son fechas señaladas, el próximo año lo arreglo. Bla, bla, bla, el mismo cuento de cada año. ¿Cuándo aprenderé?, vuelvo a preguntarme en silencio, mientras le digo que lo comprendo. Te dejo, me dice, están a punto de sonar las campanadas.
Abruptamente cuelga, de nuevo siento la soledad, cruzo el umbral y llego a tiempo de brindar acompañada. Mientras brindamos, me prometo que el próximo año no me volverá a pasar…
Es el día en el que todo se viste de especial. Nuestra ropa lo es, los detalles de nuestra mesa también, las personas con las que lo compartimos ese día se vuelven aún mas especiales, las horas pasan con conciencia y todo se tiñe de un color mágico…
Y de repente llega el brindis y junto a él el precipitado e inevitable deseo para el año nuevo! Lo medito con prisas.. y finalmente lo entiendo. No pienso en un deseo sino que voy a hacerme un propósito; el que cada día sea especial como hoy. Que no pase ni un solo momento que no quiera recordar, bueno o no tan bueno, e intentar apreciar lo pequeños matices que la vida nos brinda sutilmente y a cada instante. Quiero ser capaz de ver cada día las mismas cosas y sentirlas diferentes. Eso si es un milagro…
No, no voy a desbancar la noche del brindis, pero todos los demás días van a tener para mi nombre y apellidos. Como nuestro querido 31.
Ánimo a todos y Feliz Año 2011!
Me levanto como otro día cualquiera, pero al rato recuerdo que este es el último del año.
Empiezo a ponerme nerviosa por lo que voy a ponerme; llevare vaqueros o elegiré ese vestido ceñido que casi no me deja respirar, pero que sin embargo me hace parecer una princesa. No importa, me ponga lo que me ponga me sentiré feliz, puesto que hemos superado otro año más.
Abordar ahora esas horas que me quedan hasta las 12 de la noche: tensión, corredurías de aquí para allá; se acerca el momento 3, 2, 1, ya, las doce y un minuto; brindis, abrazos y besos para todos.
Qué lastima, tantos nervios y tanto correr para que luego pase tan rápido. El año que vine será diferente; eso lo digo todos los años.
Feliz año nuevo para todos.
Una vez más llega la noche de fin de año. Una noche de fiesta para unos, de reunión y encuentros para otros. Noche de tristeza, ilusión o esperanza… todo depende de las circunstancias de cada persona.
Este año, cuando se acercaba el momento de las doce campanadas, hice un recorrido rápido de mi vida. Pensé en todas esas personas que se han quedado en el camino, en aquellos que un día formaron parte importante de mi vida y se alejaron poco a poco sin saber por qué y entonces un nudo se hizo en mi garganta y las lágrimas se agolparon en mis ojos. Pero entonces miré a mí alrededor y vi a mis hijas, a su padre, a mis yernos y nietos. Me di cuenta de que, a pesar de que ha sido un año muy duro y que el que está a punto de empezar no pinta mucho mejor, soy afortunada.
Tengo un gran tesoro: pocos, pero buenos amigos, una familia y una vida por vivir. Motivos suficientes para luchar por nuevos sueños, metas o retos. Por eso cuando sonó la última campanada, miré a todos, sonreí de nuevo, levante mi copa y brindé: ” FELIZ AÑO NUEVO”.
Para todos los que componéis este blog:
FELIZ AÑO NUEVO.
Es triste ver como este año hay tan pocas entradas en el blog. Me gustaría poder hacer llegar una nota de motivación a todos aquellos que tienen la oportunidad de poder escribir en este espacio.
Aprovechad la oportunidad que se os brinda: es bonito escribir y leer lo que otros escriben.
Pepi Núñez
Apenas faltaban unos segundos para que las campanadas anunciaran
estruendosamente la llegada del nuevo año.
Mi mente repasó rauda los acontecimientos vividos en el año que dejábamos…
Tu recuerdo pasó fugaz y cerré los ojos un instante. Giré la cara discretamente
hacia un rincón y una humedad incipiente se apoderó de mis ojos.
Cuánto deseaba compartir contigo ese momento, pero, a veces, la vida
se confabula para ponernos a prueba.
Tu ausencia me hizo más vulnerable.
Y sin embargo me vanaglorio de ser más fuerte ahora.
Porque ahora sé lo que es AMAR y te lo debo a ti.
¡Nang, Nang,…! Y así hasta doce veces sonaron.
En mi corazón sonaron unas palabras llenas de sentimiento:
¡FELIZ AÑO NUEVO, estés donde estés,
te lo deseo con todo mi amor!
¡Otro año más!¡Brindemos!
A Manolo, de 75 años y desde hace 8 viviendo en la calle, lo desahuciaron de su piso en la época de la especulación de terreno de la burbuja inmobiliaria. En esta noche tan especial se encuentra refugiado en el cajero automático de la Caixa de plaza Cataluña. Se han podido colar antes de que lo cierren: hoy ha habido suerte y no han venido a echarlos. Está celebrándolo con su compañero de calle y fatigas Mgdele, de Camerún, que se jugó la vida pasando el estrecho y vive, -es una manera de hablar-, tirado en la plaza, vendiendo ceniceros hechos de latas de la basura.
Hoy han podido llenar el estómago porque fueron temprano a la Casa de la Misericordia de Paral·lel, que estaba a rebosar.
-¡Brindemos!¡Feliz Año!-se dicen mutuamente brindando con un par de tetrabricks de Don Simon.Hoy dormiremos calientes.¡Y tenemos hasta vino para celebrarlo!
Al igual que todo el mundo intentan inundar las penas en alcohol, para poder sobrellevar el nuevo año que vendrá igual de duro o peor que el anterior; pero… la esperanza es lo último que se pierde.
¡FELIZ NAVIDAD!¡Y FELIZ AÑO!