Atrás queda nuestra fiesta grande, la Natividad o nacimiento de Jesús.
Durante estos días nos hemos hartado.  Nos hemos hartado, igual que hacen los musulmanes en su fiesta grande. Nosotros pavo. Y ellos cordero. 

Solo alguno, celebran el nacimiento de Mahoma.  (….).Su fiesta grande, muchos, la sitúan al final del mes del ayuno, el Ramadán. Durante dos o tres días se comportan igual que nosotros en la navidad, !mucha comida, mucha alegría y familia todo el día!.

El cuerpo soporta los excesos,  pero agradece los ayunos.  Igual que en la naturaleza, después de tempestad, viene la calma.
Nosotros después de la tempestad emocional de la Navidad, la calma de la cuaresma. Ellos, no lo sé bien.
Las razones religiosas del ayuno en las dos religiones mencionadas son poco sólidas: Ellos y nosotros nos unimos a Dios, ayunando, rezando y practicando la caridad. Especialmente ellos.

Las razones científicas son más razonables: Baja el nivel del colesterol malo, ese colesterol por culpa del cual, sube la tensión, esa tensión que suele tener consecuencias graves. (..). Además ayunando ayudamos a la insulina a controlar el nivel de azúcar, para que a nuestros tejidos y a nuestros órganos, les vaya mejor.