Arxiu mensual: novembre de 2014

21.- Poemas de Lope de Vega

“Ir y quedarse, y con quedar partirse”

“Desmayarse, atreverse, estar dichoso”, que parece basado en este de Quevedo:

Osar, temer, amar y aborrecerse,
Osar, temer, amar y aborrecerse,
alegre con la gloria atormentarse;
de olvidar los trabajos olvidarse;
entre llamas arder, sin encenderse;
con soledad entre las gentes verse,
y de la soledad acompañarse;
morir continuamente; no acabarse;
perderse, por hallar con qué perderse;
ser Fúcar de esperanza sin ventura,
gastar todo el caudal en sufrimientos,
con cera conquistar la piedra dura,
son efectos de Amor en mis lamentos;
nadie le llame dios, que es gran locura,
que más son de verdugo sus tormentos.

LOS POEMAS SOBRE ISABEL OSORIO.

b) “Mira, Zaide que te aviso“, y su génesis.

En este romance nuevo (frente a los romances viejos, medievales, anónimos y de tradición oral), Lope adopta la forma de los romances moriscos, que solían desarrollar historias de amor entre musulmanes/as y cristianos/as en el período de la Reconquista.

c) “Suelta mi manso, mayoral extraño”. Este soneto pertenece a un ciclo de tres sonetos en que Lope se manifiesta dolido por el abandono al que le había sometido Isabel poco antes para ir a parar junto al rico sobrino de un cardenal. En estos poemas, Lope compone una alegoría pastoril, llena de metáforas en clave que evocan sus amores con Elena (manso-Elena / sal-amor / choza-hogar…).

20.- Contenidos del examen del 15/12/14

a) POESÍA DEL BARROCO. Aparecerá un poema sin mención del autor. Identificarlo, señalar las características de la corriente poética a la que pertenece (Conceptismo, entrada 14 y Culteranismo, entrada 19), su tema principal, y la manera como aparece en él la mentalidad e ideología del Barroco, que puede estar preguntada de forma directa, o algún rasgo de su estilo. Prepáralo estudiando los comentarios de poemas hechos en clase y/o enlazados en el blog.

Solo aparecerá uno de los poemas trabajados en clase:

De Quevedo:
“Si eres campana, ¿dónde está el badajo?”
“Fue sueño ayer; mañana será tierra”.
“Madre, yo al oro me humillo”
“Retirado en la paz de estos desiertos”
“Miré los muros de la patria mía”

De Góngora:
“Ándeme caliente…”
“Amarrado al duro banco de una galera turquesca…”
Versos 1-31 de la Soledad I.
“Prisión de nácar era articulado”

De Lope:
“Un soneto me manda hacer Violante”
“Desmayarse, atreverse, estar dichoso”
“Ir y quedarse, y con quedar partirse”
“¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?”
“Mira, Zaide, que te aviso”.

b) DQ. Demostrar la lectura de las aventuras de que se ocupan los capítulos de lectura obligatoria (entrada 12). Aparecerá el tútulo de algunos episodios o conceptos de los indicados en la entrada 13, para desarrollar en unas 5 líneas cada uno.

20.- Los “sonetos de repente”: la autorreferencia o la metapoesía.

En paralelo a la metaficción, que desarrolló Cervantes en el DQ, en la poesía barroca se sucedieron juegos similares.

Baltasar del Alcázar.

Yo acuerdo revelaros un secreto
en un soneto, Inés, bella enemiga;
mas, por buen orden que yo en éste siga,
no podrá ser en el primer cuarteto.

Venidos al segundo, yo os prometo
que no se ha de pasar sin que os lo diga;
mas estoy hecho, Inés, una hormiga,
que van fuera ocho versos del soneto.

Pues ved, Inés, qué ordena el duro hado,
que teniendo el soneto ya en la boca
y el orden de decillo ya estudiado,

conté los versos todos y he hallado
que, por la cuenta que a un soneto toca,
ya este soneto, Inés, es acabado.

Lope de Vega

Soneto de repente

Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.

17.- Los poemas amorosos de Quevedo.

Quevedo recoge la tradición del Renacimiento pero la adapta a la mentalidad desengañada del Barroco y la enriquece con metáforas originalísimas:
del “más helada que nieve, Galatea” de Garcilaso, concibe “Hermosísimo invierno de mi vida”. De la metáfora de los dientes como perlas y los labios como rubís: “Traigo todas las Indias en mi mano”.

Quevedo cultiva el tópico del amor más poderoso que la muerte.

Amor constante más allá de la muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera:
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

Definición del amor

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

Este último poema es fácil de relacionar con uno similar de Lope de Vega.

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Y con la lejana descripción del amor que da Celestina para convencer a Melibea de la bondad de entregarse a Calisto.

CELESTINA. Es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una deleitable dolencia, un alegre tormento, una dulce e fiera herida, una blanda muerte.