36.- Elementos de la biografía de Lope.

A partir de la información de las páginas IX-XVI, amplía los siguientes aspectos de la biografía de Lope de Vega (1562-1635).

a) El origen plebeyo de su familia.

b) Su carácter de “niño prodigio”.

c) Su intenciones sacerdotales y su contacto con la milicia.

d) Su affaire con Elena Osorio.

e) Su primera mujer, Isabel de Urbina. Su estancia en Valencia y su influencia en su teatro.

f) Nuevos problemas con la justicia.

g) Su segunda esposa: Juana de Guardo.

h) Micaela Luján.

i) El sacerdocio de Lope (1612).

j) Su último gran amor: Marta de Nevares.

35.- El arte nuevo de hacer comedias de Lope de Vega, 1609. Visita virtual a un corral de comedias.

-Presentación de Lope de Vega para la película Lope,  de A. Waddington, 2010.

Vídeo sobre los espacios en que se representaba el teatro del Barroco (las comedias, los autos sacramentales y el teatro cortesano o palaciego).

Aquí, imágenes y planos de corrales de la época de Lope.

Juan Eslava Galán, EL PAÍS SEMANAL, diciembre de 2003.EL TEATRO. El teatro es la gran pasión de casi todas las gentes. El programa cambia cada semana. A la hora de la función, a media tarde, los artesanos cierran la tienda, se visten de caballeros -espada al cinto, sombrero calado- y se van al teatro a encontrarse con los amigos y a ojear a las amigas.
Los hombres se sitúan en el patio: los comerciantes pudientes, delante del escenario, en bancos de madera; los menos pudientes (llamados mosqueteros), detrás de ellos, de pie. Las autoridades y las mujeres se acomodan en la cazuela, una especie de gran palco situado sobre la puerta de entrada. Los nobles y los ricos alquilan para sus familias los aposentos, en las fachadas laterales. Un aposento vale 12 reales, mientras que la entrada de un mosquetero, sólo un real o menos. En la sala hay vendedores ambulantes de aloja, lima y tablillas (pastas de harina, huevo y canela).
El teatro más antiguo de Madrid, en la plaza de Santa Ana, es el corral de la Pacheca (1583), que en tiempos de Alatriste, cuando triunfaba en él Lope de Vega, se llamaba corral del Príncipe. Hoy, reedificado en el siglo XIX, se llama teatro Español.
El escenario está situado frente a la puerta de entrada, sobre un tablado, y los vestuarios y los corredores con las tramoyas están detrás. Además de actores tan famosos como Juan Rana o La Calderona (amante del rey y de Alatriste en la quinta entrega de la serie), el corral dispone de hábiles tramoyistas capaces de cambiar el escenario en un santiamén, fingiendo tormentas, mares, desiertos y toda clase de trucos y efectos especiales, cuya importancia en el conjunto del espectáculo crece de día en día: ascensos al cielo, rocas que se abren, paisajes en perspectiva, ríos, fieras… Los actores entran y salen por los escotillones, orificios practicados en el tablado.
Cuando la obra gusta, los espectadores aplauden. A veces el entusiasmo es fingido porque los autores sobornan a algunos mosqueteros para que aplaudan. Si la obra decepciona, los mosqueteros prorrumpen en pateos o silbidos y arrojan a los actores huevos, frutas o verduras en mal estado, e incluso edificio (es decir, cascotes de yeso). Puede ocurrir que la bronca resulte más teatral que la propia representación. Existen camorristas profesionales contratados para hundir las obras de ciertos autores.

 

1.- Enlace al Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, de Lope de Vega, 1609.

2.- Características de la comedia nueva.
1. Rasgos que caracterizan la estructura de la comedia.

a. Consta de tres actos (frente a los cinco del teatro clásico), Así se adapta a las partes de la acción: planteamiento, nudo y desenlace. El planteamiento debe ser rápido; el desenlace, en la escena final. Lo esencial es la intriga (en Calderón, las comedias de intriga son más complejas. En La vida es sueño la intriga que aporta Astolfo, Estrella y Rosaura podía haberse omitido; la historia de Segismundo hubiera sido suficiente para crear la comedia. Sin embargo, Calderón la añade para sujetarse en parte a los cánones de la comedia de su tiempo). Con todo ello se cumple el objetivo de que el público no se aburra.
b. La acción será movida y variada (no se tiene en cuenta la unidad de acción del teatro clásico). La comedia presenta dos acciones paralelas, como mínimo: 1) protagonizada por los personajes elevados, 2) la desarrollada por los criados. En las obras de Calderón predomina la unidad de acción. La vida es sueño es una excepción. Otro rasgo diferente con respecto a otros dramaturgos se refiere a la estructura de la acción. Calderón parte de una idea dramática que va desarrollando. Así en La vida es sueño, presenta al principio el germen de dos conflictos que irá desarrollando e interrelacionando.
c. No tiene en cuenta la unidad de tiempo y lugar.
d. Mezcla lo trágico y lo cómico. (El elemento cómico no tiene una gran representación en La vida es sueño, incluso el gracioso muere).
e. Variedad de estilo (adecuación del comportamiento y del lenguaje a la realidad de cada personaje).
f. Variedad de versos y estrofas (polimetría). Romances para los relatos; sonetos en los soliloquios; décimas para las lamentaciones; tercetos para los diálogos graves; redondillas para diálogos amorosos.
g. Abundancia de cancioncillas tradicionales. Es una excepción La vida es sueño; los temas no lo requieren.

