33.- Sexta lectura obligatoria del curso.

Don Juan Tenorio, de José Zorrilla.

Editorial Vicens Vives, edición de Bienvenido Morros, Barcelona, 2014.

  1.  Fuentes de la obra.
  2. Temas principales.
  3. Polimetría.
  4. Espacios simbólicos.
  5. La ruptura de las reglas neoclásicas.
  6. La evolución de don Juan desde el burlador inicial hasta el temeroso de Dios del final: un héroe romántico muy peculiar.
  7. La renuncia a Dios.
  8.  Evolución de doña Inés, cuyo amor divino se sitúa por encima del humano, del engaño, del abandono, de la traición y de la muerte.
  9. La salvación de Inés, vinculada al arrepentimiento y redención de don Juan: la predestinación por solidaridad religiosa.
  10. La renuncia de don Juan al infierno implica la renuncia a su misma condición.

 

28.- Temas de LVSECS dos.

ESTRUCTURA DE LVSECS. Gustavo Mendoza, Angello León.

 

Se puede considerar que esta obra de Eduardo Mendoza es bastante compleja en cuanto a la estructura, ya que presenta unas partes bastante diferenciadas entre sí, con elementos heterogéneos.

Eduardo Mendoza alterna en esta obra distintos géneros literarios y presenta una estructura básica que se puede diferenciar en 2 partes de 5 capítulos cada una. Los cinco primeros capítulos son de ardua dificultad y es difícil obtener una información o una idea clara.

Se mezclan en ellas narraciones en primera (Miranda) o en tercera persona (narrador omnisciente), con diálogos entre el juez Davidson y Javier Miranda , fragmentos de artículos periodísticos (“Continuación del Affidávit prestado ante el cónsul…), cartas (“Carta del comisario Vázquez al sargento Totorno”), etc… De todos estos capítulos, el más importante es el primero ya que se presentan los personajes y la relación que tienen. Una característica que presentan las dos partes es que las cosas no aparecen por orden cronológico sino que van apareciendo de forma libre y esto hace que la novela sea difícil de entender y provoque desconcierto al lector.

En la segunda parte, en cambio, la narración es más sencilla porque los acontecimientos importantes transcurren con más fluidez ya que en esta segunda parte se descubre finalmente toda la verdad de esta historia. Esta parte es menos compleja que la primera principalmente porque no aparecen tantas referencias históricas sino que se centra mucho más en mostrar hechos importantes de la novela.

 

Los fragmentos que forman ambas partes no mantienen un orden cronológico ni espacial y poseen un contenido y carácter heterogéneos. El hilo conductor son las declaraciones de Javier Miranda con ocasión de un pleito judicial posterior a los hechos recordados (1927) y cuyas razones no aparecen hasta el final de la novela, de modo que las primeras impresiones del  lector son de desconcierto. A ello se añade la presentación sincopada de la historia, los múltiples puntos que permanecen oscuros. Así la obra se presenta como una “novela enigma”, estructura claramente emparentada con la novela policíaca. En la primera parte Mendoza recrea el trasfondo político, económico y social de la época. Se introduce un numeroso material histórico, aunque en el primer capítulo, el más completo, aparecen los principales personajes y relaciones entre ellos.

La segunda es más sencilla en cuanto a su estructura, el relato es más lineal y se centra no tanto en lo histórico sino en las experiencias personales y reflexiones de Javier Miranda. La información se presenta de manera ambigua y confusa, hay múltiples aspectos sin aclarar y así la obra se plantea como una “novela enigma”, emparentada con el género policiaco. Podemos hablar de una estructura caleidoscópica y perspectivista.

 

Primera parte:

 

 capítulos I-V: presentan la máxima complejidad. Encontramos materiales heterogéneos aparecen mezclados tres tipos de textos:

Documentos que se han presentado como pruebas (artículos publicados por el periodista Pajarito de Soto, declaraciones ante el comisario Vázquez, cartas, etc.) y transcripciones literales de los interrogatorios que se producen en un juicio que se celebra en Nueva York, en 1927, para tratar de aclarar los hechos acaecidos en 1917/18

Una narración en tercera persona (narrador omnisciente).

Una narración en primera persona, en la que Javier Miranda va contando su versión de los hechos.

 

Fragmentos de un interrogatorio, textos periodísticos, documentos, cartas… se presentan entrelazados con los recuerdos del protagonista, que aparecen de forma inconexa, a retazos dispersos; asistimos a los caprichosos mecanismos de una memoria, así se justifica el desorden cronológico (“Los recuerdos de aquella época, por acción del tiempo, se han unido y convertido en detalles de un solo cuadro…”). En esta parte se ofrecerán buenas muestras de las técnicas utilizadas en la obra: técnica caleidoscópica, el laberinto, los cambios del punto de vista,… que la convierten en un auténtico rompecabezas.  Se plantean los acontecimientos decisivos: muertes confusas de Savolta, Pajarito y Claudedeu. Se trata de una serie de páginas que pueden llegar a despistar al lector no familiarizado con los nuevos procedimientos narrativos. A veces un mismo documento se nos ofrece separado en varias secuencias. Por ejemplo el artículo de Pajarito de Soto, con el que se inicia la novela: se inicia en la secuencia 1ª, continúa en la siete y vuelve a reaparecer, ya sin título, en la veintiséis, en la treinta y uno y en la treinta y seis.

 

Segunda parte:

 

  1. a) Capítulos I-V de la 2ª parte: ofrecen menor complejidad. Sin embargo, se siguen alternando varias líneas narrativas y se conserva el desorden cronológico. Continúa la historia en el año siguiente (1918), pero se retrocede a 1917 para asistir -desde el punto de vista de Nemesio Cabra- a algunos acontecimientos ya narrados en la primera parte. El relato va saltando libremente de una época a otra. Con eventuales saltos temporales, se nos cuenta el ascenso social de Lepprince y el matrimonio de Miranda con María Coral. Algunos personajes están empeñados en descubrir los sucios manejos del francés.  En los capítulos restantes , la trama se desarrolla de forma lineal:
  2. b) Capítulos VI-X de la 2ª parte: se desarrolla con la máxima sencillez: hay un solo hilo argumental, contado linealmente y de acuerdo con patrones narrativos tradicionales. Se aclaran los aspectos oscuros de la trama y Javier Miranda se da cuenta de cómo él también ha sido utilizado por Lepprince. Hacia el final, el comisario Vázquez hace un resumen de los hechos  Son diversas las técnicas de narración utilizadas por Eduardo Mendoza: en la primera parte domina la fragmentación de la historia, el montaje “caleidoscópico” y la presentación abrupta –sin aclaración previa- de personajes o hechos. En los últimos capítulos, encontramos un relato ágil y de ritmo rápido. Esta variación se explica por la consciente imitación de diversos modelos narrativos.

Lo verdaderamente significativo es que frente al modo de contar tradicional, centrado en único narrador que presenta la historia de principio a fin, en La verdad del caso Savoltaaparecen procedimientos como desorden temporal (el relato no sigue un orden cronológico), multiplicidad de perspectivas desde las que se nos cuenta (documentos, recuerdos de Javier Miranda, narrador en 3ª persona), diversas modalidades del discurso (diversos registros lingüísticos: coloquial, culto, lenguaje administrativo, periodístico…).

En resumen, la novela supone un gradual deslizamiento desde las formas narrativas más complejas de la narrativa actual hasta viejas (o “marginales”) formas de contar.

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LEPPRINCE Y MAX. Enric Milà, Sara Torras.

             Paul-André Lepprince tiene un origen un tanto dudoso, ya que por lo que él dice es nacido en Francia pero de madre española y en ningún momento habla sobre el padre, pero hacia al final de la novela nos hace especular sobre si el padre es el abogado Cortabanyes.”– Ni hablar, hijo -replicó el abogado-. Yo no me quedo solo en esta calle tan oscura. Además, hace un frío de muerte”.

Lepprince se caracteriza por ser una persona maquiavélica, con una gran habilidad para actuar y manipular a las personas que él crea necesario sin ningún tipo de escrúpulo. Está ávido de poder, y es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que realmente quiere, incluso siendo amoral o ilegal. Por lo tanto, no duda en planear una serie de asesinatos con el fin de asentarse en la aristocracia barcelonesa, y así gozar de poder y fortuna. Lepprince alcanza su apogeo cuando, después de casarse con María Rosa Savolta, recibe la noticia de que va a ser padre, y eso supone su adhesión definitiva a la burguesía”. —Me alegro mucho, muchísimo. Siempre quise tener un hijo y ya lo tengo. Ahora —añadió con voz ronca— nada me detendrá”.

Aunque parece ser una persona fría y absolutamente individualista, necesita constante apoyo de sus colaboradores, a los que luego no duda en engañar, entre los cuales se encuentra Miranda, quien no es más que un títere para que el plan de Lepprince triunfe. De esta manera parece señalarse alguna carencia afectiva, tal vez por su origen oscuro, tibiamente relacionado con la paternidad enigmática por parte de Cortabanyes.

