Recomanable la novel.la d’un dels narradors més interessants dels últims anys. Aquí us en deixo un petit tast, el començament de l’obra:
“Imaginemos a una mujer que al volver a casa sorprende a su marido inspeccionando com un palito su propia mierda. Imaginemos que este hombre no regresa jamás de su ensimismamiento , y que ella tiene que internarlo en una clínica para enfermos mentales al norte del país. Nuestro libro comienza a la mañana siguiente, cuando esta mujer regresa en tren a su domicilio tras haber finalizado los trámites de ingreso, y el hombre que está sentado a su lado, un hombre joven, de nariz prominente, ojos saltones y alopecia prematura, que viste un traje azul marino y lleva sobre las rodillas una peculiar carpeta de color rojo, se dirige a ella con esta pregunta tan peregrina:
-¿Le apetece que le cuente mi vida?
Vaya pregunta. Al oírla, nuestra mujer, de aspecto más elegante y distinguido, mayor en edad, aunque menuda en estatura y, como suele decirse en estos casos, de semblante agradable y ojos vivarachos, se queda petrificada. El hombre se ríe de una manera que a ella le parece abierta y franca, y le aclara que es una broma, una manera como otra cualquiera de romper el hielo, porque el viaje hasta Madrid es muy largo.
-Mi nombre es Ángel Sanagustín -dice-, soy psiquiatra y trabajo en la clínica donde usted acaba de ingresar a su marido; la he visto por allí esta mañana. No sé si el doctor Crespo le ha hablado de mí, trabajo en las aplicaciones del discurso escrito al diagnóstico de los trastornos de la personalidad; pedimos al paciente que cuente un episodio de su vida por escrito, analizamos su narrativa y a continuación podemos diagnosticar. Lo haremos con su marido, y además con mucho gusto, porque los textos de los coprófagos son muy entretenidos, y acaban siempre haciéndome reír. Esta carpeta tan llamativa es un libro que estoy preparando sobre la esquizofrenia y los trastornos paranoides, que incluirá textos de mis pacientes. Igual tengo que pedirle permiso para añadir algo de su marido; las narrativas de los coprófagos son las más curiosas; luego, si quiere, le leo alguna.”