 

34.- Contenidos del examen de LVSECS. 5/2/16

Este examen valdrá 3 puntos de los 10 del valor total del trimestre (2 del control de lectura de LVSECS más 4 de El caballero de Olmedo).

 

-REsponder algunas preguntas de la guía de lectura que hemos completado en clase.

-Desarrollar alguno/s de los siguientes temas:

La parodia de los géneros narrativos.

La estructura y técnica narrativa.

El marco histórico y las clases sociales.

Temas principales (la política, las tensiones sociales, el amor).

El pastiche de influencias literarias.

El perspectivismo o LVSECS como novela caleidoscópica.

MIranda.

Lepprince.

María Coral.

33.- Personajes femeninos en LVSECS.

 María Coral

María Coral es el principal personaje femenino de la obra. Es una joven acróbata y bailarina, gitana, que pese a ser muy bella no es una mujer idealizada: sus ojos grandes, oscuros, como su pelo, sumados a su delgadez y facilidad de movimientos le hacen seductora a ojos de representantes de todas las clases sociales. Representa a las clases más marginales de la sociedad de la época, los artistas nómadas que deben ceder a la humillación para subsistir; así, su trabajo con los dos forzudos ocultaba una especie de esclavitud. Se le puede atribuir un movimiento ascendente durante el desarrollo de la novela: de esos matones que la someten laboral e incluso sexualmente, pasa a ser utilizada de la misma forma por Lepprince, pero consolidando una mejora de su nivel de vida. Su matrimonio con Miranda, que funciona de tapadera de los manejos de Lepprince, servirá para fraguar una convivencia, que luego se convertirá en cariño para al final ser amor hacia su marido, con el lapso de su fuga con Max.

María Coral representa el arquetipo de la mujer hechicera o mujer fatal. Es consciente de su atracción física, lo que le hace parecer fría y manipuladora cuando acepta su matrimonio con Miranda. No obstante, es una mujer pasional y entregada hasta el punto de olvidar la seguridad de su vida en los momentos en que se siente indigna, como en su intento de suicidio por la humillación a que ha sometido a su marido.

Como mujer hechicera, está varias veces cerca de la muerte: en un conato de envenenamiento por parte de Max; en el intento de suicido antes referido y en su caída por un precipicio en su fuga con Max.

Al final vemos cómo María Coral y Miranda compartirán su vida, aunque lejos de Barcelona. Finalmente María Coral se ha enamorado de Javier Miranda después de que este la haya amado en un sufrido silencio. El final de la novela, con ambos cónyuges en Nueva York, da una lectura optimista del amor como salvador de una vida en apuros, como sucedía en las novelas folletinescas.

“Misteriosa, me atrevería a decir: como la tumba de un faraón jamás hollada. Dentro puede aguardar la belleza sin límites, el arcano latente pero también la muerte, la ruina, la maldición de los siglos.” (LVSCS: 63)

 

María Rosa Savolta

La hija de la familia Savolta es una chica más bien sosa y monjil. María Rosa Savolta termina sus estudios en un internado religioso y elitista, y sigue su destino de no relacionarse con nadie de fuera de su círculo de la alta burguesía.

María Rosa es una mujer inocente y débil que es seducida por Lepprince sin que los lectores asistamos al desarrollo del cortejo. Su anuncio de compromiso es presentado por sorpresa, así como su embarazo es anunciado repentinamente. Parece que las intenciones de Rosa no cuenten demasiado y que su devenir esté escrito, tal como podía pasarle a los miembros femeninos de su clase social. Su embarazo es presentado de esta misma manera, como el cumplimiento de un destino irrenunciable.

Siempre la vemos en su ámbito doméstico, donde suele repetir ceremonias de su clase social, como las conversaciones convencionales de los festejos. Es curioso cuando su marido la quiere distraer, al percibir de ellla que ella está desestabilizándose nerviosamente, lo haga en compañía de Miranda y María Coral, lo que parece una humillación más para su esposa.

Esta tendencia al encierro y a la inactividad se confirma tras la muerte de su marido, al verse sola con un bebé y abandonándose a ella misma. Su estado de madre viuda parece que le definirá como personaje futuro, no atisbándose una salida a su situación de representante de la burguesía femenina más pasiva.

-¿Yo? Qué disparate, Neus… ¿de quién iba yo a enamorarme metida todo el día en el internado? (VSCS: 52-53)

Teresa

Es la mujer de Domingo Pajarito de Soto, el dogmatismo político del cual la somete a un abandono emocional y sentimental, lo que hace que Teresa se desespere y entre en una cierta decadencia. Su característica psicológica es la visceralidad, pues Teresa es de una autenticidad y entrega absolutas. Por ello, se refugia en Javier Miranda, amigo de su marido, que empieza siendo su paño de lágrimas y un amigo para Teresa, pero con quién acaba teniendo una relación extramatrimonial que se inicia a iniciativa de la propia Teresa. Después, también por decisión suya, se marchará con su hijo sin dar ninguna explicación ante la muerte de su marido. Podríamos decir que Teresa representa a la mayoría de mujeres de la época: sometida a la voluntad de su marido y viéndose reprimida la mayor parte del tiempo, sin una válvula de escape para si situación.

Es de destacar que aunque Teresa representa este papel pasivo, es quien posee la carta que durante toda la novela preocupa a Lepprince y que habiá escrito su marido dirigida a Miranda. Esta carta, auténtico mcguffin de la novela, está en sus manos sin que ella sea nunca consciente de su valor y es generadora de muertes inútiles a centenares de kilómetros de su poseedora.

“Oí una voz en la que reconocí a Teresa, una Teresa nueva, que me decía que me amaba, que la llevase conmigo, lejos de aquella casa, lejos de Barcelona, que por mí abandonaría a su marido y a su hijo, que sería mi esclava.”(LVSCS: 84).

32.- El perspectivismo en LVSECS. LVSECS como pastiche.

El perspectivismo de LVSECS

El narrador principal de la novela es Javier Miranda, que nos transmite gran parte de los hechos de la novela en primera persona, aunque no es este el único punto de vista desde el que accedemos a los hechos. A medida que avanza la lectura hay escenas en estilo directo (como el interrogatorio entre el Juez Davidson y Javier Miranda, página 20-21y otras en 3ª persona omnisciente (“Cortabanyes jadeaba sin cesar. Era muy gordo”). Otra variación narrativa importante la novela son los diferentes puntos de vista que aparecen en la obra y que están introducidos mediante documentos que no son puestos ante los ojos, como por ejemplo: los escritos de Pajarito de Soto, las cartas del comisario Totorno, el affidávit de Vázquez… 

En la primera parte de la novela domina la fragmentación de la historia, el montaje caleidoscópico y la presentación repentina de personajes y hechos. Aparecen también largas secuencias sin puntos y aparte (capítulo II), en las que los hechos se presentan ordenados. En los últimos capítulos domina un relato ágil y de ritmo rápido. En esa primera parte, tenemos:

-Artículo periodístico del 6-XII-1917 publicado en La Voz de la Justicia de Barcelona y    firmado por Pajarito de Soto.

-Notas taquigráficas de la Declaración de Javier Miranda el 10-I-1927 ante un juez de   Nueva York.

-Narrador omnisciente en tercera persona (fiesta de Fin de año en casa de los Savolta)

-Narrador en primera persona. Es Javier Miranda quien desde la distancia recuerda los              hechos acaecidos.

-Affidávit (documento que da fe) del comisario de policía Alejandro Vázquez (que       también murió asesinado poco después de que Javier Miranda abandonase España para          ir a EEUU) ante el cónsul de EE.UU, en 1926.

-Las cartas del sargento Totorno al comisario Vázquez, destinado en África.

 

Por tanto, la novela recoge la técnica perspectivista, que consiste en dividir la trama en fragmentos, expuestos además según puntos de vista diferentes, rompiendo así la coherencia narrativa propia de las novelas clásicas. Además, en esta presentación se desordena el orden temporal de la trama, convirtiéndola en un caleidoscopio. Esta manera de narrar tiene la ventaja de provocar engaños al lector, que acaba dudando de la fiabilidad de su lectura para conocer la realidad: por ejemplo, cuando sabemos que el personaje de clase alta que acudió a hablar con Nemesio Cabra a uno de los tugurios que este frecuentaba no fue Lepprince, sino Pere Parells.

Ejemplos de este tipo de narrativa durante la historia literaria del siglo XX pueden ser Manhattan Transfer, de John Dos Passos (1925), o en la literatura española, La colmena de Camilo José Cela (1955). En estas novelas asistimos a las historias cruzadas de un carrusel de personajes. Las acciones son descritas desde diferentes puntos de vista según el personaje que está focalizando y eso nos hace percibir el relativismo de la realidad; por ejemplo, María Coral es un personaje desvalido para Javier o una víbora para la dueña del local donde trabaja.

El «pastiche»

 

El pastiche es una técnica utilizada en literatura y otras artes, consistente en la imitación de diversos estilos de expresión. Esta técnica fue una más en que la novela de Eduardo Mendoza fue una obra pionera en la literatura en castellano. Aunque muchas veces era un recurso adecuado para producir la parodia, no siempre es así en el caso de Eduardo Mendoza.

A la novela policiaca, según dijimos, debe mucho la estructura general de la obra.  Abundantes ingredientes lo confirman: asesinatos, enigmas, sospechas, falsas pistas que desconciertan al lector, pesquisas de un comisario, interrogatorios y -sobre todo-, como en las novelas más típicas del género, la «aclaración del caso», al final, por medio de las revelaciones o «reconstrucción» del Policía.

Algunos elementos de la historia pueden recordarnos géneros vecinos: la novela de espionaje (con la figura de Max) o la novela negra americana de un Raimond  Chandler, por ejemplo (así, ciertos aspectos de la persecución de María Coral y Max por Javier).

Pero el otro gran género sometido a pastiche es la novela folletinesca. Su presencia en la obra es fundamental, y se percibe en tres aspectos. En primer lugar, en la importancia del enredo y de las aventuras: misterios, personajes que aparecen y que desaparecen inesperadamente, peripecias «rocambolescas»etc. En segundo lugar, son reconocibles los elementos folletinescos de las escenas de los bajos fondos: el cabaret y las tabernas, el hampa, los círculos de conspiradores, etc., con esa convivencia de lo mísero y lo noble. En tercer lugar -y sobre todo- hemos de destacar la anécdota sentimental: la historia de María, su origen oscuro, sus amoríos con el hombre rico y su peregrina boda con el hombre humilde, sus misteriosas «enfermedades», su intento de suicidio, sus fugas, sus retornos… A veces, se desemboca incluso en la novela rosa», como en ciertos diálogos amorosos con el protagonista, etc.

 

 

 

 

31.- Temas principales de LVSECS.

En una novela tan extensa y de influencias tan variadas como es LVSECS (1975), podemos situar tres temas centrales  en torno a los cuales se estructuran las peripecias de los personajes de la primera obra de Eduardo Mendoza.

Aunque se señala al inicio de la novela que los personajes y los hechos que la protagonizan son imaginarios, es evidente el trasfondo historiográfico que en ella se contiene. La riqueza y el hundimiento de la empresa Savolta tienen su causa en el origen y final de la I Guerra Mundial, ante la que España fue neutral, lo que permitió enriquecerse a sectores industriales como la burguesía barcelonesa, pues suministraba armas y otros enseres a los contendientes. Solo así puede explicarse el ascenso social y vertiginoso de oportunistas como Lepprince, a quienes esta oportunidad histórica les permitió acaparar una gran fortuna. Para beneficiarse de esta situación, era necesario estar a buenas con los poderes de la Restauración, el larguísimo régimen político de apariencia democrática que gobernó España desde 1874 hasta 1930. Solo con un sistema oligárquico era posible transformar la riqueza económica en poder político. Así, el maquiavélico francés Lepprince aspirará, en la cresta de la ola, a ser alcalde de Barcelona, lo que le lleva a interesarse por las prácticas caciquiles de manipulación electoral. Los adláteres de Lepprince, como Miranda, ayudarán a su ascenso político una vez que desea convertir en él su riqueza. El beneplácito del régimen se muestra, en la novela, con la visita del Rey a su mansión, donde Lepprince recibe a la vez las bendiciones de un poder que tres años más tarde debería aliarse con un dictador militar para perpetuarse.

El contrapoder político, en esta época, estaba fuera de la ley: las ideas anarquistas que pueblan Barcelona de atentados actúan de contrapeso frustrado a un régimen que no dudaba en utilizar la violencia para perpetuar sus privilegios. En este sentido, se desarrolla en la novela el segundo gran tema que la estructura: las tensiones sociales. Y es que la guerra subterránea entre patronos y anarquistas violentos aparecen en la obra de Mendoza. Claudedeu, el temido jefe de personal de la empresa, había perdido la mano en el famoso atentado del Liceo de Santiago Salvador, cometido en 1892. También, el mefistofélico Lepprince estuvo a punto de perder la vida en la acción violenta que Lucas el ciego intentó llevar a cabo también en el teatro. En este ambiente de miedo y represalias hacia las ideologías libertarias, se explica la injusta condena del grupo de la CNT que es fusilado injustamente en Montjuich, pues las piezas encajaban a la hora de culparles de la muerte de un patrono como Savolta. Se detecta cierta simpatía del autor por las manifestaciones pacíficas e intelectuales del anarquismo, patente en personajes represaliados mediante injusticia como el mestre Roca, o las simpáticas Misioneras del amor libre, el grupo feminista divulgador del amor libre.

Pero la alta burguesía industrial participaba también de la violencia para defender sus intereses de clase. Al inicio de la novela, el consejo de administración de la empresa es quien se sirve de la fuerza ilegal para apalizar a los cabecillas sindicales que promovían una huelga laboral.  La novela deja bien claro que la alta burguesía se aprovechaba de esta tensión para reforzar sus privilegios, pues también manejaba los hilos de la fuerza policial, como se ve en los interesados traslados del comisario Vázquez, promovidos por Lepprince, cuando este se ve amenazado por su investigación.

