CONTENIDOS DE LAS PAU SOBRE LVSECS
Dimensión histórica de la novela. Caracterización de las clases sociales y sus respectivos representantes. Espacios reales y simbólicos. Estructura de la obra. Diversidad de puntos de vista y de técnicas narrativas: influencia de la novela picaresca. Pastiche mediante la imitación de las técnicas de la novela policíaca, del folletín y de la novela de aventuras. Artículos periodísticos, cartas y documentos: la verdad histórica y la ficción. Variantes idiomáticas y lenguajes específicos.
EJEMPLO DE COMENTARIO: La parodia de los géneros narrativos en LVSECS.
La obra de Eduardo Mendoza se ha sido caracterizada como representante de la época artística aún vigente: la Postmodernidad. Si bien es difícil aportar los rasgos definitorios de este período artístico, varios de ellos aparecen en LVSECS: la falta de confianza en explicaciones o ideologías globales, la mezcla de géneros, la intertextualidad y el uso de la parodia como contenido narrativo. En este sentido, la crítica ha reconocido como uno de los méritos de la obra primera de Mendoza su capacidad de romper de forma irónica las expectativas de algunos géneros de la literatura popular que cualquier lector medio podía conocer.
Así, el género más parodiado en LVSECS destaca sobre todo la novela policíaca. En ella, debe aparecer un crimen como motivo central para la posterior investigación (el de Savolta), pero aquí se encadena con otros asesinatos en relación a los cuales no queda clara su importancia central (los de Pajarito de Soto, Parells, Claudedeu…). También se altera irónicamente expectativa del lector al hacer que el supuesto malvado (Lepprince) no reciba castigo por parte de las fuerzas de la ley, sino que muera en un oscuro suicidio. Del mismo género podemos destacar otros ingredientes como la presencia de enigmas (la carta acusatoria hacia Lepprince, un falso macguffin ), las sospechas y falsas pistas (como las intenciones ocultas de Nemesio al intentar averiguar él quién mató a Savolta para salvarse de sus compañeros anarquistas, que luego no le sirven para evitar un mal desenlace). También, el hecho de que el aparatoso interrogatorio del juez Davidson sea realizado por un motivo mucho menor que el resolver los crímenes narrados en la novela insiste en el carácter paródico de esta: la demanda para lograr una idemnización.
Otro de los géneros novelescos sometido a pastiche que destacan es la novela de folletín del siglo XIX, que consistía en una serie fascículos melodramáticos que se ofrecían al público por entregas para mantener la atención y emocionar a los lectores con historias de amor y desventuras de personajes desvalidos, del tipo de las de Charles Dickens. Elementos del mismo son las escenas de los bajos fondos (el cabaret, las tabernas, los círculos de conspiradores o del hampa en el barrio chino), la peripecia sentimental, que a veces raya con la novela rosa (la historia de María Coral, su origen oscuro, sus amoríos con el hombre rico y su boda con el humilde después de su tiempo en compañía de los peligrosos forzudos, sus misteriosas enfermedades y fugas, su intento de suicidio…). En este caso, nunca sabemos si María es una pobre desvalida o una mujer fatal que controla su destino, así como a Miranda. También son propios de este género los misterios y enredos, las inesperadas apariciones y desapariciones de personajes, que como en el caso de Nemesio, engañana tanto a los personajes como al lector.
Es reseñable que también se han encontrado en LVSECS algunos elementos de la novela picaresca, que Mendoza conocía bien. La figura de Miranda es el reverso del pícaro, pues su papel pasivo y su falta de entendimiento lo hace ser utilizado constantemente por Lepprince para atraer a Pajarito a la empresa, así como para contraer un matrimonio-tapadera con su secreta amante, María Coral. La novela también finaliza, como el Lazarillo, con el antipícaro casado unos años más tarde de los hechos centrales de la narración, aunque en este caso no parece haber llegado, como Lázaro de Tormes, a ninguna conclusión moral válida, haciendo honor a su constante pasividad y falta de espíritu.