El joven T. S. Spivet nos introduce en su vida familiar hablándonos de sus progenitores. El padre es ganadero, el típico cowboy norteamericano. De su madre descubrimos que es una bióloga especializada en la investigación y catalogación de insectos. Y no sólo eso, porque como ama de casa también se dedica a catalogar… tostadoras.
Pero es su primera ocupación la que nos interesa, ya que necesariamente ha de citar alguna especie utilizando el nombre científico latino. Concretamente nos habla del piojo, el “pediculus humanus capitis” (literalmente, “piojo humano de la cabeza”). Y su hijo, que es muy inteligente, nos cita a las “scolytinae”, un tipo de escarabajo.