Pero Mendoza no ha escrito solo una novela social o política, pues sus personajes no solo se relacionan mediante el deseo de poder, sino a través de sentimientos. El género melodramático, o folletinesco, configura las relaciones amorosas entre algunos de ellos con sus huidas, identidades ocultas, muertes fingidas y situaciones al límite. No obstante, el amor más realista es el que se asegura a través de las relaciones de poder, como es el caso del deseo de Lepprince hacia María Coral, que se cimenta en una red de intereses que incluye un matrimonio de interés (el de Miranda con la artista). Todo ello en una sociedad que procura mantener las apariencias; y es que las hipócritas convenciones sociales de la burguesía quedan a la vista en sus noviazgos, fríos, ceremoniosos y convencionales, como el de Lepprince y María Rosa Savolta, o sus matrimonios superficiales que a menudo ocultan otras relaciones, como se evidencia en los cotilleos que protagonizan las fiestas de la alta sociedad barcelonesa. En este contexto, Eduardo Mendoza da lugar a la esperanza de que un amor sincero y paciente, que acepte el sufrimiento, sí tenga lugar, como en el caso de Miranda hacia María Coral. Aunque es destacable que para que esta relación se consolide y se haga mutua, ambos deban alejarse geográficamente de España, que iba siendo ya un lugar sin esperanza para todo tipo de virtud.

30.- El marco histórico y las clases sociales en LVSECS

ESPACIOS.

 

La obra está situada en Barcelona, lugar de la residencia de la familia Savolta y sus aledaños, aunque la fábrica Savolta está situada en las afueras (Hospitalet). La novela contiene una división cargada de significado de los ambientes de la ciudad (los espacios actuan como cronotopos, es decir, definen psicológicamente a sus habitantes): la zona alta (Sarriá, Sant Gervasi…) es lugar de acogida de la burguesía instalada en la comodidad y el lujo, muchas veces con origen en la explotación de los obreros. Los hijos de esta burguesía (como María Rosa Savolta) se educaban en internados situados en esta misma zona de la ciudad, donde parecían destinados a perpetuar el modelo familiar. Los obreros y las personas al margen del sistema frecuentan las zonas bajas de Barcelona (el Barrio chino, etc), lugares de negocios oscuros y zona de expansión de las ideas anarquistas (la taberna de Pepín Matacríos). Allí prosperaban negocios turbios que no debían salir a la luz, como la contratación de los dos forzudos por parte de Lepprince en un oscuro tugurio del Barrio chino.

 

TIEMPO EXTERNO.

 

La novela refleja de forma realista el momento histórico en qué se encontraba la ciudad: crisis económica y crisis social propia de la segunda década del siglo XX, que coexistía con el enriquecimiento de la alta burguesía. Es la época de la extensión del anarquismo en las zonas industriales de Catalunya, cuando proliferaron algunos  atentados terroristas, también por parte de los burgueses que combatían de la misma manera a la oposición obrera. Por eso, en la novela se ilustra el gran contraste entre el lujo de la burguesía (las fiestas, las mansiones de Sarriá…) y la miseria del proletariado industrial (los cabarets del barrio chino, los miserables pisos, las pensiones…

 

La neutralidad de España en la I Guerra mundial (1914-18) hizo que la empresa funcionase muy bien al principio (1917), debido a la gran cantidad de armamento que vendía para la Guerra Mundial, tanto a los aliados como a los enemigos, actuando con doblez, igual que Lepprince. Cuando la guerra llegaba a su fin (1919), la empresa sufrió una gran caída de ventas y de beneficios ya que había perdido a sus clientes. El estímulo de la Guerra mundial se aprecia en la novela en personajes como Max (el espía alemán Viktor Pratz), encargado de mantener una ruta de contrabando comercial con Alemania.

 

La acción de la obra se sitúa entre 1917 y 1919, aunque el juicio de Javier Miranda se realice en Nueva York diez años más tarde. La situación política del momento es la propia de la época de la Restauración, período de formas democráticas en que se alternaba en el poder los conservadores y liberales, ambos partidos sustentados en una corrupción institucionalizada. En este momento, la situación social era conflictiva y estaba preludiando la futura dictadura de Primo de Rivera (1020-1930): “A decir verdad, la situación del país en aquel año de 1929 era la peor por la que habíamos atravesado jamás: las fábricas cerraban, el paro aumentaba…”

 

CLASES SOCIALES.

 

La alta burguesía aparece en la novela en personajes como Savolta, Parells, Claudedeu (los tres propietarios de la empresa Savolta vivían en el barrio de Sarriá, es decir, en la parte alta), y sobre todo Lepprince, que representa la figura de una persona con ambición para hacer dinero ya que todos sus movimientos son para acabar siendo el dueño de la fábrica Savolta y luego el futuro alcalde de la ciudad. El ocio de esta clase social también estaba delimitado, con el Liceo como su principal lugar de asueto.

