[El País, 15-2-2013, Alicia Rivero/Rodrigo Fernández]
Mientras todo el mundo estaba este viernes pendiente del asteoride 2012 DA14, que está pasando cerca de la Tierra esta noche, otra roca celeste entraba en la atmósfera unas horas antes, de modo completamente imprevisto y provocando más de 500 heridos en la provincia de Cheliábinsk en los Urales, y alrededores. En la zona hay una central nuclear y un centro de tratamiento y almacenamiento de residuos atómicos. Si fue una casualidad, como se inclinaban los expertos, ha sido una tremenda casualidad. También se se ha barajado la posibilidad de que ambos objetos celestes (el asteroide de unos 50 metros de diámetro y el meteorito de 15) estuvieran relacionados y que el meteorito fuera una pequeña roca desprendida del asteroide. Pero en tal caso habrían llevado el mismo rumbo en el cielo y no parece que fuera así. La NASA lo ha descartado hoy, aún con datos preliminares: “La trayectoria del meteorito que ha caído en Rusia es significativamente diferente de la trayectoria del asteroide 2012 DA14, lo que significa que se trata de objetos que no tienen ninguna relación”.
En la madrugada, a las 4.23 (hora peninsular española), un destello de fuego sorprendió a los habitantes de la región de Cheliábinsk. Un total de 571 personas resultaron heridas, 34 de las cuales precisaron hospitalización- con dos de ellas en estado grave-, según el Ministerio de Salud ruso. Las autoridades locales han elevado esas cifras hasta 985 heridos y 93 hospitalizados. La mayoría de los heridos sufren lesiones por los cristales que saltaron debido a la onda expansiva.
“Vi un fogonazo en la ventana, me volví y vi una nube incendiada rodeada de humo y cayendo, me recordó a lo que ves después de una explosión”, señaló una testigo, María Polyakova, de 25 años, jefa de la recepción del hotel Park City en Cheliábinsk, según recoge The New York Times. “Estaba sentado en el trabajo y la ventana se encendió y fue como si toda la ciudad estuviera iluminada, miré hacia fuera y vi una gran estela en el cielo que duró unos dos o tres minutos. Todos los perros se pusieron a ladrar”, ha contado otro testigo. Para un tercero fue como un cohete. El bólido hizo temblar la Tierra y desató el pánico en la población.
Caiguda de meteorits sobre la Terra
[EL PAÍS, 15-2-2013]
Cada cierto tiempo, un asteroide o un meteorito choca contra la Tierra y provoca daños de distinta intensidad dependiendo de su tamaño. Estos son algunos de los impactos registrados en el último siglo y medio:
- El 24 de diciembre de 1858, un gran “globo de fuego” se estrelló en un campo próximo a la población de Molina de Segura (Murcia). El impacto causó un gran cráter de medio metro de profundidad.
- Dos meses después, el 10 de febrero de 1896, cayó en la ciudad de Madrid un meteorito que dejó varios heridos, no por el impacto sino por culpa de la histeria colectiva que se apoderó de la ciudad.
- En 1908, un pequeño asteroide rocoso o un trozo de un cometa hizo explosión ocho kilómetros por encima de la región siberiana de Tunguska (Rusia). Derribó árboles, provocó incendios y aniquiló la fauna y la flora de un área de más de 2.500 kilómetros cuadrados
- En la región de Manchuria (China), el 8 de marzo de 1976 cayeron varios fragmentos. Entre ellos se recogió una roca de dos toneladas.
- El 20 de junio de 1994 un meteorito de más de un kilo de peso impactó en un automóvil, marca BMW, que circulaba por la carretera de Andalucía, dentro del término municipal de Getafe.
- En enero de 2004, el estallido de un meteorito sembró de bolas de fuego el cielo de la Península. Fueron vistas desde Santiago de Compostela a Castellón.
- El 10 de mayo de 2007 una luminosa bola de fuego seguida de un estruendo surcó el cielo de La Mancha. El trozo de asteroide, de menos de medio metro de diámetro, que se rompió al entrar en la atmósfera, esparció sus fragmentos cerca de Puerto Lápice.
- El 15 de septiembre de 2007, la caída de un meteorito en el sur de Perú causó un cráter de 30 metros de diámetro y 20 de profundidad en el suelo. Cerca de 700 pobladores de la localidad de Carancas sufrieron malestares tales como jaquecas, mareos y vómitos, presumiblemente a causa de gases emanados por el meteorito.
- Un meteorito de casi 60 toneladas y el tamaño de un coche estalló sobre el desierto de Sudán en octubre de 2008. Fue el primero que se avistó con horas de anticipación a su entrada en la atmósfera.
2012DA14: asteroides y cometas, pedazos sobrantes de la concepción del sistema solar [LVG, 15-12-2013]
Intenso tráfico celeste [El País, 16-2-2013, MALEN RUIZ DE ELVIRA]
“Planetas, asteroides, cometas, meteoroides, meteoritos o mero polvo forman parte del tráfico celeste más o menos cercano a la Tierra, que habitualmente no afecta de forma significativa al planeta. la formación de un sistema planetario alrededor de una estrella a lo largo de miles de millones de años no es un proceso ordenado y eficiente. Aunque se rija por las leyes universales de la física, la agregación de la materia a partir de un disco protoplanetario formado por polvo y rocas de muy diversos tamaños alrededor de la estrella deja escombros, sobre todo asteroides, posiblemente surgidos de colisiones entre cuerpos mayores.
Los asteroides no brillan como las estrellas, y por eso su cercanía a la Tierra solo se deja sentir cuando al chocar con la atmósfera se hacen pedazos. Algunos sobreviven hasta alcanzar la superficie. En los últimos años existen programas de observación sistemática de asteroides, especialmente los de mayor tamaño, que pueden, por la órbita que recorren, llegar a ser un peligro para el planeta. Se han realizado también varias misiones a asteroides lejanos que han hecho aumentar mucho el conocimiento sobre su diversidad y composición. El interés por los asteroides no es solo astronómico. El mes pasado, una empresa estadounidense anunció que en 2015 empezarán vuelos de reconocimiento a algunos de los centenares de miles de asteroides que pasan cerca de la Tierra, para usarlos como fuente de metales preciosos, combustible o material de construcción para estructuras espaciales, como plataformas para reparar satélites.
La mayoría de los asteroides orbitan el Sol en un cinturón situado entre Marte y Júpiter, pero muchos otros circulan por otras zonas del sistema solar.
Cada día la Tierra es bombardeada por unas 100 toneladas de polvo y partículas pequeñas, explica el experto de la NASA Don Yeomans. Es la basura de los asteroides y cometas, que puede verse en forma de estrellas fugaces. Cada día llega un objeto del tamaño de un balón que se quema en la atmósfera, y varias veces al año choca con ella un objeto del tamaño de un automóvil, que da lugar a bólidos o meteoritos. Lo extraño de la formación del Sistema Solar no es que todo el tráfico celeste, sino que la Tierra y la variadísima vida que alberga hayan sobrevivido a un proceso tan violento, caótico e imprevisible”.