Si cuando yo tenía diez años hubiese conocido la palabra “glamour” seguro que se la hubiera aplicado porque consideraba a Paquita la más encantadora, elegante y distinguida de todas las personas que conocía.
Ahora, tantos años después, continuo pensando lo mismo, dándole al encanto de Paquita muchísimo más valor porque mi conocimiento de la vida me permite valorar mejor las circunstancias en las que esa fascinación se producía.
Huérfana desde muy joven, ni la responsabilidad de sacar a su familia adelante en un contexto de pobreza, ni la gris situación de la posguerra española, ni su delicado estado de salud, consiguieron disminuir nunca en Paquita su alegría, sus ganas de vivir y su búsqueda incesante de la belleza en todos sus aspectos y muy especialmente en el de la moda.
Siempre estaba radiante, no sólo en su aspecto externo adecuado a la situación, sino en su trato, en su cordialidad y en su cercanía.
En su casa me disfracé y canté culpes, leí por primera vez revistas de cine y vi figurines de moda. Nunca he llevado ropa tan bonita como entonces, cuando ella seleccionaba para mí modelos y tejidos.
Aunque sé que nunca llegaré a ser como ella Paquita sigue viviendo en mis recuerdos como un modelo cada vez más querido y añorado.
Arxiu per categories: Records
LAS PELÍCULAS DE MI VIDA
Un periódico ha preguntado a 100 profesionales del cine qué 10 películas les han marcado y ha publicado un elenco con los resultados. Inmediatamente han llegado cartas de lectores sorprendidos, escandalizados e incluso ofendidos porque el resultado no coincidía con sus gustos. !Vaya jaleo más tonto!
No creo que ninguna película haya marcado mi vida, pero si pienso en las que me resultan más significativas me doy cuenta de que no coinciden con las películas que considero mejores (puedo opinar que una película es muy buena, incluso que es extraordinaria, sin que me haya afectado tanto como otra que, con la perspectiva del tiempo, me puede parecer incluso mediocre). Y, por supuesto, me tiene sin cuidado coincidir o no con otras opiniones.
Ahí van, por mi orden cronológico vital:
1. “El mayor espectáculo del mundo”
El despertar de mi, pronto frustrada, vocación de trapecista.
2. “El tigre de Esnapur”
A los 10 años, por primera vez, ir al cine sin la compañía de adultos.
3. “Con la muerte en los talones”
El orgullo de entender una película de mayores.
4. “Cantando bajo la lluvia”
Con los musicales siempre me he sentido feliz.
5. “Psicosis”
Por primera vez un miedo atroz.
6. “West Side Story”
Hacer campana en un cine que ya no existe.
7. “La huella”
!Sorpresa! era un programa doble y yo había ido a ver “la otra”.
8. “El Gatopardo”
Por fin una película que me gusta tanto como la novela.
9. “Kagemusha”
Mi descubrimento del cine oriental.
10. “La casa de las dagas voladoras”
Ahora resulta que también me gustan las de artes marciales.
LA PRINCESA QUE TODO LO APRENDIÓ EN LOS LIBROS 1
Hay libros que son maravillosos desde el primer párrafo:
“No ha habido tiempos mejores y peores; eran años de buen sentido y de locuras; época de fe y de incredulidad; temporada de luz y de tinieblas; primavera de esperanza, invierno de desesperación; lo teníamos todo ante nosotros y no había nada; todos íbamos derechos al Cielo y marchábamos en sentido contrario. Aquel período era, en una palabra, tan semejante al actual, que algunas de sus personalidades de más renombre pedían que les fuesen aplicados, exclusivamente en lo bueno y en lo malo, los calificativos extremos.”
Charles Dickens “Historia de dos ciudades” (1859)
“Nació con el don de la risa y con la intuición de que el mundo estaba loco. Y ese era todo su patrimonio.”
Rafael Sabatini “Scaramouche” (1921)
“Las personas que intenten encontrar un motivo en esta narración serán procesadas; las que intenten encontrarle una moraleja serán desterradas; las que intenten encontrarle una trama serán fusiladas.”
Mark Twain “Las aventuras de Huckleberry Finn” (1885)
LA LÍNEA DEL CIELO
Una hondonada, atravesada por un río y rodeada de montañas, forma parte de mis primeros recuerdos infantiles y de todas las vacaciones de mi vida: mires donde mires siempre hay montañas recortándose en el horizonte.