 

Por lo que se refiere a los asalariados, estos se encarnan en personajes como Javier Miranda, una marioneta manejada por Lepprince, que no tiene ambición y se conforma con lo poco que va obteniendo, siempre por voluntad ajena. Los otros empleados del abogado Cortabanyes, Serramadriles y Doloretas, realizan el papel de probos empleados que no contestan el orden establecido y se limitan a un cumplimiento sin contestación de sus obligaciones, que no excluyen algunos desplantes por parte de su jefe. “Barcelona era una ciudad de amplio desarrollo industrial y comercial. A diario llegaban personas de otros puntos en busca de trabajo. Al igual que sucede con Nueva York.” Personajes idealistas pueblan también esta precaria clase media, como Domingo Pajarito de Soto, quien paga con su vida el tener aquello a que renuncian Serramadriles, Doloretas y Miranda: su aspiración a cambiar el orden social.

 

La clase baja barcelonesa está reflejada en varios personajes: María Coral, una joven mujer fatal con ambición de salir de la pobreza, pero con instintos autodestructivos que solo son superados al final de la novela, gracias al amor sincero que recibe de Miranda. También, en Nemesio Cabra, un vagabundo que sabe más de lo que cree la gente. Ambos viven en barrios pobres de Barcelona, como son el barrio Chino o el Raval. Otros personajes de  la marginalidad barcelonesa pueblan la novela, siempre recluidos en sus cronotopos (las prostitutas del Barrio chino), los borrachos noctámbulos… La imposibilidad de prosperar define a estos personajes.

 

 

LA INTRODUCCIÓN DEL ANARQUISMO.

 

El orden social es puesto en cuestión por los personajes que encarnan esta ideología. Pajarito de Soto muestra a Miranda la trastienda de una librería donde un intelectual, el mestre Roca, transmite las nuevas ideas, de forma clandestina, a los obreros interesados en cultivar una esperanza de cambio. Un grupo de combatientes anarquistas planea sus acciones también de forma secreta en recónditos lugares del Raval. Terroristas anarquistas como Lucas el Ciego acuden a Barcelona a llevar a cabo atentados, tras haber sucedido ya el famoso del Liceo, que en la novela le costó la mano a Claudedeu.

La introducción de estas nuevas ideas en las clases populares fue el germen de huelgas obreras como la que da inicio a LVSECS. La novela deja patente que el anarquismo fue duramente reprimido por el poder político, económico y policial: todos los personajes ants citados fueron represaliados, a veces por causas falsas. Los anarquistas eran también usados como chivos expiatorios por elementos del orden burgués (Lepprince) que buscaban una cabeza de turco a quien culpar de sus propios actos violentos, como el asesinato de Pajarito de Soto.

29.- La estructura y la técnica narrativa de LVSECS (a partir de la Guía de lectura de Vicente Tusón).

LVSECS se divide en dos partes de 5 y 10 capítulos respectivamente; a su vez, los capítulos se componen, salvo excepción, de varías secuencias. Así pues, se utilizan tanto los capítulos largos propios de la novela tradicional como la fragmentación propia de la novela actual. Esa combinación de tradición y modernidad se observa más claramente en la estructura interna de la obra.

 

Considerada en su conjunto, la novela recoge una serie de recuerdos del protagonista, JAvier Miranda, surgidos con ocasión de un pleito judicial muy posterior a los hechos recordados. Sin embargo, como las razones de ese pleito no aparecen hasta la antepenúltima página, las primeras impresiones del lector son de sorpresa, de desconcierto. A ello se añade la presentación sincopada de la historia, los múltiples puntos que permanecen oscuros -a veces, hasta el final-. Y así, la obra se nos presenta, en buena parte, como una «novela enigma», estructura claramente emparentada con la de la novela policíaca.

 

Si pasamos a examinar el desarrollo de la historia y los diversos materiales que intervienen en su construcción, pueden distinguirse en La verdad sobre el caso Savolta tres partes o bloques de capítulos de complejidad decreciente. Veámoslo.

 

  1. a) Los capítulos 1-V (Primera parte) presentan la máxima complejidad. En ellos encontramos materiales heterogéneos: fragmentos de un interrogatorio judicial, textos periodísticos, documentos, cartas… Y entrelazados con todo ello, van surgiendo los recuerdos del protagonista, pero de forma muy inconexa, a retazos dispersos o en «flashes» rápidos. Estamos asistiendo -sin previo aviso- a los caprichosos mecanismos de una memoria. A principios del capítulo IV, el autor justificará astutamente su proceder, al poner en boca del protagonista estas palabras: «Los recuerdos de aquella época, por acción del tiempo, se han uniformado y convertido en detalles de un solo cuadro […] Las imágenes se mezclan, felices y luctuosas, en un plano único y sin relieve.» A ello corresponde -punto importante- el desorden cronológico. Y, por otra parte, estos capítulos ofrecerán buenas muestras de procedimientos que vimos en el capítulo anterior: la técnica caleidoscópica, el laberinto, los cambios del punto de vista, etc. En suma, la libertad y audacia constructiva hace que esta parte se nos presente como un rompecabezas. Pero sus piezas irán encajando perfectamente: el lector debe entrar en el juego, debe ser cómplice del autor. Y es un juego apasionante y placentero.

