La calculadora, acabó con las grandes divisiones. Los deberes para casa comenzaron a ser otros. El corrector acabó con las palabras subrayadas en rojo. La ortografía comenzó a trabajarse de otra manera. Se abandonaron estos dictados: “!Vaya!. Ella quiere que vaya, y salte la valla y coja una baya.”. (..).

La Inteligencia artificial que genera respuestas, acabará con las redacciones, y con los comentarios de texto o imagen, como deberes.. Los ejercicios para casa, no serán los que puede hacer un programa de Inteligencia artificial. Se valorarán más los procesos y menos los resultados.

Estamos experimentado grandes cambios, y estamos un poco confundidos. Entre prohibir y regular, mejor regular. La administración ha de optar por lo segundo. Y el docente, también. Las familias y los docentes, han de enseñar a usar: La calculadora, el buscador, el corrector, el traductor, y la inteligencia generativa. En el futuro se impondrán los que sepan usar estas herramientas, especialmente la última. En el pasado, también pasó lo mismo. El primer primate que dominó, fue el que usaba bien la primera herramienta: !El palo!