Guapo, refinado, brutal, se casa con una rica heredera tras haber

hecho matar al que iba a ser su suegro. Envuelto en un aire de misterio, Lepprince es un

amoral trepador, de inteligencia sinuosa y reflexiva. Lepprince es el motor de la acción

y en él convergen múltiples puntos de vista. Sabe analizar con lucidez la sociedad que le

rodea, una selva deforme en la que se ha propuesto triunfar con procedimientos que no

difieren de los habituales entre los poderosos. Nada le detiene, recurre fríamente al

crimen. Su fascinación sobre todos, incluido Javier, le facilitan la tarea. Sin embargo, en

algún momento adivinamos sus soledad, lo vemos necesitado de amistad: así, se confía

a Javier, a la vez que lo utiliza sin reparos. Su doblez desconcierta al mismo lector.

Este personaje ficticio se podría relacionar con el Barón de König, quién existió realmente. Era un joven de origen germánico que se trasladó a Barcelona, formó parte de una trama para desacreditar tanto el anarquismo como el nacionalismo catalán y contribuyó al triunfo de la dictadura de Primo de Rivera.

Todos los asesinatos y hechos a los que no conseguimos hallar una respuesta clara como el traslado del comisario Vázquez a Tetuán parecen estar ideados por Lepprince, por lo que podemos decir que es el motor de la acción. Sin embargo, nunca es él quien desempeña los planes directamente. Siempre recurre al contrato de matones o a su fiel guardaespaldas Max.

 

Victor Pratz es un espía alemán que colabora con Lepprince en el contrabando de armas. Éste se oculta bajo el nombre de Max para mantener su identidad en secreto. Aparentemente Max es un personaje secundario, pero es un desdoblamiento de Lepprince, ya que sin su guardaespaldas no se siente seguro y no hubiera podido llevar a cabo sus intenciones. Cuando Max se fuga, la vida de Lepprince se desmorona. La figura de Max, el guardaespaldas, es también un desdoblamiento del propio

Lepprince. El prototipo del guardaespaldas es común a la novela policíaca que tan bien

conoce Mendoza. En La llave de cristal (1931) de Dashiell Hammett el personaje

principal es Ned Beaumont, que no es un detective, sino un guardaespaldas del ganster

Paul Madwig.

27.- Temas de LVSECS uno.

EL MARCO HISTÓRICO  Oriol Aurés, Sergi Pedrajas.

             ESPACIO. La obra está situada en Barcelona, aunque la fábrica Savolta está situada en las afueras (Hospitalet). La novela contiene una división cargada de significado de los ambientes de la ciudad: la zona alta (Sarriá, Sant Gervasi…) como lugar de acogida de la burguesía instalada en la comodidad y el lujo, muchas veces con origen en la explotación de los obreros. Los hijos de esta burguesía se educaban en internados situados en esta misma zona de la ciudad, donde parecían destinados a perpetuar el modelo familiar.

TIEMPO EXTERNO. La novela refleja de forma realista el momento histórico en qué se encontraba la ciudad: crisis económica y crisis social. Atentados terroristas por parte de los anarquistas y de los burgueses que combatían el incipiente anarquismo de la misma manera, debido en gran parte a la diferencia económica e ideológica entre las clases sociales del momento (burguesía-proletarido) y a la tensión que había entre ellas. Por eso, en la novela se ilustra el gran contraste entre el lujo de la burguesía (las fiestas, las mansiones de Sarriá…) y la miseria del proletariado industrial (los cabarets del barrio chino, los miserables pisos, las pensiones…

La neutralidad de España en la I Guerra mundial (1914-18) hizo que la empresa funcionase muy bien al principio (1917), debido a la gran cantidad de armamento que vendían para la Guerra Mundial, tanto a los aliados como a los enemigos, actuando con doble cara, igual que Lepprince. Cuando la guerra llegaba a su fin (1919), la empresa empezó una gran decaída de ventas y de beneficios ya que había perdido clientes.

La acción de la obra se sitúa entre 1917 y 1919, aunque el juicio de Javier Miranda se realice en Nyeva York diez años más tarde. La situación política del momento es la propia de la Época de Restauración, período de formas democráticas en que se alternaba en el poder los conservadores y liberales. En este momento, la situación social era conflictiva y estaba preludiando la futura dictadura de Primo de Rivera (1020-1930).

“A decir verdad, la situación del país en aquel año de 1929 era la peor por la que habíamos atravesado jamás: las fábricas cerraban, el paro aumentaba…”

CLASES SOCIALES. La alta burguesía está reflejada en la novela con los personajes como Savolta, Parells, Claudedeu (los tres propietarios de la empresa Savolta vivían en el barrio de Sarriá, es decir, en la parte rica), y sobre todo Lepprince, que representa la figura de una persona con ambición para hacer dinero ya que todos sus movimientos son para acabar siendo el dueño de la fábrica Savolta.

Por lo que hace a los asalariados, se ve claramente con los empleados de la fábrica Savolta, personajes como Javier Miranda, que es una marioneta manejada por Lepprince, no tiene ambición y se conforma con lo que tiene.También, con los empleados de Cortabanyes, Serramadriles y Doloretas, que realizan el papel de probos empleados que no contestan el orden establecido y se limitan a un cumplimiento sin contestación de sus obligaciones, que no excluyen algunos desplantes por parte de su jefe.

“Barcelona era una ciudad de amplio desarrollo industrial y comercial. A diario llegaban personas de otros puntos en busca de trabajo. Al igual que sucede con Nueva York.”

La clase baja barcelonesa está reflejada en María Coral, una joven con ambición de salir de la pobreza, o en Nemesio Cabra, un vagabundo que sabe más de lo que cree la gente. Ambos viven en barrios pobres de Barcelona, como son el barrio Chino o el Rabal.

Anarquismo: durante la obra Nemesio Cabra ve algunos lugares dónde se esconden grupos de anarquistas que intentan desestabilizar al estado con huelgas, como por ejemplo la huelga general revolucionaria, que tuvo grandes represiones por parte del ejército y la policía. Se formaron grupos de gánsteres a sueldo y hubo una gran inseguridad política, reflejado en la novela con la muerte de Savolta.

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La técnica narrativa: el perspectivismo, caleidoscopio o pastiche.  Brian Coro, Guillermo López. 

No sabemos quién es el narrador de la novela, porque este va variando según el fragmento. A medida que avanza la lectura hay escenas en 1ª persona (diálogo entre Juez Davidson y Javier Miranda, página 20-21) y otras en 3ª (Cortabanyes jadeaba sin cesar. Era muy gordo, situado en la página 27). Otro hecho parece importante y le da un toque de originalidad a la novela son los diferentes puntos de vista que aparecen en la obra y que están introducidos mediante documentos o escritos, como por ejemplo: los escritos de Pajarito de Soto, las cartas del comisario… 

Por tanto, la novela recoge la técnica perspectivista, que consiste en dividir la trama en fragmentos, expuestos además según puntos de vista diferentes, rompiendo así la coherencia narrativa propia de las novelas clásica. Además, en esta presentación se rompe incluso el orden temporal de la trama, convirtiéndola en un caleidoscopio. Ejemplos De este tipo de narrativa durante la historia literaria del siglo XX pueden ser Manhattan Transfer, de John Dos Passos (1925), o en la literatura española, La colmena de Camilo José Cela (1955). Esta estructura incide en el relativismo de los personajes, que son descritos desde diferentes puntos de vista según el personaje que se está focalizando, por ejemplo, María Coral es un personaje desvalido para Javier o una víbora para la dueña del local donde trabaja. Por tanto, la obra utiliza la técnica del contrapunto (se van alternando secuencias que pertenecen a situaciones distintas).

La obra está dividida en dos partes; en la primera parte, es dominante el cambio de punto de de vista, es decir, el narrador va variando según la escena que nos encontramos. Y en cambio, en la segunda vemos que la obra adopta un ritmo más acelerado y rápido respecto a caleidoscopio sus primeros compases. Se ha relacionado esta estructura con el cambio de la novelística española durante la época de la transición: el paso de un estilo más experimental y centrado en las novedades formales a lo que será la futura novelística de los ochenta, dominada por historias lineales de poca dificultad estructural.

En la primera parte domina la fragmentación de la historia, el montaje caleidoscópico y la presentación repentina de personajes y hechos. Aparecen también largas secuencias sin puntos y aparte (capítulo II), en las que los hechos se presentan ordenados. En los últimos capítulos domina un relato ágil y de ritmo rápido. En cambio, en el Capítulo I tenemos:

-Artículo periodístico del 6-XII-1917 publicado en La Voz de la Justicia de Barcelona y firmado por Pajarito de Soto.

-Notas taquigráficas de la Declaración de Javier Miranda el 10-I-1927 ante un juez de Nueva York.

-Narrador omnisciente en tercera persona (fiesta de Fin de año en casa de los Savolta)

-Narrador en primera persona. Es Javier Miranda quien desde la distancia recuerda los hechos acaecidos.

