Esta película de Marco Ferreri explica la historia de un anciano que ve cómo los amigos de su edad se compran cochecitos para inválidos y decide hacer lo mismo. Su familia se opone, pero él quiere seguir teniendo una cierta autonomía en su vida diaria y, además… ¿no es él el “pater familias”?
En la antigua Roma el varón de más edad de la familia tenía un poder casi absoluto sobre toda su descendencia, de manera que controlaba también el patrimonio. Y si quería comprar un cochecito, pues se lo compraba. Y punto. En la película se nos muestra, con un cierto sentdo del humor, que estas antiguas costumbres se han perdido y la sociedad va arrinconando poco a poco a sus abuelos.