El día 27 de noviembre asistí a la sesión del Consejo de Barrio de Pueblo Seco. Yo asistí como representante de la entidad sociocultural La Formiga. Habría querido intervenir para explicar el trabajo que hacemos en esta entidad para favorecer la integración de las personas inmigradas y las dificultades económicas que padecemos, pero, vi que no tocaba.

Después de la información de la Concejal, y de una explicación sobre la Comisión de Seguimiento, intervinieron diverso ciudadanos presentando quejas: Edificios abandonadas, la limpieza de las calles, los patinetes, las actuaciones incívicas, las palomas,….

De todo, tres cosas llamaron mi atención:

1.Un ciudadano, claramente disconforme, se refirió a una mezquita, y al aumento de las mujeres con velo. Eso provocó la respuesta airada de un joven: “Aquí no aceptamos los comentarios racistas”. (..).

2.La concejal, respondiendo a ciertas cosas que se habían dicho, dijo, más o nenos, lo siguiente: “Barcelona atiende a los indigentes, y vienen muchos porque los atendemos. Vendrían menos si todos los ayuntamientos hicieran lo mismo”.

3.Se pidieron multas para los alimentadores de palomas y para los que evacuaban entre los contenedores.

La 1ª cosa me sorprendió por innecesaria, la 2ª por realista, y la 3ª por ineficaz.