INVERTIR EN EDUCACIÓN.
Se ha comprobado que entre las personas formadas o educadas, todo va mejor: Controlan mejor sus emociones, y por tanto hay menos peleas. Tienen más poder adquisitivo, pues tienen un perfil laboral más valorado. Y tienen más salud, pues, saben cuidarse. Se sabe que a mayor nivel educativo, menor mortalidad cardiovascular.
Invirtiendo más en educación, se reduce la violencia y mejora la salud. ¡Eso seguro!. El paro, seguramente no.
Según el cardiólogo Valentín Fuster, conviene que los jóvenes conozcan el funcionamiento de su cuerpo, y cómo cuidarlo. Tienen que entender que con más salud, se tiene más autoestima, y mayor capacidad cognitiva. Y además se retrasa la senilidad. (…). Más autoestima, y más estimas a los demás. Más capacidad cognitiva, y más te conoces, te controlas y te cuidas. Y un envejecimiento más lento, ………………..
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