-Affidávit (documento que da fe) del comisario de policía Alejandro Vázquez (que también murió asesinado poco después de que Javier Miranda abandonase España para ir a EEUU) ante el cónsul de EE.UU, en 1926.

En cuanto a las técnicas descriptivas destaca el retrato, como el de Cortabanyes o el de Pajarito de Soto. Es paradójico que no se describa a personajes importantes como Javier o Lepprince, y de María Coral; sólo sabemos la gran impresión que provoca su belleza. Son importantes, en cambio, las descripciones de ambientes, como el cabaret, el salón de baile popular o la pensión miserable, que contrastan vivamente con la elegante casa de Lepprince o el balneario. Tanto en los retratos como en la pintura de ambientes se pueden encontrar muestras de una técnica realista tradicional, junto a tratamientos irónicos, poéticos, etc.

El diálogo es abundante. Hay secuencias formadas casi exclusivamente por conversaciones, como las fiestas. Otros son más “literaturizados” y algunos de gran naturalidad, como las conversaciones entre amigos o en las tabernas.

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TEMAS PRINCIPALES de LVSECS. Mónica Muñoz, Àlex Rubió.

 Uno de los motivos por los cuales “La verdad sobre el caso Savolta” es una novela tan valorada y estudiada, es a causa de la variedad de temas de los que trata, sin que resalte uno solo como principal. Mendoza supo reflejar en su novela la realidad de una época vista desde diversos puntos de vista. Los temas principales de los que trata son los siguientes.

1.La tensión política

Uno de los temas principales de esta novela es el ambiente de tensión política entre los años 1917 y 1919, justo antes de la dictadura de Primo de Rivera. Los obreros estaban muy explotados, con muy malas condiciones y eso ayudó a que surgiera un movimiento anarquista. Los empleados hacían huelgas, los anarquistas atentados, y se organizaban charlas donde distintas personas hablaban sobre este movimiento, por ejemplo el “Mestre Roca”, hablar de estos temas podía llevar a malas consecuencias, y eso es lo que le paso al “Mestre Roca”.

“—¿Ya no viene por aquí el mestre Roca? —pregunté.

—No, ya no viene.

—No estará enfermo, espero.

La dependienta miró en todas direcciones y murmuró pegándose a mi oreja:

—Se lo llevaron a Montjuic.

—¿Por qué? ¿Hizo algo malo?

—Fue a raíz de la muerte del Savolta, ¿sabe a lo que me refiero?

Al día siguiente se inició la represión. El mestre Roca contrajo una enfermedad en Montjuic debido a su avanzada edad. Le soltaron relativamente pronto, pero ya no volvió por la librería ni supe más de él.”

Esto también se notaba en el trato que los diferentes medios de comunicación hacían de esta situación política exacerbda, como por ejemplo ocurrió en “La voz de la justicia” donde Pajarito de Soto escribía artículos reivindicando los derechos de los obreros, y que a causa de decir las cosas por su nombre, acaba muerto.

“Sólo La Voz de la Justicia se atrevió a remover viejas inquinas y encabezó un violento artículo con este titular: « El perro ha muerto, pero la rabia continúa.»”

(Refiriéndose a la muerte de Lepprince). La manera como diferentes medios de comunicación tratan la muerte del presunto hijo perdido de Cortabanyes es significativa en este sentido: unos lo ven como una pérdida para la burguesía, otros como un beneficio para la sociedad, etc.

2-El trabajo

En la novela se ven dos aspectos muy distintos de la situación laboral de la época. Uno es el punto de vista de los empresarios como Lepprince, quien  manipula a todo el mundo para salirse con la suya, además de explotar a los trabajadores, mentir a Savolta y sus compañeros ya que trafica con armas a sus espaldas. En este sentido, Lepprince intenta neutralizar las denuncias de Pajarito contratándolo para hacer labores de poca monta para la empresa Savolta. Es al ver su incorruptibilidad cuando lo manda asesinar. Los tejemanejes de Claudedeu cuando intenta sofocar unahuelga mediante la contratación de unos matones redundan en este sentido.

La otra visión que nos muestra Mendoza, es la de los obreros. Al verse tan explotados, recurren a huelgas etc. Esta situación de injusticia social,  hace que el movimiento anarquista crezca.

“¡La huelga! En unos días, tal vez en unas horas, se decían alborozados, nuestra desventura se trocará en victoria, nuestros males habrán cesado como se desvanece y retrocede la angustiosa pesadilla reintegrándose al mundo de la noche, de donde salió. El nerviosismo les hacía sudar, y no por el esfuerzo, pues aquellos duros y avezados obreros ya no sudaban ni experimentaban el cansancio ni la fatiga aun en los más rigurosos días del verano”

 3.La sociedad

La sociedad que muestra la novela es una sociedad enfrentada entre la clase obrera y los empresarios y la burguesía. Fue una época de corrupción, asesinatos, y mentiras que se ven reflejadas al largo de toda la novela. Mendoza también muestra el creciente movimiento inmigratorio que llegaba a Barcelona, y la clara distinción de ambientes visible entre la parte alta de la ciudad, y la parte baja como el barrio chino.

“Las aceras estaban atiborradas de gentes harapientas de torva catadura, que buscaban en aquel ambiente de bajez y corrupción el consuelo fugaz a sus desgracias cotidianas. Los borrachos cantaban y serpenteaban, las prostitutas se ofrecían impúdicamente desde los soportales…”

Distinguimos diferentes clases sociales: La alta burguesía (Savolta, Pere Perells, Claudedeu, Lepprince…)que disfrutan de su tiempo libre haciendo fiestas, viendo conciertos en El Liceo etc., la clase-media funcionaria ( Cortabanyes, el comisario Vázquez…) que trabajan pero tienen un buen estatus social, también está la clase social asalariada como Miranda y Serramadriles. Miranda, admira la valentía de los anarquistas y su rebelión, pero a la vez esta cegado por la clase y la elegancia de personajes como Lepprince. Otra clase que vemos, aunque no está reflejada en personajes específicos de la trama, es la del proletariado, en este ambiente se llevan a cabo las huelgas, los mitines, y el creciente movimiento anarquista.

Y finalmente, vemos los bajos fondos de Barcelona, con personajes como María Coral, una mujer enigmática, y Nemesio Cabra Gómez, el cual siempre busca sobrevivir aunque tenga que mentir, o traicionar a quien sea.

Por tanto, la novela funciona en ocasiones como una obra realista que retrata los conflictos de una sociedad en marcha, en lucha, de la que emergerán figuras ganadoras que sobrevivirán mientras que otras caerán en el ostracismo.

 

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LOS PERSONAJES:  Miranda. Doloretas y Serramadriles. Noelia Muñoz.

 En La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza, una de sus características más destacadas y que la distingue son los nombres simbólicos.Cada uno de ellos ejercen un papel dependiendo de su clase social y estilo de vida. Es el caso de Miranda, Doloretas y Serramadriles, personajes que forman parte de los asalariados y permanecen sumisos como trabajadores y títeres de la burguesía (Savolta, Lepprince, Cortabanyes…).

Miranda, el protagonista de la novela y el segundo personaje más importante de la trama, es un personaje irónicamente picaresco, en contraste a Lazarillo de Tormes. Su nombre indica irónicamente que es observador pasivo (mirar), ya que es ajeno a todo lo que pasa a su alrededor (las infidelidades de su mujer) y no actúa en contra de los asesinatos que hay. Lepprince lo tiene en su empresa, y lo utiliza para escudarse de sus delitos, de manera que de cara al comisario Vázquez Miranda es su principal sospechoso. No tiene un trabajo satisfactorio, pero es capaz de aguantar la relación amorosa entre Lepprince y su mujer por tal de subsistir: “Yo buscaba el éxito a cualquier precio, no tanto por quedar bien ante Cortabanyes como para complacer a Lepprince, cuyo interés por mí me abría las puertas a expectativas imprevistas, a las ideas más disparatadas. Veía en él una posbile vía de salida al marasmo del despacho de Cortabanyes[…]” en la parte I Capítulo II. A pesar de ser un personaje bueno y noble, su debilidad lo hace vulnerable y le impide actuar contra las injusticias y los derechos robados, por ejemplo, cuando se interesa por la muerte de Pajarito de Soto preguntando por ella a Lepprince, pero después no hace nada para reivindicarla; así que se define como “náufrago” por las negativas circunstancias de su vida y es pobre de espíritu, muy pesimista y depresivo. Su final es significativo pues huye de Barcelona junto a su esposa a la que ha perdonado en tres ocasiones diferentes abandonos o desplantes con Lepprince o, en su viaje hasta la frontera, con Max.

