QUE NOCHE TAN ESPELUZNANTE

Érase una vez, en otoño, se acabaron las vacaciones y empezó el cole. Un día en que había mucha niebla en la calle Sombría número 16. Era de noche y Marta, la niña que vivía en esa casa, llegó del cole. Fue a su habitación a jugar con sus muñecas. Una se llamaba María, la otra se llamaba Sandra y la otra Remedios. Pero Remedios había desaparecido, y la niña gritó:
-¡Papaaaaaa! ¿has visto mi muñeca Remedios????
Y su padre le contestó:
-No hija, no. No la he visto, debe estar en tu habitación.
Marta empezó a buscarla por todos lados pero no la encontró. Al cabo de un rato, Marta se fue a la cama y a las 4 de la madrugada oyó un ruido tan horrible que le puso los pelos de punta. Se levantó y bajó a ver qué pasaba.
-¿Papá, eres tu???? -Dijo Marta con la voz temblorosa.
Pero su padre no le contestó. Tuvo un poco de miedo y siguió buscando. La nevera estaba abierta, había un cuchillo fuera del cajón, a Marta le entró tanto miedo que empezó a temblar y un escalofrío le recorrió desde los pies hasta la cabeza y fue corriendo a su cama.
Ella pensó:
-No se qué me está pasando…Escondió la cabeza debajo del cojín hasta que se durmió.
A la mañana siguiente fue a decírselo a su padre.Este le contestó que debían ser imaginaciones suyas pero Marta seguía asustada porque estaban pasando cosas muy raras…
Luego ella siguió investigando pero no encontró ninguna pista, ni de su muñeca, ni de lo de anoche.
Durante el día todo fue normal, sin sorpresas. Se fueron a comer y luego, por la tarde, su padre se fue a la compra y se quedó sola…
Subió a la habitación y volvió a oír ruidos espantosos por el piso de abajo y dijo:
-¿Papá, ya has vuelto de la compra????
Una voz grave le contesto:
-Ahora solo estamos tu y yo Marta. Ja ja ja…
Marta tenía mucho miedo, se iba encogiendo dentro del armario, se quedó inmóvil y no podía mover un solo músculo de su cuerpo. Cada vez se oían los pasos más cerca y Marta cada vez se ponía más al fondo del armario.
Hubo un minuto de silencio y luego “pam, pam, pam”. Alguien estaba dando unos golpes espeluznantes, horrorosos, en la puerta Marta se puso pálida y el corazón le latía a 100 por hora.
-Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!!!! – Gritó Marta.
Luego desde fuera se oían unas risas muy fuertes de su hermano Aarón.
Marta salió y los dos se pusieron a reír muy fuerte. Ya le estaba volviendo el color en la piel.
-¡Jajajajajajajajajajajajajajajajaja!!!! ¡Este año si que me has pillado para halloween!!!!!
Luego, cuando su padre volvió de la compra dijo:
-¿Pero que son estas risas???? Habeis empezado halloween sin mi. Sacaron las calabazas y las pizzas y fue una noche muy especial y divertida..

 

 

 

 

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