A todos o a casi todos, nos han humillado en alguna ocasión. Si eres mujer, inmigrante, seguramente te han humillado en más de una ocasión.  Seguramente has escuchado muchas veces opiniones despectivas o hirientes:   “La casa, es más cosa vuestra”. “No estáis en vuestro país”.

Yo, trabajo con inmigrantes.  Y noto que están acostumbrados.  Y lo noto, porque su tendencia a rebajarse, es mayor que la nuestra.

A veces pienso en la desigualdad, un hecho objetivo.  Y a veces, pienso en la humillación, una experiencia subjetiva y emocional.  La desigualdad es el contexto y la humillación es el resultado frecuente. Sobre todo, si los que mandan, disfrutan más imponiéndose y conservando, que buscando el acuerdo y progresando.

A veces pienso y concreto: La humillación que sufren determinados inmigrantes en EEUU, al ser deportados.  . La humillación que sufrirá el pueblo ucraniano, si Ucrania se ve obligada a cederle a Rusia las provincias Donetsk y Lugansk.