Doloretas y Perico Serramadriles son los compañeros de Miranda cuando éste trabajaba en el despacho de Cortabanyes. Durante toda la novela se representan a estos personajes en el ámbito de trabajo, excepto en el final, de manera que se les exhibe en una vida monótona y dedicada tan solo al trabajo. Serramadriles es un personaje típico de la clase social asalariada que lleva una vida normal pero por ejemplo, al final de la novela se encuentra con Miranda y se van de copas, donde se aprecia que también puede llevar una vida nocturna ajetreada. En el caso de  Doloretas ,ella misma explica su biografía a Miranda ;en un castellano caricaturesco, cómico por su abundancia de catalanismos (expresiones traducidas literalmente del catalán al castellano: El Pep Puntxet tenía muchos de conocidos […] no me hace nada de gracia. LVSECS Parte II Capítulo VII).  Es de destacar la importancia que da el narrador a su pequeña historia, a quien denomina “es la historia de las gentes de Barcelona”, dando una carga de máxima representatividad convertirla en representante de los ciudadanos anónimos, que entregan todas sus energías a la subsistencia, y a quienes la vida no ha tratado bien, sino que más bien les ha llenado de pérdidas. Injusticia esta que es aceptada con resignación. La vivienda de la Doloretas está situada en una calle llamada Cambios Nuevos, la misma donde estalló una bomba el 7 de junio de 1896 durante la procesión del Corpus y que causó doce muertos y más de treinta heridos. De manera que su nombre “Dolores” tal vez simboliza aquel atentado.

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LAS MUJERES EN LVSECS. Andrea Monllor, Judit Perea.

 María Coral

María Coral es el principal personaje femenino de la obra. Es una joven acróbata y bailarina, gitana, que pese a ser muy bella es lo contrario a la idealización de una mujer. Más bien representa a las clases más bajas de la sociedad española de la época, con los miembros de los cuales tiene contacto. Se le puede atribuir un movimiento ascendente durante el desarrollo de la novela: de los forzudos que la someten laboral e incluso sexualmente, pasa a ser utilizada de la misma forma por Lepprince. Cuando su matrimonio-tapadera funciona para ocultar su relación adúltera con el factótum de la empresa Savolta, se está fraguando una convivencia, que luego ser convertirá en cariño y luego en amor hacia su marido, Miranda, con el lapso de su fuga con Max. El final de la novela, con ambos personajes en Nueva York, parece hacer una lectura optimista de su desarrollo como personaje, pues María ha escapado de quien la utilizaba.

María parece representar el arquetipo de la mujer hechicera o mujer fatal. Utiliza sus encantos para intentar salir de la miseria a través de la atracción que numerosos hombre sienten hacia ella. También se presenta como una mujer fría que está dispuesta a lo que sea para lograr tener libertad y una vida digna. Por eso incluso llega a casarse con Javier Miranda, a quien manipula y chantajea emocionalmente, mientras mantiene una relación en secreto con Lepprince.

Como mujer hechicera, está varias veces cerca de la muerte: en un conato de envenamiento por maniobra de Lepprince, otra vez, en un intento de suicido ante los remordimientos hacia cómo ha tratado y reñido con Miranda; finalmente, en su caída por un precipicio en el asesinato de Max durante la huida de ambos.

Al final vemos como María Coral y  Miranda concluyen la novela juntos al viajar ellos dos juntos a los Estados Unidos. Finalmente María Coral se ha enamorado de Javier Miranda después de haber compartido con él los peores y mejores momentos por los que ha pasado, incluida la vez en que Javier la salva después de su intento de suicidio, y al final todas estas peripecias han acabado uniéndolos.

“Misteriosa, me atrevería a decir: como la tumba de un faraón jamás hollada. Dentro puede aguardar la belleza sin límites, el arcano latente pero también la muerte, la ruina, la maldición de los siglos.” (LVSCS: 63)

María Rosa Savolta

La hija de la familia Savolta es una chica joven tranquila, más bien sosa y monjil. María Rosa está terminando sus estudios en un internado religioso y elitista, y habría sido monja, seguramente, de no haber conocido a Lepprince en la fiesta de fin de año que se celebra en su casa y en la que su padre es asesinado.

María Rosa es una mujer inocente y débil que es seducida por Lepprince sin que los lectores asistamos al desarrollo del cortejo. Su anuncio de compromiso es presentado de sorpresa, así como su embarazo es anunciado repentinamente. Parece que las intenciones de Rosa no cuenten demasiado y que su devenir esté escrito, tal como podía pasarle a los miembros femeninos de suclase social.

Es curioso que Lepprince pida ayuda a la pareja de Miranda con María Coral para distraer a su esposa cuando percibe que ella está desestabilizándose nerviosamente. Después sabemos que incluso en esto es víctima de los tejemanejes de su marido, quien realmente tiene una relación con la esposa de Miranda.

Esta tendencia a la depresión se confirma tras la muerte de sumarido, a verse sola con un bebé y abandonándose a ella misma. Su estado de madre viuda parece que le definirá como personaje futuro, no atisbándose una salida a su situación de representante de la burguesía femenina más pasiva.

Cita:  -¿Yo? Qué disparate, Neus… ¿de quién iba yo a enamorarme metida todo el día en el internado? (VSCS: 52-53)

Teresa

Es la mujer de Domingo Pajarito de Soto, el dogmatismo político del cual la somete a un abandono emocional y sentimental, lo que hace que Teresa se desespere y vaya en decadencia psicológica y física. Por ello, se refugia en Javier Miranda, amigo de su marido, que empieza siendo un paño de lágrimas y un amigo para Teresa, pero con quién acaba teniendo una relación extramatrimonial en secreto, finalmente abandonándolo como su marido la abandonó a ella sentimentalmente antes de morir. Por ello,  se marcha con su hijo sin dar ninguna explicación. Podríamos decir que Teresa representa a la mayoría de mujeres de la época: sometida a la voluntad de su marido y viéndose reprimida la mayor parte del tiempo.

Es de destacar que aunque Teresa representa este papel pasivo, es quien posee la carta que durante toda la novela preocupa a Lepprince y que habiá escrito su marido dirigida a Miranda. Esta carta, auténtico mcguffin de la novela, está en sus manos sin que ella sea nunca consciente de su valor y generando muertes inútiles a centenares de kilómetros de su poseedora.

Cita:

“Oí una voz en la que reconocí a Teresa, una Teresa nueva, que me decía que me amaba, que la llevase conmigo, lejos de aquella casa, lejos de Barcelona, que por mí abandonaría a su marido y a su hijo, que sería mi esclava.”(LVSCS: 84)

 

26.- La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca. Contenidos.

1-. La obra de Calderón y la llamada Comedia nueva.  Link al texto de Lope.  Aquí, un resumen de las características de la comedia nueva. 

2.- La polimetría.

3.- Los diversos planos de la obra: político, filosófico, teológico, moral. Y este slideshare.

4.- Ambigüedad del concepto de “sueño”.

5.- Educación y carácter de Segismundo.

6.- Coincidencias y divergencias de las
respectivas peripecias de Segismundo y Rosaura, y sobre todo la entrada 30.

7.- El ideario político calderoniano y
su reflejo en la obra.

8.- Caracterización de los dos principales espacios: la cárcel y el
palacio.

9.- Perfil de Basilio.

 

25.- Recuperación 13/2/15

1.- POESÍA DEL BARROCO. Aparecerá un poema de Góngora o Quevedo. Señalad las características de la corriente poética a la que pertenece (Conceptismo, entrada 14 o Culteranismo, entrada 19), su tema principal, y la manera como aparece en él la mentalidad e ideología del Barroco, que puede estar preguntada de forma directa, o algún rasgo de su estilo. Solo aparecerá uno de los poemas trabajados en clase:

De Quevedo:
“Si eres campana, ¿dónde está el badajo?”
“Madre, yo al oro me humillo”
“Retirado en la paz de estos desiertos”De Góngora:

Versos 1-31 de la Soledad I.
“Prisión de nácar era articulado”

2.- DQ. Explicar alguna aventura de los capítulos de lectura obligatoria (entrada 12).

3.- Garcilaso. Indicar qué características del Renacimiento aparecen en uno de sus poemas: el soneto I, X, XI, y la canción V.

El poema de Garcilaso que puede aparecer será uno de los siguientes: sonetos I, X, XI, XXIII, y la canción V.

 

23.- Temas de las exposiciones sobre “La verdad sobre el caso savolta”

a)  Lepprince y Max. 1 y 4. SARA, ENRIC.

b) Vázquez y Cortabanyes. 1 y 3. CAROLINA, MARTA.

c) Miranda. Doloretas y Serramadriles. 1 NOELIA.

d) El marco histórico. 3, 2, 4. ORIOL, SERGI.

e) La estructura de la novela. 4. ANGELLO, GUSTAVO.

f) La técnica narrativa: el perspectivismo, caleidoscopio o pastiche. 4, 2. BRIAN, GUILLERMO.

g) La parodia de los géneros. 4.

h) Principales temas de la novela. 2. ÀLEX, MÒNICA.

i) Lenguaje y estilo. 2 y 4. RODRIGO, VANESSA.

j) Las mujeres de LVSECS. (págs 217 y ss. de esta tesis doctoral). ANDREA, JUDIT.

