IGUALDAD DE OPORTUNIDADES O DE POSIBILIDADES..
La democracia es el gobierno del “Demos” o pueblo. Y la meritocracia es el gobierno de las personas meritorias.
En el primer sistema de gobierno hay una cierta movilidad social, algunas personas de las capas bajas ascienden a las capas altas. En la meritocracia, la movilidad sería menor, pues los miembros de las élites se perpetuarían en el poder. Pues el punto de partida de los ricos, difiere del punto de partida de los pobres. Es difícil triunfar si naces en un barrió degradado. Es fácil triunfar si cuentas con el dinero y los contactos de la familia para iniciar un negocio. En resumen, en la carrera de la vida, siempre hay “caballos” con muchas posibilidades y caballos con pocas.
La meritocracia, sería claramente defendible, si los miembros de las clases bajas tuvieran las mismas posibilidades de lograr sus objetivos, que los miembros de las clases altas.
Hace ya años, recuerdo una pelea: Un joven frágil, contra un fortachón. Para igualar las posibilidades de ganar, al más fuerte, se le impuso una dificultad o desventaja, “una mano en la espalda”. Para igualar hay dos maneras: Dar una ventaja al débil o imponer una desventaja al fuerte. ¡Igualdad de oportunidades o de posibilidades!. Esto se dice con frecuencia.
La meritocracia es defendible, si empezamos igualando las posibilidades de los unos y de los otros. (…). Teniendo una escuela concertada para las clases medias y altas y una escuela pública para los marginados, así no igualamos.
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