 

  1. b) Los capítulos I-V de la Segunda parte ofrecen menor complejidad. Sin embargo, siguen alternando varias líneas narrativas y se conserva el desorden cronológico. En efecto, por una parte continúa la historia en el año siguiente (1918); pero, por otra, se retrocede a fines de 1917, para asistir -desde el punto de vista de Nemesio- a algunos de los acontecimientos ya narrados en la primera parte. Y el relato va saltando libremente de una época a otra.

 

  1. c) En fin, en los cinco últimos capítulos (VI-X), el relato se desarrolla con una máxima sencillez: hay un solo hilo argumental, contado linealmente y de acuerdo con patrones narrativos tradicionales, sometidos a un hábil pastiche.

 

En resumen, la estructura de LVSECS supone un gradual deslizamiento desde las formas más complejas de la narrativa de la novela experimental hasta las formas más tradicionales de las novelas que incluyen un narrador omnisciente. Se une así el placer de lo nuevo y de lo viejo. Y el autor ha buscado, como decimos, la complicidad del lector en diversos niveles.

 

 

Ya conocemos la importancia que se otorga en la novela a la posición del narrador, al punto de vista y a las personas narrativas. LVSECS es buena muestra de ello. Parte de la obra aparece escrita en primera persona por Javier Miranda (punto de vista del narrador-protagonista). junto a ello, hay pasajes contados en tercera persona. Sin embargo, ello es, a veces, engañoso. Así, las dos fiestas a las que asistimos: aunque se comienzan a contar en tercera persona, el protagonista estaba presente en ambas y es él quien las evoca. De este modo, aparece subrepticiamente el narrador omnisciente. En fin, este narrador omnisciente es ya el que cuenta la historia de Nemesio Cabra; pues, aunque Javier la conocerá por las revelaciones del comisario Vázquez, es evidente que no podía contarla con todos sus detalles, tal y como la leemos.

 

Por otra parte, los materiales de tipo documental, a que hemos aludido, introducen otros «puntos de vista»: el de Pajarito de Soto, el del comisario, etc. Así, muchos hechos aparecen iluminados desde diversos enfoques. Por ello, puede hablarse, con toda propiedad, de Perspectivismo. No hará falta insistir en la sabiduría técnica que todo ello revela en el autor.

 

Son diversas las técnicas de narración utilizadas por Eduardo Mendoza. En la Primera parte, como apuntamos, domina la fragmentación de la historia, el montaje «caleidoscópico» y la presentación abrupta -sin aclaración- de personajes o hechos. Pero ello puede alternar con una larga secuencia sin puntos y aparte (cap. 11), en que los hechos se presentan perfectamente hilvanados. Y en los últimos capítulos, encontramos un relato ágil y de ritmo rápido. Indudablemente, esta variación se explica, en buena parte, por la consciente imitación de diversos modelos narrativos, cuestión que completaremos en el epígrafe siguiente.

 

El retrato no se prodiga en la obra, pero los hay admirables: el de Cortabanyes (página 23), el de Pajarito de Soto (pág. 79), el de diversos personajes secundarios… Paradójicamente, no encontraremos retratos de los personajes principales: no sabemos cómo son físicamente Javier o Lepprince; de María Coral, sólo conocemos la intensa impresión que produce su belleza. Y sin embargo, ya hemos visto hasta qué punto son figuras vivísimas.

 

Mucho mayor es el lugar otorgado a las descripciones o pinturas de ambientes. Es imborrable la impresión que nos producen, por ejemplo, el cabaret (págs. 39-40, etcétera), el salón de baile popular (pág. 48), la casa de Pajarito de Soto (pág. 79), el Barrio Chino (pág. 199) o la pensión miserable (págs. 223 6 243); y, como contraste, la elegancia de la casa de Lepprince (por ejemplo, pág. 201) o el balneario (pág. 315). A las cualidades ya señaladas del autor, habrá que añadir, pues, la capacidad de hacernos vivir intensamente en las atmósferas más variadas.

 

El diálogo abunda en la novela. Hay secuencias constituidas casi exclusivamente por conversaciones: así, las fiestas mundanas con su cháchara intrascendente junto a diálogos muy «literaturizados», se hallarán otros que fluyen con absoluta naturalidad. Si se comparan las conversaciones entre amigos, en las tabernas, en el círculo anarquista, etc., se observará la diversidad de tonos y estilos a que luego aludiremos.-

28.- Ejemplo de texto sobre LVSECS. LA PARODIA DE LOS GÉNEROS.

