En la mitología griega la reina de las amazonas que se llamaba Hipólita tenía un cinturón mágico que le regaló su padre Ares.
El noveno trabajo de Hércules fue robar el cinturón de Hipólita, para dárselo a su hermano Euristeo. Hipólita se enamoró de Hércules y le dio el cinturón voluntariamente.