Suplemento de Babelia sobre el cuadrágesimo aniversario de la publicación de la novela. 

Bibliografía:

1)Eduardo Ruiz Tusaus, “Sobre los personajes de La verdad sobre el caso Savolta“. 

2) Juan Carlos Jiménez, “La verdad sobre el caso Savolta”. 

3) Jacques Soubeyroux, “De la historia al texto: Génesis de La verdad sobre el caso Savolta de E. Mendoza”.

4) Breve guía de lectura de Eduardo Mendoza, La verdad sobre el caso Savolta (Barcelona, Seix Barral, 1975)

[Parto del esquema de Lázaro-Tusón 1985 y lo completo, principalmente con Alonso 1988; también tengo en cuenta a Buckley 1996, Ruiz Tosaus 2001 y Dorca 2005]

 

 

El hilo argumental

 

A grandes rasgos la obra recoge los recuerdos de Javier Miranda, espectador y protagonista de unos hechos ocurridos en Barcelona entre 1917 y 1919. Es un mundo de tensiones sociales, en torno a una importante empresa industrial presidida por un aventurero enigmático, Lepprince, que se entretejen con una trama amorosa.

 

Durante la 1ª Guerra Mundial, la masiva venta de armas había favorecido la prosperidad de la industria armamentística en los países neutrales. En septiembre de 1917, Paul André Lepprince directivo de la empresa Savolta (dedicada a la fabricación de armas en Barcelona) acompañado por el joven Javier Miranda al que había puesto a su disposición el señor Cortabanyes, contratan a dos matones para que escarmienten a los cabecillas de una huelga. Diez obreros son apaleados y la huelga fracasa, sólo un curioso y marginal periodista, Domingo Pajarito de Soto denuncia los hechos en un panfleto anarquista. Decidido a callar las acusaciones de Pajarito, Lepprince le contrata para que realice con plena libertad una investigación sobre la empresa. Mientras dura esta farsa Miranda intima con Pajarito y también con su mujer, Teresa, quien busca desesperada el amor del joven para salir de su miserable situación. Cerca de la navidad, engañado por su esposa y utilizado por Lepprince, Pajarito sucumbe bajo las ruedas de un coche mientras regresaba a casa borracho. A los pocos días Savolta es asesinado a tiros. Se encarga del caso el comisario Vázquez y como primera medida se ejecuta a varios anarquistas. Pero los atentados continúan: muere a balazos Claudedeu, jefe de personal de la empresa; Lepprince logra escapar ileso de un grupo de terroristas. El tiempo pasa, y a causa de la entrada en la guerra de los americanos y de la posterior finalización del conflicto mundial, la empresa cae en bancarrota. Lepprince, que se ha casado con la hija de Savolta, Rosa Mª, y ocupa el puesto más alto, tiene problemas con un importante accionista Pere Parells que también murió asesinado. Por otro lado, el comisario Vázquez sigue los pasos de Miranda y de Lepprince, ya que unas confidencias de un extravagante personaje que dará con sus huesos en el psiquiátrico, Nemesio Cabra, les propone como sospechosos de las muertes de Pajarito y de Savolta. Pero Lepprince consigue que el comisario sea trasladado a Tetuán.

Javier Miranda, siguiendo las indicaciones de Lepprince y como medio de ascenso social, acepta casarse con María Coral, aunque desconoce que ésta es amante del empresario. María Coral es una joven gitana artista que Miranda y Lepprince conocieron al contratar a los matones que debían frenar la huelga. El matrimonio es un desastre y Mª Coral después de confesar su relación con Lepprince intenta suicidarse. Todos los esfuerzos de Lepprince para arreglar la crisis de la empresa son infructuosos. Hundido, hace que Miranda persiga a sus guardaespaldas, Max que se ha fugado con Mª Coral. La fábrica se incendia con Lepprince dentro sin que puedan determinarse las causas.

El comisario Vázquez que también morirá más tarde en extrañas circunstancias descubre a Miranda los motivos de tantas muertes, afirmando que tenían otras conexiones más intrincadas que las aparentes. Lepprince mató a Pajarito, a Savolta y a Parells porque habían descubierto que suministraba clandestinamente armas al ejército alemán en unión de un espía, Max. Miranda y María Coral se instalan en EE.UU. Antes de morir, Lepprince con el ánimo de dejar algún dinero a su mujer había contratado en secreto una póliza de seguros americana que cubriera los riesgos de la fábrica. Miranda era el encargado de cobrarla y hacerla llegar a Rosa Mª Savolta. Cumpliendo este cometido Javier es llevado a juicio porque la compañía aseguradora no quiere pagar. “Del juicio y mis retracciones han brotado estos recuerdos”, dice Miranda, es decir, la novela misma.

 

Hay, pues, una combinación de peripecias individuales y acontecimientos colectivos, con ciertos ribetes de novela histórica. Pero por debajo de los sucesos, se percibe una reflexión sobre el lugar y las actitudes del hombre en el mundo que le rodea. Tal reflexión se sitúa tanto en el plano social y político, como en el plano existencial.

Por otra parte la anécdota es sometida a un tratamiento múltiple, variado. Hay dos vertientes: por un lado, amplia utilización de las técnicas de la novela experimental ; por otro, en contraste con tales novedades, utilización del pastiche de la novela tradicional, especialmente de la novela policíaca y folletinesca. Esto supone una considerable riqueza de estructura y de enfoques, y una notable variedad de niveles de escritura.

 

Marco histórico y social

 

En la obra encontramos un panorama muy completo de la Barcelona de la época. Es el fin de la “belle époque” de una burguesía, junto al auge de los negocios durante la I Guerra Mundial, la crisis económica tras la contienda y la crisis social agudizada desde 1917. En esta encrucijada nos sitúa la obra, con especiales referencias a los acontecimientos políticos y a los conflictos entre las clases sociales. El entramado histórico y social se entrelaza con las peripecias individuales, y se convierte en mucho más que un puro marco o fondo del relato. El arco temporal abarca los años 1917 y 1919, con el auge de los negocios durante la guerra europea, la crisis económica y social. Hay abundantes referencias a los acontecimientos políticos y a las tensiones entre las clases sociales.

La neutralidad española en la primera guerra mundial produjo grandes ventajas económicas para diversos sectores, España suministró productos diversos, alimentos básicos, calzado, tejidos, municiones… Las industrias catalanas se vieron implicadas en esta situación, fabricaron multitud de productos y suministró beneficios a la clase burguesa y gran descontento a la clase proletaria.

Este ambiente de descontento provocó disturbios y huelgas, que culminó en 1916, con la primera huelga general en todo el país. El conflicto se convirtió en un enfrentamiento entre patronal y obreros, cuyas organizaciones, sobre todo la UGT (Unión General de Trabajadores) y CNT (Confederación Nacional del Trabajo) tenían una gran fuerza. En 1917 se declaró la huelga general revolucionaria, reprimida con extrema dureza por parte del ejército y la policía, aliados con la oligarquía catalana. Además, se formaron redes de gánsters a sueldo y un clima de gran inseguridad política. La industria catalana fabricaba material de guerra destinado a los aliados, sobre todo a Francia, lo que llevó a redes de espionaje y chantajes que intentaban cortar este sector industrial. Como resultado de esta serie de luchas y chantajes se produjo el atentado que inspira el título de la novela: el asesinato del fabricante de armas José Alberto Barret y Monet.

 

 

 

Estructura

 

La novela se divide, formalmente, en dos partes de 5 y 10 capítulos respectivamente. A su vez, los capítulos se componen de varias secuencias, tipográficamente señaladas. Las dos partes son muy diferentes entre sí tanto en lo formal como en su contenido, aunque también poseen elementos que las unen. Por otra parte, las secuencias no mantienen un orden cronológico ni espacial y poseen un contenido y carácter heterogéneos. El hilo conductor son las declaraciones de Javier Miranda con ocasión de un pleito judicial posterior a los hechos recordados (1927) y cuyas razones no aparecen hasta el final de la novela, de modo que las primeras impresiones del  lector son de desconcierto. A ello se añade la presentación sincopada de la historia, los múltiples puntos que permanecen oscuros. Así la obra se presenta como una “novela enigma”, estructura claramente emparentada con la novela policíaca. En la primera parte Mendoza recrea el trasfondo político, económico y social de la época. Se introduce un numeroso material histórico, aunque en el primer capítulo, el más completo, aparecen los principales personajes y relaciones entre ellos. “Las variadas secuencias se van intercalando y superponiendo en un perfecto montaje, como si todos los hechos estuvieran situados en un mismo plano temporal; las referidas al desarrollo del interrogatorio de Miranda son como el hilo conductor del relato; como contrapunto a la historia de Miranda, aparece una fiesta de fin de año en casa de Savolta y la declaración jurada escrita por el comisario Vázquez en que da la primera versión de los hechos del ‘caso Savolta’” (Alonso). La segunda es más sencilla en cuanto a su estructura, el relato es más lineal y se centra no tanto en lo histórico sino en las experiencias personales y reflexiones de Javier Miranda. La información se presenta de manera ambigua y confusa, hay múltiples aspectos sin aclarar y así la obra se plantea como una “novela enigma”, emparentada con el género policiaco. Podemos hablar de una estructura caleidoscópica y perspectivista.

