Tres muchachos aceptan el encargo de cuidar, durante el verano, las flores de una casa deshabitada. Fascinados por el misterio de la casa, deciden explorarla. En el desván encuentran un paquete de cartas. Fueron escritas por Andreas y su hermana Magdalena en el siglo XVIII, e iban dirigidas a Emilie. Hablan de las ideas de Andreas, de sus relaciones amorosas con Emilie y del trágico fin de los dos, debido al maleficio de una estatua funeraria que Andreas había traído de Egipto y sobre la que pesaba una maldición. Los jóvenes inician juntos una búsqueda en la que recibirán pistas de origen misterioso, se verán envueltos en aventuras insólitas y harán descubrimientos desconcertantes.
Esta es una novela que atrapa al lector desde el primer momento. Numerosas traducciones del original sueco y más de cuarenta ediciones en lengua castellana son la prueba de que una buena novela juvenil no pasa de moda. María Gripe (1923-2007), su autora, fue reconocida internacionalmente con la concesión del Premio Andersen, el llamado Premio Nobel de la literatura infantil y juvenil.
Así comienza la novela:
Cuando Jonás Berglund cumplió 13 años, el 27 de junio, recibió, por fin, el anhelado magnetofón. De inmediato comenzó sus investigaciones.
Quería proceder metódicamente y por eso empezó grabando los ruidos que surgen en la
naturaleza cuando los animales se comunican entre sí.
También quería grabar todos los ruidos mecánicos que se producen en las diversas actividades humanas.
Aquella noche el 27 de junio, Jonás, con su hermana Annika, que tenía 15 años, y un amigo de ambos, David Stenfäldt, que era un año mayor que Annika, caminaban despacio por el campo, junto a la vía por la que el tren nocturno de Estocolmo debía de pasar en breve. Jonás quería grabar el traqueteo de las ruedas.
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Lista de lectores de este libro:
- Víctor Turón