El nombre de la rosa (1986) Escena en el scriptorium de la biblioteca

El monje franciscano Guillermo de Baskerville, acompañado por el novicio Adso, inicia  sus investigaciones para descubrir la causa de la muerte de Adelmo, un especialista en pintar miniaturas en los manuscritos. Por este motivo durante el curso de su indagación se ve obligado a utilizar unas lentes, las cuales provocan la admiración de los monjes cercanos (“oculi de vitro cum capsula!” exclaman). Posteriormente, al comentar la ironía de las imágenes provoca también la ira del venerable Jorge, que cita unas palabras de la regla de San Benito: “Verba vana aut risui apta non loqui”. Y es que esto de la risa es cosa muy seria.

En esta escena intuimos algunas de las claves del misterio de la película, pero no os voy a decir nada más…

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