 

            Estructuralmente, en cambio, se pueden distinguir tres partes o secciones de complejidad decreciente

 

Primera parte:

 

 capítulos I-V: presentan la máxima complejidad. Encontramos materiales heterogéneos aparecen mezclados tres tipos de textos:

Documentos que se han presentado como pruebas (artículos publicados por el periodista Pajarito de Soto, declaraciones ante el comisario Vázquez, cartas, etc.) y transcripciones literales de los interrogatorios que se producen en un juicio que se celebra en Nueva York, en 1927, para tratar de aclarar los hechos acaecidos en 1917/18

Una narración en tercera persona (narrador omnisciente).

Una narración en primera persona, en la que Javier Miranda va contando su versión de los hechos.

 

Fragmentos de un interrogatorio, textos periodísticos, documentos, cartas… se presentan entrelazados con los recuerdos del protagonista, que aparecen de forma inconexa, a retazos dispersos; asistimos a los caprichosos mecanismos de una memoria, así se justifica el desorden cronológico (“Los recuerdos de aquella época, por acción del tiempo, se han unido y convertido en detalles de un solo cuadro…”). En esta parte se ofrecerán buenas muestras de las técnicas utilizadas en la obra: técnica caleidoscópica, el laberinto, los cambios del punto de vista,… que la convierten en un auténtico rompecabezas.  Se plantean los acontecimientos decisivos: muertes confusas de Savolta, Pajarito y Claudedeu. Se trata de una serie de páginas que pueden llegar a despistar al lector no familiarizado con los nuevos procedimientos narrativos. A veces un mismo documento se nos ofrece separado en varias secuencias. Por ejemplo el artículo de Pajarito de Soto, con el que se inicia la novela: se inicia en la secuencia 1ª, continúa en la siete y vuelve a reaparecer, ya sin título, en la veintiséis, en la treinta y uno y en la treinta y seis.

 

Segunda parte:

 

  a) Capítulos I-V de la 2ª parte: ofrecen menor complejidad. Sin embargo, se siguen alternando varias líneas narrativas y se conserva el desorden cronológico. Continúa la historia en el año siguiente (1918), pero se retrocede a 1917 para asistir -desde el punto de vista de Nemesio Cabra- a algunos acontecimientos ya narrados en la primera parte. El relato va saltando libremente de una época a otra. Con eventuales saltos temporales, se nos cuenta el ascenso social de Lepprince y el matrimonio de Miranda con María Coral. Algunos personajes están empeñados en descubrir los sucios manejos del francés.  En los capítulos restantes , la trama se desarrolla de forma lineal:

  b) Capítulos VI-X de la 2ª parte: se desarrolla con la máxima sencillez: hay un solo hilo argumental, contado linealmente y de acuerdo con patrones narrativos tradicionales. Se aclaran los aspectos oscuros de la trama y Javier Miranda se da cuenta de cómo él también ha sido utilizado por Lepprince. Hacia el final, el comisario Vázquez hace un resumen de los hechos  Son diversas las técnicas de narración utilizadas por Eduardo Mendoza: en la primera parte domina la fragmentación de la historia, el montaje “caleidoscópico” y la presentación abrupta –sin aclaración previa- de personajes o hechos. En los últimos capítulos, encontramos un relato ágil y de ritmo rápido. Esta variación se explica por la consciente imitación de diversos modelos narrativos.

Lo verdaderamente significativo es que frente al modo de contar tradicional, centrado en único narrador que presenta la historia de principio a fin, en La verdad del caso Savolta aparecen procedimientos como desorden temporal (el relato no sigue un orden cronológico), multiplicidad de perspectivas desde las que se nos cuenta (documentos, recuerdos de Javier Miranda, narrador en 3ª persona), diversas modalidades del discurso (diversos registros lingüísticos: coloquial, culto, lenguaje administrativo, periodístico…).

En resumen, la novela supone un gradual deslizamiento desde las formas narrativas más complejas de la narrativa actual hasta viejas (o “marginales”) formas de contar.

 

Personajes y clases sociales

 

La novela presenta una galería de personajes de la Barcelona de la época entre los que destacan Javier Miranda, Paul-André Lepprince y María Coral.

 

  Javier Miranda pertenece al grupo de los personajes desclasados. Es un joven que se traslada a Barcelona desde su Valladolid natal para promocionarse socialmente. Vive entre dos mundos diferentes: se relaciona con personas de su mismo nivel económico pero el deseo de ascenso social le lleva a fijarse en Lepprince, que lo utiliza para sus fines. Posee rasgos del pícaro puesto que busca ascender en la sociedad a cualquier precio y justifica su vida en su declaración ante el juez. Desde la distancia y transcurridos los años, ha aprendido gracias a la experiencia acumulada. Su vida la presiden la desconfianza, las traiciones, falsedades y venganzas. Es ambiguo y contradictorio, en él hay nobleza, bondad y sentido de la justicia, pero también es débil y vulnerable. Se define a sí mismo como “náufrago” en un mundo vulgar, de ahí su soledad, sentimiento de frustración y de fracaso y su desencanto. : En medio de “un mundo de fieras” se ve arrastrado por las circunstancias. Es un hombre triturado por la vida, porque no ha sabido ser ni un héroe, ni un canalla. Su trayectoria conduce inevitablemente al desencanto, a un sentimiento de frustración y fracaso. Es lo  que tiene de conmovedor y humano.

Lepprince es también un personaje desclasado. “Escurridizo y pérfido”, siempre elegante y jovial, llega a Barcelona con el propósito de introducirse en los círculos aristocráticos y financieros. Se define por su ambición, falta de escrúpulos e individualismo absoluto. Está envuelto en el misterio, es de origen francés, de madre española y deslumbra a todos con su distinción, maneja a todos aquellos con los que se relaciona y no duda en recurrir al crimen para lograr sus propósitos. En algunos momentos adivinamos su soledad. Es un personaje complejo. Se confía a Javier (de quien es la contrafigura), a la vez que lo utiliza sin reparos. Hay en él algo misterioso, un último fondo que se nos escapa

María Coral es una gitanilla de 18 ó 19 años, artista de cabaret, un producto de la miseria. Sensual, caprichosa, egoísta y desconcertante. Fría y calculadora, acepta a Javier en matrimonio como forma de conseguir un status social a cambio de mantener la relación con Lepprince, su amante. Conoce el poder de su belleza, juega con los hombres y los domina, pero a la vez es una niña pobre y asustada. Es vitalista y a la vez desconfiada, puede ser perversa o delicada, capaz de amar y de engañar. En ella confluyen los rasgos de la mujer huidiza y misteriosa del Romanticismo, de belleza oscura y salvaje y su forma de vida alejada de la tradición, y a la vez se relaciona con los personajes femeninos de la novela de folletín del siglo XIX por su carácter desvalido y las adversidades de todo tipo que ha sufrido.

Otro personaje femenino es María Rosa Savolta, hija del industrial, que se comporta como una joven que sigue las normas sociales. Ha recibido una educación tradicional y ve cumplida su máxima aspiración, el matrimonio con Lepprince. Representa a la clase burguesa y es ingenua y débil, aunque después del matrimonio se produce en ella una gran madurez.

Los representantes de la burguesía: la familia Savolta, sus amistades y compromisos sociales. Destacan Nicolás Claudedeu (en catalán “llave” o mano de Dios), al que se llama “el hombre de la mano de hierro”, cruel con los obreros, duro y conservador. También Cortabanyes, el abogado de la empresa Savolta, holgazán y que conoce todos los hilos de la trama, y Pere Parells, socio y asesor de Savolta, hombre inteligente que presume de ateo pero sigue los ritos religiosos. Es el único que se enfrenta abiertamente a Lepprince.

En el otro extremo de la sociedad se encuentran los obreros (los anarco-sindicalistas detenidos al principio, los inmigrantes, los parroquianos de la lechería) y los personajes de baja extracción social, los taberneros, clientes del cabaret… Destacan Domingo Pajarito de Soto, idealista, quijotesco, que desde las páginas de La Voz de la Justicia denuncia las condiciones adversas de los más desvalidos, y su mujer Teresa, que soporta unas duras condiciones de vida. También hemos de citar a Nemesio Cabra Gómez, ser visionario que sufre el hambre y la miseria, que se vuelve loco y provoca en el lector la risa y la ternura y al comisario Vázquez, hombre solitario, independiente, astuto, obsesionado con el descubrimiento de la verdad. Su empeño en permanecer fiel a sus principios contrasta con la sociedad corrupta en la que vive. Claudedeu, Parells,…, y junto a ellos, el abogado Cortabanyes, de apariencia mediocre, pero de oculto poder manipulador. Y taberneros, prostitutas, matones.

