En octubre del año pasado la finca de las Turquillas, situada en Sevilla, vio como un centenar de personas aproximadamente la ocupó. Miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores, entre el cual se encontraba el ya célebre alcalde de Marinaleda Sánchez Gordillo – también parlamentario con Izquierda Unida – estuvieron unos veinte días en esos terrenos, quejándose del mal uso y constatando la posibilidad de crear empleo, hecho que ayudaría a disminuir la precariedad de las familias sin trabajo.
Hoy Gordillo tenía que declarar ante el juez que ha investigado el caso, y ha ejercido su derecho de silencio. Además de dejar claro que en ningún momento se usó la violencia para la ocupación, también ha advertido que el próximo 1 de mayo, día de los trabajadores, van a volver a hacer la misma operación, y esta vez se quedarán de manera permanente. La popularidad del político, que afirma hacer todo esto para el pueblo, va creciendo, y otros partidos ven la necesidad de parar estos corrientes.
Acciones como esta se pueden hacer más habituales cada vez más, ya que el número de descontentos con la situación actual no para de subir.
Guillem Ramírez Santos E-41