Un patinete te impacta y tu te enfadas sin agredir al patinador. Pisas una caca de perro, y te enciendes por dentro, pero, disimulas. Tu jefe se enfada porque llegas tarde y dices que nos has podido evitar el retraso, sin más.

En una reunión, una chica te sonríe y no le das un beso en la boca. No te gustan las iniciativas de tu superior, pero, no le das unas palmaditas en la cara, para corregirlo. Invitas a un amigo a tu fiesta y a pesar de se queda con todo el protagonismo, no lo encierras en el baño.

Hay reacciones aceptables. Las anteriores parecen aceptables. Y reacciones tontas:

El beso de Rubiales. Las palmaditas de Viondi. La consulta que pide ERC.