Lo que comenzó como dos tipos tocando instrumentos de juguete para divertirse ahora es un dúo musical. Joe Buono y Tristan Clarke se hicieron amigos mientras estudiaban música en el Conservatorio Peabody, y han estado tocando melódica juntos desde mayo de 2016. Una melódica es como un cruce entre un teclado y una armónica porque tienes que soplar aire para hacer que las cañas vibren dentro, este instrumento fue creado por la compañía Hohner en la década de 1950 o de 1960, empresa que patentó y popularizó su nombre. Pese a que otras marcas produjeron el mismo instrumento bajo otros nombres comerciales, como melodión, pianica, melodihorn, orgamonica, mouth organ, pianohorn, piany, melodyhorn, piano de soplar, diamonica o clavietta entre otros, fue la palabra melódica la que permaneció como nombre genérico para esta clase de instrumento. “Melodica Men” son pioneros en una nueva forma de enseñar música como lenguaje a través de la melódica.
La música que escuchamos hoy es la “Obertura de Guillermo Tell” de la ópera en cuatro actos con música de Gioachino Rossini, basados en la obra Wilhelm Tell, de Friedrich Schiller, que tiene como protagonista al legendario héroe de la independencia suiza, Guillermo Tell.
Según las leyendas, Tell era un habitante de Bürglen (pueblo del cantón suizo de Uri), ballestero, famoso por su puntería, de finales del siglo XIII y principios del XIV.
Cierto día en el que Guillermo Tell, pasaba por la plaza mayor de Altdorf, acompañado por su hijo, rehusó inclinarse en señal de respeto ante el sombrero instalado en la plaza, simbolizando al soberano de la Casa de Habsburgo. (En aquella época, la Casa de Habsburgo se había anexionado y reinaba en algunos cantones suizos)
Ante tal muestra de rebeldía ante su legítimo señor, el gobernador de Altdorf, detuvo a Tell y le obligó a disparar su ballesta contra una manzana colocada sobre la cabeza de su propio hijo, el cual se hallaba a 100 pasos de distancia. Si Tell acertaba, sería librado de cualquier cargo. Si no lo hacía, sería condenado a muerte.
Tell, introdujo dos flechas en su ballesta y apuntó y gracias a su habilidad como ballestero consiguió acertar en la manzana sin herir a su hijo. Cuando el gobernador le preguntó la razón de la segunda flecha, Guillermo Tell le contestó que estaba dirigida al corazón del malvado gobernador en caso de que la primera hubiera herido a su hijo.
Enfurecido por la respuesta, volvió a detenerlo y mandó que lo encarcelaran en el castillo de Küssnacht. Pero Guillermo Tell huyó, tendiendo poco después una emboscada al gobernador y matándolo con su segunda flecha. Este hecho marcaría el comienzo de la sublevación de los cantones suizos de Uri, Schwyz y Unterwalden contra los Habsburgo, convirtiéndose en un mito fundamental en la lucha de Suiza por su independencia.