En la noche más tenebrosa del año, la noche de Halloween, una pareja muy curiosa, se casaron. Al terminar la ceremonia los novios y sus invitados se fueron al restaurante Castillo de Rosas.
Al empezar el banquete el perro del hermano de la novia empezó a vomitar un moco muy baboso. Luego un chico y la persona que tenía al lado empezaron a encontrarse mal, después toda la gente de la mesa. La novia, el novio y dos personas más se fueron de allí, pasados 30 minutos el novio entró en el restaurante y vió que todos los invitados eran vampiros. Se fue, avisó a la novia y a los otros supervivientes, marcharon corriendo del restaurante y se fueron a la iglesia porque sabían que el agua bendita quemaba a los vampiros y que los vampiros no pueden entrar en las iglesias porque son demonios. Esperaron que saliera el sol y los cinco emprendieron el camino al restaurante, al entrar no había nadie, se habían ido todos. Dos de los supervivientes, al entrar en el restaurante, se convirtieron en vampiros, los otros tres se fueron a buscar a los otros para matarlos. Al llegar al pueblo, por la tarde, empezó a llover, no se veía nada, se encontraron con dos vampiros. La novia cogió el agua bendita y se la arrojó a los dos vampiros pero como llovía y había una niebla muy tenebrosa el agua bendita se mezcló con el agua de la lluvia. La novia, con sangre fría, cogió al vampiro y le clavó una estaca de madera en el corazón, segundos más tarde el vampiro murió. El novio estaba intentando que el otro vampiro no le mordisqueara el brazo ni el cuello pero le salió mal y el vampiro mordió al novio.
Él le dijo, con una voz oscura y grave, a ella:
– Cariño, vete porque dentro de nada no te reconoceré y que lo sepas, lucha para sobrevivir, te quiero.
La novia, muy triste, se fue con el último invitado que quedaba vivo. Andando se encontraron con todos los vampiros que eran los invitados
La novia y el chico, con sangre muy fría, empezaron a apuñalar a los vampiros en el corazón, no podían con todos pero llegó el sacerdote, rezó una oración y lanzó su cruz encima de los vampiros, todos se quedaron atontados. La novia y el chico los mataron a puñaladas. Pasados unos días, en la casa de la novia llamaron y ella abrió la puerta.
-Hola, que haces tu aquí!!!
Y el novio contesto:
-No se que pasó pero después de que te fuiste me encontraba raro. Al final no fue nada porque, como te quiero tanto, el amor puede con todo.
Daily Archives: 18 de novembre de 2014
La casa encantada
Era verano y una familia estaba en su casa buscando una oferta por internet para ir de viaje cerca de la playa. El padre, Juan, la madre, María y la hija Sandra. Cuando por fin encuentran la oferta de viaje, se enamoran, hay unas fotos estupendas, el paisaje es bonito, la decoración de interior es magnífica y por un precio buenísimo.
Ha llegado el día, ellos están en el aeropuerto cargados de maletas y suben al avión. Cuando llegan a su destino entran en la casa y Sandra dice:
¡Es muy bonita y alegre! ¡Me encanta!
Llega la hora de cenar, preparan algo de comer y su madre dice:
¡A cenar!
Estan cenando los tres en una mesa redonda y de color negro oscuro como el carbón. Llega la hora de ir a dormir. Los padres de Sandra duermen en una habitación y Sandra en otra. Todos están durmiendo en su cama y a las tres de la madrugada Sandra se despierta porque tiene que ir al baño. Todo está oscuro y ella tiene miedo de ir sola al baño porque está a la otra punta de la casa. Va andando poco a poco y enciende todas las luces por donde va pasando.Todas las luces que ha encendido Sandra se apagan de repente. Se oye una voz tenebrosa que dice:
¡Sandra…! ¡Sandra…!! ¿Qué haces tú aquí?? ¡Esta es mi casa!!! ¡Fuera! ¡No te quiero en mi casa, no eres bienvenida! ¡O sales ahora mismo o mañana te pasará una cosa terrible! ¡Alguien te matará!!!!! Ja ja ja ja
De pronto, esa voz terrible y tenebrosa desaparece y se vuelven a encender todas las luces. Sandra no sabe qué hacer porque si saliese de esa casa no sabría donde ir, entonces se queda ahí a pesar del miedo y se duerme. A la mañana siguiente, Sandra y sus padres se despiertan a las 10:00 y Sandra tiene miedo. Le explica todo a sus padres, cuando de repente se oye el timbre: ding dong…!
Sandra grita aterrada:
-¡No!!! ¡No abras!
Su madre le responde:
-Hija… Eso que nos acabas de contar es una tontería.