CONTENIDOS DE LAS PAU SOBRE LVSECS

Dimensión histórica de la novela. Caracterización de las clases sociales y sus respectivos representantes. Espacios reales y simbólicos. Estructura de la obra. Diversidad de puntos de vista y de técnicas narrativas: influencia de la novela picaresca. Pastiche mediante la imitación de las técnicas de la novela policíaca, del folletín y de la novela de aventuras. Artículos periodísticos, cartas y documentos: la verdad histórica y la ficción. Variantes idiomáticas y lenguajes específicos.

EJEMPLO  DE COMENTARIO: La parodia de los géneros narrativos en LVSECS.

La obra de Eduardo Mendoza se ha sido caracterizada como representante de la época artística aún vigente: la Postmodernidad. Si bien es difícil aportar los rasgos definitorios de este período artístico, varios de ellos aparecen en LVSECS: la falta de confianza en explicaciones o ideologías globales, la mezcla de géneros, la intertextualidad y el uso de la parodia como contenido narrativo. En este sentido, la crítica ha reconocido como uno de los méritos de la obra primera de Mendoza su capacidad de romper de forma irónica las expectativas de algunos géneros de la literatura popular que cualquier lector medio podía conocer.

 

Así, el género más parodiado en LVSECS destaca sobre todo la novela policíaca. En ella, debe aparecer un crimen como motivo central para la posterior investigación (el de Savolta), pero aquí se encadena con otros asesinatos en relación a los cuales no queda clara su importancia central (los de Pajarito de Soto, Parells, Claudedeu…). También se altera irónicamente expectativa del lector al hacer que el supuesto malvado (Lepprince) no reciba castigo por parte de las fuerzas de la ley, sino que muera en un oscuro suicidio. Del mismo género podemos destacar otros ingredientes como la presencia de enigmas (la carta acusatoria hacia Lepprince, un falso macguffin ), las sospechas y falsas pistas (como las intenciones ocultas de Nemesio al intentar averiguar él quién mató a Savolta para salvarse de sus compañeros anarquistas, que luego no le sirven para evitar un mal desenlace). También, el hecho de que el aparatoso interrogatorio del juez Davidson sea realizado por un motivo mucho menor que el resolver los crímenes narrados en la novela insiste en el carácter paródico de esta: la demanda para lograr una idemnización.

Otro de los géneros novelescos sometido a pastiche que destacan es la novela de folletín del siglo XIX, que consistía en una serie fascículos melodramáticos que se ofrecían al público por entregas para mantener la atención y emocionar a los lectores con historias de amor y desventuras de personajes desvalidos, del tipo de las de Charles Dickens. Elementos del mismo son las escenas de los bajos fondos (el cabaret, las tabernas, los círculos de conspiradores o del hampa en el barrio chino), la peripecia sentimental, que a veces raya con la novela rosa (la historia de María Coral, su origen oscuro, sus amoríos con el hombre rico y su boda con el humilde después de su tiempo en compañía de los peligrosos forzudos, sus misteriosas enfermedades y fugas, su intento de suicidio…). En este caso, nunca sabemos si María es una pobre desvalida o una mujer fatal que controla su destino, así como a Miranda. También son propios de este género los misterios y enredos, las inesperadas apariciones y desapariciones de personajes, que como en el caso de Nemesio, engañana tanto a los personajes como al lector.

Es reseñable que también se han encontrado en LVSECS algunos elementos de la novela picaresca, que Mendoza conocía bien. La figura de Miranda es el reverso del pícaro, pues su papel pasivo y su falta de entendimiento lo hace ser utilizado constantemente por Lepprince para atraer a Pajarito a la empresa, así como para contraer un matrimonio-tapadera con su secreta amante, María Coral. La novela también finaliza, como el Lazarillo, con el antipícaro casado unos años más tarde de los hechos centrales de la narración, aunque en este caso no parece haber llegado, como Lázaro de Tormes, a ninguna conclusión moral válida, haciendo honor a su constante pasividad y falta de espíritu.

 

 

 

27.- Recuperación del 1r trimestre. Fecha: 18/1/16

 

-Un comentario de texto de un poema de Garcilaso o Quevedo , a realizar según el esquema de las entradas  6, 8 y 12. (4 puntos). Si el soneto es de Quevedo, habrá que indicar las características conceptistas, y si es de Garcilaso, en algún momento deberás indicar sus características renacentistas.

-Tres preguntas breves sobre poemas del Renacimiento y el Barroco que hemos analizado en clase. Pueden ser la “Oda a Juan de Grial” de Fray Luis, la “Llama de amor viva” de San Juan de la Cruz. De Góngora, “La más bella niña de nuestro lugar” y “Ande yo caliente, ríase la gente”. (2’5 puntos).

-Dos preguntas sobre episodios del Quijote (not de todos los capítulos, sino solo de  I: 7, 9, 20, 25, 44 y II: 10, 29, 48, 62, 64). Y desarrollar en doce o quince líneas uno de los temas del Quijote de la entrada 19 (a, b, c, e, f).