El protagonista de esta película es un cura católico, pero debido a que esto por sí solo no atrae bastante a la audiencia, resulta que es miembro de una orden religiosa especializada en la lucha contra los demonios. Su habilidad será solicitada por altas instancias de la Curia. Y aquí se encuentra el meollo del film. Pero eso sí, aunque sea de paso, el argumento da pie a que podamos escuchar alguna cosa en latín.
Concretamente, os muestro el “Confiteor”, una parte importante de la liturgia latina, recitado por el protagonista. Lo escuchamos completo con la excepción de los dos primeros versos, substituidos por un “in nomine Patris, et Filii et Spiritus sancti…”:
[[Confiteor Deo omnipotenti,
beatae Mariae semper virgini,]]
beato Michaeli archangelo,
beato Joanni Baptistae,
sanctis Apostolis Petro et Paulo,
omnibus Sanctis, et vobis, Fratres,
quia peccavi nimis cogitatione, verbo, et opere:
mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa.