Todos, con frecuencia, cuando hablamos, nos alejamos del lenguaje literal y hablamos de forma metafórica o figurada: “Me hierve la sangre?. “Tengo el corazón roto”. “No me gusta echar leña al fuego”. “Me ahogo en un vaso de agua”.

Eso, lo hacemos todos, para impactar emocionalmente, para que nos atiendan y para que nos entiendan. (…). Además considerando que las expresiones metafóricas se recuerdan mejor, es lógico que los profesores las usen . Además considerando que usando metáforas se llega mejor a los oyentes, y se les puede movilizar mejor, es normal que las utilicen los políticos.

Recuerdo un profesor que hablaba de las palabras como si fuesen personas: “Hay familias de palabras, y palabras que se oponen o contrarias, y palabras que varían mucho, y palabras invariables”. Y aprender para el era como comer: “Hay que aprender poco a poco, masticando bien. La información se ha de digerir, se ha de comprender”.

Y hablando de los políticos y de los periodistas, me vienen a la mente estos titulares:

Uno: “A nosotros no nos gusta la motosierra, pues nuestro afán es progresar, no recortar.

Dos: “Los imperialistas para ignorar el imperio de la ley, necesitan perros”.