En la novela hay un penetrante retrato de la alta burguesía; por un lado, se pone de relieve su superficialidad, sus intereses, sus prejuicios, su incultura,…; por otro, se destaca la dureza implacable de los directivos de las empresas, sus métodos para cortar las protestas obreras, etc.

  La clase obrera aparece explotada, sometida a unas duras condiciones de trabajo. Se habla de los suburbios donde viven los trabajadores, de los inmigrantes, etc. La lucha social recorre la novela del principio al fin: mítines, discursos, huelgas, atentados… a la violencia obrera, responde la represión más drástica, pero con un tratamiento distanciado: mezclando aspectos hermosos con otros siniestros o grotescos, también son abundantes los toques irónicos.

El panorama social se completa con las referencias a los bajos fondos de la ciudad: el mundo de los cabarets, de las tabernas, del barrio chino, que contrasta con los salones elegantes y los casinos

 

 

Técnicas narrativas

 

  Narrador

La obra está escrita en primera persona (punto de vista del narrador-protagonista) y también en tercera persona. Por otra parte, los materiales de tipo documental introducen “otros puntos de vista”: el de Pajarito de Soto, el del comisario, etc. Así los hechos aparecen iluminados desde diversos enfoques o perspectivismo.

 

El hilo conductor, como hemos dicho, son las declaraciones de Javier Miranda —desde su residencia en Nueva York, pasados casi diez años, y con motivo de un juicio para tratar de cobrar el seguro que había suscrito Lepprince— . recuerda una serie de acontecimientos en los que se vio implicado y que giraron en torno a un núcleo determinado: la fábrica de armas de Savolta (“Del juicio y mis declaraciones han brotado estos recuerdos”.). Este narrador en primera persona es un narrador limitado, ya que sólo conoce parte de los hechos e ignora una porción fundamental de lo sucedido.

Además de este narrador en primera persona, existe otro que narra en tercera persona. Es un narrador omnisciente. Sabe todo lo que sucede e incluso entra a explicar los pensamientos de los personajes y sus deseos más profundos. Sin embargo, ello es, a veces, engañoso. Así ocurre en la narración de las dos fiestas: aunque se comienzan a narrar en tercera  persona, el protagonista estaba presente en ambas y es él quien las evoca; pero no del todo, un examen detenido nos descubrirá que no todo lo que allí pasa ha podido ser presenciado por Javier. De este modo aparece subrepticiamente el narrador omnisciente. Asimismo, Javier Miranda describe el despacho de Cortabanyes, la historia de Pajarito de Soto y Teresa, las excursiones, las salidas al cabaret, las reuniones en casa de Lepprince o los encuentros de los anarquistas. En cambio, hay un conjunto de secuencias cuyo narrador, en tercera persona, es omnisciente, pues conoce toda la información exterior e interior de los personajes, y nos cuenta cómo se sienten, qué piensan o desean. Por ejemplo, aparece en el relato de los atentados llevados a cabo contra Lepprince, Claudedeu o Parells, también en la historia de Nemesio Cabra, puesto que da muchos detalles de la misma que Miranda desconoce.

El tercer punto de vista adopta las formas de los documentos que sirven de prueba en la acción judicial, que pretende aclarar lo sucedido. Se narra, pues, desde una perspectiva múltiple y utilizando la técnica del contrapunto (se van alternando secuencias que pertenecen a situaciones distintas). Se salta de una secuencia a otra, de un punto de vista a otro, y no siempre se respeta el orden lineal.

 

En la primera parte domina la fragmentación de la historia, el montaje caleidoscópico y la presentación repentina de personajes y hechos. Aparecen también largas secuencias sin puntos y aparte (capítulo II), en las que los hechos se presentan ordenados. En los últimos capítulos domina un relato ágil y de ritmo rápido. En cambio, en el Capítulo I tenemos:

Artículo periodístico del 6-XII-1917 publicado en La Voz de la Justicia de Barcelona y firmado por Pajarito de Soto.

Notas taquigráficas de la Declaración de Javier Miranda el 10-I-1927 ante un juez de Nueva York.

Narrador omnisciente en tercera persona (fiesta de Fin de año en casa de los Savolta)

Narrador en primera persona. Es Javier Miranda quien desde la distancia recuerda los hechos acaecidos.

Affidávit (documento que da fe) del comisario de policía Alejandro Vázquez (que también murió asesinado poco después de que Javier Miranda abandonase España para ir a EEUU) ante el cónsul de EE.UU, en 1926

 

En cuanto a las técnicas descriptivas destaca el retrato, como el de Cortabanyes o el de Pajarito de Soto. Es paradójico que no se describa a personajes importantes como Javier o Lepprince, y de María Coral; sólo sabemos la gran impresión que provoca su belleza. Son importantes, en cambio, las descripciones de ambientes, como el cabaret, el salón de baile popular o la pensión miserable, que contrastan vivamente con la elegante casa de Lepprince o el balneario. Tanto en los retratos como en la pintura de ambientes se pueden encontrar muestras de una técnica realista tradicional, junto a tratamientos irónicos, poéticos, etc.

El diálogo es abundante. Hay secuencias formadas casi exclusivamente por conversaciones, como las fiestas. Otros son más “literaturizados” y algunos de gran naturalidad, como las conversaciones entre amigos o en las tabernas.

 

Género

 

Eduardo Mendoza es un maestro del pastiche(imitación intencionada de diversas maneras o estilos), que  tiene una importancia capital en la obra. Se imitan fundamentalmente dos géneros:

Destaca sobre todo la novela policiaca, del que es muy deudora la estructura general de la obra. Así, aparece un crimen como motivo central para la posterior investigación, y la solución final por medio de las revelaciones o la reconstrucción de la policía. Del mismo género podemos destacar muchos ingredientes o componentes: los asesinatos, enigmas, sospechas, falsas pistas, investigaciones del comisario o interrogatorios y, claro, la resolución del caso mediante  las revelaciones o “reconstrucción” del policía.

Otro de los géneros novelescos sometido a pastiche que destacan es la novela de folletín del siglo XIX (puede verse el monográfico de Ínsula de la bibliografía), que se ofrecía al público por entregas para mantener la atención y emocionar a los lectores. Elementos del mismo son las escenas de los bajos fondos (el cabaret, las tabernas, los círculos de conspiradores o el hampa), la anécdota sentimental, que a veces raya con la novela rosa (la historia de María, su origen oscuro, sus amoríos con el hombre rico y su boda con el humilde, sus misteriosas enfermedades y fugas, su intento de suicidio…); los misterios y enredos, las inesperadas apariciones y desapariciones de personajes; también se caracteriza por la convivencia o simultaneidad de lo mísero y lo noble, los toques sociales y las truculencias

Finalmente, citaremos elementos del esquema de la novela de aventuras en los últimos capítulos, en los que Javier se lanza por amor a la búsqueda de María Coral.

 Como señalan Lázaro-Tusón, “lo asombroso de todo ello es que el pastiche no choca con lo que la novela encierra de serio y de profundamente humano; va más allá de lo paródico o humorístico y se logra una dignificación estética de los citados tipos de “subliteratura”; junto a las truculencias, ofrece una pintura exacta del ambiente social y político de la época; junto a los ingredientes de folletín sentimental, posee la talla de una honda novela de amor”.

En efecto, el amor y el humor (el personaje de Nemesio Cabra, o las anarquistas feministas, defensoras del amor libre) se combinan con el crudo retrato de la situación social de la Barcelona de aquellos años, marcada por las tensiones laborales (anarquismo, pistolerismo patronal, huelga general) y por el reflejo de la pobreza de las clases obreras, la prepotencia de la clase burguesa. Todo ello bien encauzado por una intriga policíaca (¿Quiénes son los autores de las muertes de Pajarito y de Savolta?)

 

 

Espacio y tiempo

 

La verdad sobre el caso Savolta es una novela urbana. Se sitúa en una Barcelona formada a su vez por múltiples espacios presentados desde el punto de vista de Javier Miranda. Barcelona era en la época una ciudad industrial a la que acudían un gran número de personas para encontrar trabajo y ascender socialmente, como le ocurre a Javier Miranda. Éste percibe la ciudad como un espacio hostil, en el que le resulta difícil encontrar su lugar. Destacan el centro de la ciudad, lugar de intercambio social, en donde se sitúan los acontecimientos históricos importantes. La zona de la burguesía se divide a su vez en el Ensanche, proyecto urbanístico diseñado para ofrecer vivienda a los obreros en condiciones dignas, pero que se convirtió debido a la especulación en una zona burguesa, y en la parte alta de la ciudad, domicilio de Savolta y Lepprince. Por otra parte, aparece la zona de los obreros, que corresponde a barrios como el Raval, donde vive Pajarito de Soto. En la época en este barrio se mezclaban las viviendas y las fábricas, los locales de diversión y las instituciones benéficas y culturales.

Otros espacios destacan por su valor simbolista, como el Liceo, Montjüic o la taberna, punto de encuentro de los obreros para difundir sus doctrinas. También debemos citar los espacios fuera de la ciudad. Así, Javier, a final de la primera parte decide alejarse de Barcelona para superar una crisis personal. Por otra parte, el viaje de luna de miel de Javier y Miranda a un balneario de la provincia de Gerona supone también un paréntesis.

 

  El tiempo real o histórico

 

El relato transcurre entre 1917 y 1919, aunque después de la partida de Miranda, éste todavía se entera, por carta de Cortabanyes, de algunos hechos como la muerte de Doloretas, sucedida en 1920. Se prolonga hasta el momento en que Javier Miranda, emigrado a Estados Unidos, cree que ha pasado suficiente tiempo para reclamar el seguro de vida que contrató Lepprince,  diez años después de que hayan sucedido los hechos principales, en 1927, y declara. En segundo lugar, el affidávit prestado ante el cónsul de Estados Unidos en Barcelona por el ex comisario de policía Alejandro Vázquez Ríos. Finalmente, la referencia a la muerte de la Doloretas, de la cual se informa desde Estados Unidos.

En el tratamiento del tiempo se advierte por un lado una datación concreta gracias a los nombres de los personajes y acontecimientos históricos, las fechas exactas de los documentos y cartas. No obstante, también existe un desorden cronológico e imprecisiones temporales que dan mayor verosimilitud al relato. En la primera parte, la acción transcurre durante 1917 y 1918. El artículo de Pajarito de Soto inicia el relato, pero remite a un hecho ocurrido antes, el atentado contra un obrero. Los capítulos I-III se centran en acontecimientos que suceden durante 1917 (encuentros de Miranda con Lepprince, María Coral y Pajarito de Soto, asesinato de Pajarito y Savolta), y los capítulos IV-V en sucesos de 1918 (entierro de Savolta, muerte de Claudedeu, atentado fallido a Lepprince en el Liceo). Miranda se traslada a Valladolid a finales de 1918 y regresa a principios de 1919.

En cuanto al orden en que se cuenta, en la segunda parte se sigue un cierto orden cronológico, pero, sobre todo, en la primera parte hay frecuentes analepsis (“flash back”) o vueltas atrás para aclarar sucesos o presentar antecedentes de los personajes. Es el lector el que tiene que ir componiendo en la cabeza el orden cronológico de la sucesión de los hechos. La acción, en esta segunda parte, se desarrolla a partir del año 1919, aunque hay saltos temporales hacia el pasado (el encuentro de Nemesio con Pajarito en diciembre de 1917 y las entrevistas de Nemesio con el comisario Vázquez).

 

Estilo

 

Destaca por la mezcla de tendencias, discursos narrativos y registros lingüísticos. El autor parece haberse ocultado tras los diversos niveles de escritura que utiliza a lo largo de la obra. Las variantes idiomáticas responden en ocasiones al uso de determinados lenguajes específicos, como sucede con el lenguaje administrativo-epistolar que utilizan el sargento Totorno y el comisario, o el uso administrativo que utiliza Vázquez para redactar su afidávit,  con un lenguajes judicial y forense. También el discurso periodístico y el discurso político en los artículos de Pajarito de Soto, que raya en lo panfletario. Hay momentos en los que la narración refleja tintes historicistas o datos relativos a la situación del país. Tenemos hay rasgos de la novela sentimental, parodias y un estilo muy literaturizado y decadentista en ciertos pasajes, a veces rayano en lo cursi o impostado

Las distintas variedades idiomáticas están determinadas por un factor sociocultural: lenguaje más cuidado, refinado y formal en la clase alt; coloquial entre los obreros y vulgar y soez en el cabaret (“putarranco”, “malparidos”…). En los diálogos destaca asimismo la variedad de registros: los bajos fondos, la naturalidad de la conversación, lo cursi, los catalanismos en el habla de la Doloretas… Las descripciones son rápidas, vivas, impresionistas en ocasiones, pues captan el ambiente mediante unas cuantas pinceladas.

Destaca como rasgo el humor. En ocasiones, el uso de la ironía y el humor sirven para quitar dramatismo a determinadas ocasiones o momentos históricos, como sucede en las cartas que intercambian el sargento Totorno y el comisario, que rompen la seriedad de la situación (la Barcelona terrorista, la enfermedad de Vázquez en África). El humor afecta también a los nombres de los personajes, como el caso de Nemesio “Cabra” o Domingo “Pajarito de Soto”. Recurre eventualmente a la animalización y cosificación en las descripciones de los personajes, que recuerda a las caricaturas de Valle-Inclán. En otras ocasiones, el estilo preciso y la descripción de los mismos, mediante detalles rápidos, recuerda a novelistas como Pío Baroja. De vez en cuando, se tiñe de lirismo algunas escenas o personajes, como, por ejemplo, Teresa

 

Significación y trascendencia

 

El alcance de la novela, al decir de Lázaro-Tusón, se sitúa en un triple plano: existencial, social y artístico. Desde el punto de vista existencial, se podría resumir en esta frase: “La vida es un tiovivo que da vueltas hasta marear y luego te apea en el mismo sitio en que has subido”. Téngase en cuenta la cita de W.H. Auden que encabeza el libro: “La clase cuyos vicios uso en la picota era su propia clase, ahora extinguida, salvo para supervivientes como él que recuerdan sus virtudes”. La significación socia se basa en que ofrece un panorama completo de un momento histórico, con el consecuente análisis.

En el terreno artístico destaca la imaginación del autor, la riqueza de matices en las descripciones de ambientes y personajes y su dominio de la técnica narrativa. Por la estructura caleidoscópica, el contrapunto y la alternancia de las voces narrativas, la pluralidad de personajes y la mezcla de estilos y géneros la novela presenta una pluralidad de voces que la acercan a la propia realidad. Combina el juego con lo grave, la ironía y el humor con una penetrante tristeza.

 

 

Bibliografía

 

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22.- Ejemplo de comentario.

“La dulce boca que a gustar convida”

El anterior soneto pertenece sin duda a la obra de Luis de Góngora, pues contiene características que confirman su estilo culterano, en oposición al conceptismo que cultivó su rival poético Francisco de Quevedo. Ambas maneras poéticas conformaron la corriente literaria dominante en el siglo XVII, el Barroco.

Ya en el tema principal del soneto se aprecia la mentalidad barroca, pues Góngora advierte del peligro que posee el darse ciegamente al amor (“La dulce boca .. amantes, no toquéis, si queréis vida”). Este aviso a la prudencia contrasta con los tópicos renacentistas que propugnaban justo lo contrario: la devoción entrega a un sentimiento ennoblecedor (colligo virgo rosas y carpe diem). Ahora en el Barroco, la causa de este pesimismo radica en el desengaño en que se funda su poética, que aparece expresamente en el poema al justificar en él que hay que ser prudente ante una realidad que siempre es engañosa (“No os engañen las rosas”). La contraposición de los ideales renacentistas al lado de la decepción que nos puede producir su falsedad evidencia otra idea central en la poética barroca: el contraste. El poema presenta de forma antitética las falsas apariencias (“dulce boca” “humor entre perlas destilado”) que serán derrotadas por la realidad (las “manzanas de Tántalo”), confirmando así que estamos ante un poema representativo del Barroco. Y además lo hace mediante una ornamentación exagerada en el vocabulario y la sintaxis, característica propia de una época que compensaba con la exageración formal todo el vacío que apreciaba en la realidad.

21.- Poemas de Lope de Vega

“Ir y quedarse, y con quedar partirse”

“Desmayarse, atreverse, estar dichoso”, que parece basado en este de Quevedo:

Osar, temer, amar y aborrecerse,
Osar, temer, amar y aborrecerse,
alegre con la gloria atormentarse;
de olvidar los trabajos olvidarse;
entre llamas arder, sin encenderse;
con soledad entre las gentes verse,
y de la soledad acompañarse;
morir continuamente; no acabarse;
perderse, por hallar con qué perderse;
ser Fúcar de esperanza sin ventura,
gastar todo el caudal en sufrimientos,
con cera conquistar la piedra dura,
son efectos de Amor en mis lamentos;
nadie le llame dios, que es gran locura,
que más son de verdugo sus tormentos.

LOS POEMAS SOBRE ISABEL OSORIO.

b) “Mira, Zaide que te aviso“, y su génesis.

En este romance nuevo (frente a los romances viejos, medievales, anónimos y de tradición oral), Lope adopta la forma de los romances moriscos, que solían desarrollar historias de amor entre musulmanes/as y cristianos/as en el período de la Reconquista.

c) “Suelta mi manso, mayoral extraño”. Este soneto pertenece a un ciclo de tres sonetos en que Lope se manifiesta dolido por el abandono al que le había sometido Isabel poco antes para ir a parar junto al rico sobrino de un cardenal. En estos poemas, Lope compone una alegoría pastoril, llena de metáforas en clave que evocan sus amores con Elena (manso-Elena / sal-amor / choza-hogar…).