Ante de entrar en materia audiovisual, sería conveniente dar un paseo por una página web creada por los mismísimos nietos de Jardiel: http://jardielponcela.blogspot.com/
En ella, pues se nos desvela un Jardiel más secreto y familiar, vemos sus papeles y sus dibujos y viene a ser como echar un ojo al álbum familiar.
1.-El teatro en el siglo XX.
En los inicios del siglo XX convivieron una buena serie de escuelas teatrales que sirvieron de antecedente al estilo de Jardiel. Por ejemplo, el teatro poético, modernista tardío, lleno de lirismo y heroicidad le sirvió como objeto de parodia, el teatro burgués, con enredos amorosos y con escenarios llenos de lujo, para llegar a un público pudiente.
Pero desde luego, las fuentes retóricas de las que bebe, su concepto del humor y del ingenio deriva de la astracanada y del sainete. La astracanada -de Astracán. una ciudad rusa del Carpio- fue un tetro que jugaba con las situaciones disparatadas, los personajes extravagantes y un manejo del lenguaje exclusivamente enfocado al humor. La venganza de don Mendo de Pedro Muñoz Seca, por ejemplo, es una parodia del teatro histórico modernista, de la que presentamos un fragmento -la narración de una partida de siete y media- en boca de un inconmensurable actor cómico español: Manolo Gómez Bur.
El sainete es una pieza en un acto, jocosa y llena de embrollo, ambientada en el madriz castizo -casi costumbrista- y hablada en una jerga dialectal. Caros Arniches escribió multitud. Veamos una representación de La Venganza de la Petra.
2.- El teatro del absurdo
A mediados del siglo pasado se desarrolló -basicamente por parte de escritores de distintas nacionalidades pero asentados en Paris- ua corriente dramática que escenificaba tramas sin sentido, repetitivas, atmósferas oníricas, nonsense. Por las mismas fechas y en la misma ciudad se estaban escribiendo los libros capitales del existencialismo, y seguramente ambas tendencias tiene mucho en común, sobre todo en la visión del hombre como un ser perdido en el mundo, sin esencia, sin validez.
El humor es también un rasgo definitivo de este tipo de teatro que en los diálogos potencia lo ilógico y el disparate y en este sentido y sin conocerse, el teatro de Mihura, de Jardiel y de nuestros autores supone un escondido antecedente -aun sin la carga filosófica- del absurdo. De hecho Eugène Ionesco siempre consideró que Mihura había hecho lo mismo que él años antes.
De este autor os ofrezo un fragmento de La lección en el que un profesor y una alumna sirven de excusa para ofrecer una visión de los mecanismos de la dominación y el poder.La calidad de imagen es deficiente, pero eltexto sumamente revelador.
Y un segundo fragmento de La cantante calva, su obra más conocida, que refleja las miserias y pobreza espiritual de la sociedad burguesa.
3.- Las vanguardias.
Jardiel y toda la otra generación del 27 se vieron influidos por la agitación estética, casi política, que supusieron las vanguardias. En el lenguaje, en el humor o en el desprecio a los convencionalismos coincidieron muchas veces con la literatura de la modernidad europea.
El Futurismo, por ejemplo, influyó en Jardiel y en su gusto por las máquinas. Es conocido el poema que dedicó a su coche, un Ford V8. También se sentía especialmente atraido por la gran ciudad y por sus bloques de cristal y cemento. Dedico otro de sus poemas a Nueva York. Veamos un pequeño documental sobre el Futurismo.
Del Dadaismo tomo el placer de la tipografía. Le gustaba en sus novelas jugar con el tipo de letras, con dibujos y diseños. Veamos un nuevo documental, ahora sobre el Dadaismo.
Del surrealismo tomó el humor y la desinhibición. Creía que el humorismo tenía como raíz la sinrazón, igual que las vanguardias y que el ensueño, también muy presente en su obra. Veamos un video que nos explica el movimiento.
4.- Enrique Jardiel Poncela
La figura de Jardiel dsifrutó de pocas grabaciones cinematófráficas, a pesar de que estuvo en Hollywood y dirigió algua película. Una de las escasas menciones audiovisuales fue el anuncio de su muerte en el NO-DO, un noticiario documental que el franquismo obligaba a proyectar antes del pase de una película en los cines. Veámoslo
Lo que si que tuvo un amplia representación fílmica fueron sus obras de teatro. Varias de ellas fueron llevadas al cine, una de las primeras Eloísa está debajo de un almendro, dirigida por Rafael Gil en 1943.