Una noche de niebla y de frío un señor estaba andando tan feliz por la calle y de repente escuchó una vocecita por en espalda.
– Morirássss…
Queria coger las llaves de la puerta de su casa pero no las encontraba, miró a su alrededor y, vio una muñeca toda ensangrentada. Entró rápidamente a su casa, tenía sudor frío, piel blanca y los pelos de punta. El hombre iba a sentarse, oyó el sillón balanceándose y, vio a la muñeca. Sentía pasos por su espalda, estaba tan asustado que se quedó paralizado y…