Se trata de dos imágenes icónicas porque simbolizan el segundo franquismo y la primera Transición. Ayer casualmente puse la primera fotografía, la de Jaime Pato, en la entrada de los documentales del franquismo sin saber que hoy aparecería la necrológica del fotógrafo en “El País”, pues ayer murió a los 91 años. Los protagonistas del abrazo son Franco y el presidente norteamericano Eisenhower y se hizo cuando se despedían en la base de Torrejón de Ardoz en 1959. Seis años antes, en 1953, la diplomacia de ambos países habían firmado el acuerdo por el que se cedía a los EE.UU. unas porciones de terreno patrio para la construcción de bases aéreas y navales. Ese hecho, junto a la firma del Concordato con la Santa Sede, supondrían el fin del aislamiento internacional del régimen.
Pero es un abrazo que es más que un abrazo entre dos hombres (militares ambos) que se sonríen porque parecen apreciarse: es el abrazo entre la gran potencia militar y económica del mundo (democrática) y la nación que internacionalmente pinta más bien poco, pero, eso sí, tiene un gran valor geoestratégico en plena Guerra Fría (y que sigue siendo una dictadura). Un abrazo entre el hombre que liberó a Europa del yugo del nazismo y el hombre que después de veintitrés años sigue sometiendo a su patria con el yugo de la más sanguinaria represión. Es el abrazo del poder por encima de las cuestiones ideológicas. Es una fotografía que siempre me hace pensar en la frase del presidente norteamericano Roosevelt sobre el dictador Anastasio Somoza: “Tal vez sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.
Pero en la foto hay otro personaje inquietante e intrigante, el tercero en discordia y que parece mirar hacia otro lado: el general Vernon Walters que fue traductor de Roosevelt durante este viaje a países de Europa y que ocuparía cargos importantes en la CIA y en la diplomacia con el presidente Ronald Reagan.
Jaime Pato logró un premio importantísimo por esa imagen, el Nacional de Fotografía, que fue muy publicitada para dar cobertura internacional al sistema político encabezado por Franco. Lo que no sabía es que en 1952 había fotografiado a los presos republicanos del penal de Ocaña y que suya es una famosa imagen del actor Charlton Heston disfrazado de Cid para la película homónima. Los que están a su lado son el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente (también llamado “el amigo de los animales”) y el filólogo Ramón Menéndez Pidal.
Pero la que más me ha gustado es ésta:
Está hecha en 1963 en Toledo y la modelo es norteamericana. Yo me pregunto: ¿podría haberse hecho la foto si no se hubieran abrazado efusivamente Eisenhower y Franco cuatro años antes? Lo digo porque España se convirtió en “diferent” y empezaron a llegar millones de turistas como la joven que se está maquillando para conocer sus estampas más típicas, entre ellas el flamenco y los toros.
Me parece que incluir ambas son un un buen homenaje a este gran fotógrafo.
La segunda imagen, la de la carga policial de los grises, se titula “Actuación policial contra manifestantes”, está hecha en el Passeig de Sant Joan de Barcelona en febrero de 1976. La posterior historia de la instantánea se explica en “El País”:
“La escena habría pasado desapercibida sino la hubiera inmortalizado un fotógrafo de forma casi accidental. “Hasta que pasaron unos días no estuve tranquilo, porque la policía me siguió para requisarme los carretes”, recuerda Manel Armengol (Badalona, 1949) de aquella jornada que acabó marcando su trabajo para siempre. Cúmulo de casualidades, conserva los negativos, gracias a que nadie se atrevió a comprarlos. “Fui a Europa Press y pedí por ellos 300 pesetas, pero no los quisieron comprar por miedo a represalias”. De hecho, la imagen no se publicó en España hasta un año después. Más suerte tuvo en la prensa internacional. Armengol envío por correo postal —tras obtener la dirección en un quiosco de las Ramblas— a los principales diarios internacionales, entre ellos Paris-Match, The New York Times y Der Spiegel.“Todos las pagaron, excepto los italianos”, recuerda. La imagen es uno de los iconos de la Transición.”
Hoy día esa foto y muchas más del autor que se han expuesto en diferentes lugares del mundo y, según se dice en el artículo de José Ángel Montañés, lo harán pronto en Hospitalet, Igualada y Girona.
Os pongo el enlace a su página web:
Me gustaría que hicierais lo mismo que he hecho yo, que comentarais alguna imagen de estos capítulos de la historia de España y de Cataluña. O queos metierais en la foto que elijáis y redactarais un texto literario.
Me ha gustado mucho la foto de Jaime Pato en la que sale una modelo, y un paisaje en el que se ve un río y un castillo. Al ser en blanco y negro transmite que es de otra época, en cambio la chica tiene un estilo moderno. Es muy triste que el autor de la foto haya muerto a causa del alzheimer, ya que ha fallecido sin recordar todas las obras que ha hecho.