La madre de Sandra abre la puerta y se ve un hombre. Sandra, que observaba detenidamente, se dá cuenta de que entre la chaqueta de aquel hombre, se asoma lo que parece ser el mango de un cuchillo. El hombre se saca el cuchillo del bolsillo, lo deja encima de la mesa y se va.
Una niña guapísima y hermosísima llama a la puerta, la abren, agarra el cuchillo que dejó el hombre en la mesa, también se va. Al cabo de un minuto, la niña llama a la puerta y la vuelven a abri. Saca el cuchillo que se había llevado antes y… le cambia totalmente la cara, ahora es horrible, tenebroso y muy terrorífico. Todos se asustan, a la niña le cae una gota de sangre de su frente y se la recoge con el cuchillo. De repente se lo cambia de mano y… a unos milímetros del cuello de Sandra…
Aaaaaaahhhhhh!
Sandra se despierta. ¡Era todo un sueño! Sandra respira aliviada, le explica todo a su madre y le dice:
Ya pasó, ya pasó…
Llaman al timbre y Sandra grita “¡ahhh!” Abren la puerta y… ¡Soy el cartero! ¡Ufff!… ¡Menos mal!
Aquel humo en aquella casa
Erase una vez una casa donde había dos niñas gemelas, jóvenes, con el pelo largo y castaño claro, llamadas Aly y Sam.
Estaban en la cama durmiendo cuando de pronto Aly se despertó porque oía un ruido sibilante, pero no había nadie en la habitación, se volvió a oir el ruido pero esta vez no se despertaron ninguna de ellas. Seguidamente entró un humo azul por la habitación con olor a acre. pasados unos minutos se vió que entraba una sombra pequeña y que estaba más cerca de la cama. Se oía más el ruido, entonces se despertaron las dos gemelas y vieron una niña pequeñita con cara amenazadora que les decía que tenía hambre. Asustadas, temblando, querían pedir ayuda pero por desgracia la niña había cogido sus móviles y claro, ¡¡¡No podían llamar!!! De pronto se oyó que alguien pegaba golpes en la puerta, abrieron y no había nadie. También se oían golpes en el primer piso, en las ventanas, en el armario y tampoco había nadie. ¡La niña llamaba “mamá, mamá”! Y se oían más golpes. Las niñas decían, tenemos que hacer algo…
En casa solo
Era una noche oscura, en Coolman estaba en su casa solo, sus padres habían ido a una fiesta de disfraces. En Coolman era un niño muy imaginativo, capaz de mirar al suelo y ver un monstruo. Acabo de cenar y se fue al sofá a mirar la televisión, en el aparato no hacían nada sólo una película de terror. Cogió un libro y se puso a leer, trataba sobre una familia tenebrosa que se iba comiendo a la normal, de repente comenzó a ver cosas extrañas, pero él ya lo sabía y no se preocupó. Los tocó pero los monstruos no se iban, olía a ácido y comenzó a correr. También sudaba, por todo el cuerpo y a cada paso que daba se iba cansando más. Hasta que se dió un golpe y no pudo correr más. Los monstruos que lo seguían lo encontraron, lo devolvieron a casa y en el sótano se oyo un ruido muy fuerte…
Terror en el bosque desconocido
Una tarde de invierno, Carlos estaba en su habitación pensando en su papá que había muerto en un accidente de avión cuando volvía de hacer negocios en Estados Unidos. Le preguntó a su mamá:
-¿Mamá, puedo ir al cementerio a llevarle flores a papá?
La madre le dijo a su hijo:
-Si, hijo.
El niño a las 19:00 se puso su chaqueta, cogió las flores que le dejó su mamá encima de la mesa del comedor y se fue. Cuando llegó al cementerio corrió a la tumba de su padre a dejarle las flores, luego le habló de como le iba en el colegio y como lo echaban de menos en la familia.
Después pensó que era muy pronto para ir a casa, todavía eran las 19:30 y su madre le había dicho a las 20:00. Fue caminando y se encontró un bosque oscuro, a pesar de ello, entró sin problema, cuando llegó al centro vio una luz tan intensa que no podía parar y se sentó al lado de la luz. Escuchó sonidos raros, sonidos de arbusto, el con miedo preguntó:
-¿Quien anda ahí?
Nadie le contesto, pasaron 3 minutos y el sonido se volvió a escuchar, aparte de esto se vio una persona moviéndose por detrás de los arbustos.
Él, petrificado, se levantó y en el mismo instante…
Zas! Un hombre muy fuerte lo cogió y se lo llevó a un castillo de la edad media y nadie más lo volvió a ver.
Hay gente que dice que si cuando vas a los bosques oyes unos ruidos de arbusto te vayas rápidamente que es el alma de Carlos.