LA OTRA CARA DE LA PROFESORA

Era un lunes, el día era oscuro, Carla tenía cara de que ya se
Había inventado alguna bromita para la profesora. Todos los niños estaban impacientes por ver Carla en acción. Al llegar a clase, Carla sonrió, la profesora abrió la puerta, cogió el bolígrafo y le cayó un bote de pintura encima. Todos los niños empezaron a reír, la profesora pegó un grito. Todos los niños viendo la horrorosa hilera de dientes afiladas de la profesora callaron. Carla estuvo en el despacho del director hasta terminar la escuela. Después volvió del despacho a la clase, el ambiente era muy oscuro, la profesora estaba haciendo fotocopias en la sala de profesores, en la escuela no había nadie, más. De repente la puerta se cierra de golpe. Entra la profesora, con cien tentáculos viscosos bajo su falda, Carla, estremecida, grito y empezó a correr hacia la puerta. No la podía abrir y comenzó a pegar golpes, un tentáculo de la profesora la cogió y la sentó en la silla llenando de baba toda la mesa. Carla dijo:
-Déjame marchar, no quería hacerte lo de la pintura.- Exclamó con los ojos llorosos.
-Si no te callas sufrirás mucho! – dijo la profesora.
Carla se levantó, corrió hacía el final de la clase, la profesora la persiguió y de un tirón se la zampó. La profesora fue dejando un rastro de baba en el suelo. Carla estaba bien, sólo estaba dentro de una bolsa llena de baba. Empezó a arañar los lados y abrió un agujero saliendo del cuerpo de la monstruosidad que era la profesora.

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà