Una perversión, un giro, una desviación.  Desviaciones o perversiones encontramos en todos los ámbitos. En todos los ámbitos encontramos pervertidos, personas que se desvían de las normas aceptadas.

Antes se hablaba mucho de los pervertidos sexuales, esos que disfrutan con los animales, con los cadáveres,  o con los niños. Hablo de la zoofilia, la necrofilia y la pedofilia.  Hay más desviaciones.

Actualmente, después del caso Koldo-Cerdán,  comienza a hablarse de las perversiones de los corruptos. ¿Cómo llegan a eso?.  Hablo de los corruptos  en general.  Nos cuesta responder. Se nos ocurre, que entre los corruptos hay muchos ególatras, muchos machistas lanzados, muchos sociópatas, y muchos de los que dicen, “me he sacrificado mucho, me lo merezco”. Se nos ocurre eso, pero no sabemos en qué grupo colocar a los protagonistas del último escándalo. En cambió si sabríamos ubicar a Pujol, Bustos y Bárcenas.

Actualmente se mencionan esas desviaciones. Y pronto podría hablarse de las desviaciones de los docentes.  Esos que trabajan sin definir sus objetivos. Esos que hablan sin considerar la diversidad.  Esos que son muy autoritarios, y evitan siempre el debate.  Y esos que no tienen en cuenta esta sentencia: “Aprender sin aplicar, es como arar sin sembrar”.