La salida del Sol en el desierto, un espectáculo grandioso, dicen. Levantarse temprano para eso. No sé”. Esto me lo decía un amigo decepcionado. Lo que vio él era muy inferior a las expectativas que le habían creado: Las dunas de arena, que cambian constantemente con el viento.. Los colores cálidos del amanecer que van cambiando a medida que el Sol asciende. El silencio, la serenidad, la inmensidad. (…). ¡Esperaba mucho!. Y lo que vio era poco.

Cuando se espera mucho, es probable que los hechos nos decepcionen. Con la navidad pasa: Los comentarios de la gente, las luces de las calles, y la tele, nos anuncian alegría. Muchas personas, por su triste situación, es decir, por su soledad, o por su situación laboral, sanitaria, o social se deprimirán.

Las decepciones derivadas de las expectativas elevadas son frecuentes: Después de esa fiesta que habías preparado con mucha ilusión. Después de ver esa película tan elogiada. Después de la tercera semana de clase de ese profesor tan guay. Después de esa relación, en el que habías depositado muchas esperanzas. Después de ese viaje, para el cual llevabas tiempo ahorrando.