En las montañas más cercanas se distinguen, en una variedad de colores, aspectos de la naturaleza mezclados con la huella humana del presente y el pasado. Son montañas de las que conocemos los nombres de los picos y los senderos, de las que sabemos donde esconden sus fuentes, sus caminos, sus ermitas, sus masias y sus restos arqueológicos. Montañas domésticas y amigas, a las que fuimos de excusión con los compañeros de la escuela y a comernos “la mona” con los amigos de la adolescencia.
A lo lejos, delimitando la línea entre el cielo y la tierra, están las montañas salvajes y desconocidas, esas de las que no distinguimos ni detalles ni colores y que nos presentan siempre una figura enigmática y misteriosa. Cuando era niña creía que en esas montañas azules y lejanas vivían indios –como en las películas del Oeste- y esa presencia lejana no sólo no me producía temor sino que me parecía algo mágico y maravilloso, como si esa línea del cielo fuese una frontera entre mi pequeño mundo de entonces y el ancho mundo que quizás me estaba esperando en el futuro.
Y el tiempo ha demostrado que estaba en lo cierto.
FIRENZE 2010
La Loggia dei Lanzi, la nobiltà del Perseo, l’antica fotografia di Maria, una musica all’improvviso, il camminamento de ronda in Palazzo Vecchio, i riccioli di Marco, la torre degli Alberti, cialde, fragole, gelati, granite di limone e la torta della nonna, i Buonnomini di San Martino, il tramonto nell’Arno, l’Ufficio della Lana, un paio d’orecchini blu, Denza e Mazzuchetti, Orsanmichelle, trovare in biblioteca le nostre tracce lasciate a Firenze tanti anni fa, i film di Furio Scarpelli, gli occhi di Lorenzo, il sorriso di Danielle, lo sguardo di Simone, il pianoforte di palazzo Bargellini, l’ombra del dondolare dell’altalena rifflessa sul muro del Bargello, Sandro Lombardi, leggere Javier Marías in italiano!, Vincenzo Cerami i Le Mille ed Una Notte nel teatro della Pergola, un cipresso visto ogni giorno dalla finestra, Fabio Volo, la strada del mio sogno…
Questa è oggi la “mia” Firenze, dove già per quattro volte sono stata felice.
MARY, SUNSI, CONCE, TERE, MAY

César sobre un frigorífico se comía una verde manzana bajo la envidiosa mirada de un gato, que tenía que conformarse con beber agua fresquita o leche. La primera era de un pozo guardado por un ángel al que era imposible quitarle su flecha solitaria. Este drama “trenebundo” era contemplado por un pingüino, un nene y un caballero con sonrisa de millonario, mientras el cordobés dejaba que la hermosa Blancanieves peinara su sedosa cabellera con un peine largo total y Evaristo, con cara de misto, mantenía animada conversación, sobre Jimmy el Pecas y el agente 007, con su amigo Ceniciento, en tanto que Patricio observaba… y Jean Paul idem. Entonces pasó, tras el Corrreo, el Rápido (aunque es al revés) donde montaron todos desapareciendo de mi “fardativa” vista.
TARRAGONA 1960
Balcón del Mediterráneo (Las Palmeras, reloj de sol, Maginet, estanque de las ranas, columpios), teatro Metropol (la tuna, el coro, las cintas en el brazo), Galerías Comerciales (sombrero con lazo), La Mariposa (zapatos marrones de suela de crepe), farmacia Domingo, librería Guardias, cafetería Leman “Orgullo contra Orgullo”, ventana (vecinos tortilla de alcachofas, pajaritos fritos, piano, tebeos), cueva, apio, pan, frío, sabañones, gusanos, paseos en una ciudad vacía, primer encuentro con la soledad, catedral, murallas, la feria (el látigo, la manzana de caramelo), librería Font, Academia Santo Tomás, Hermanos Landa, Avenida de Colón, Martí y Franqués (patio, clase de Ciencias Naturales, Bécquer, Chavarría, Castro, Gil, Ferreró, del Real, arriar banderas, Rafael, Tommy, Peter, Panchy, Fina, Mª Cinta, Mª Teresa, Mercè, trenza de hojaldre, “Los piropos de mi barrio”) la biblioteca (Conde, Mari Carmen, Pros), anfiteatro, Normal (pérgola, Vallés, Isabel), “West Side Story”…
LES PARAULES DEL RIU
Estava refredada, he sortit poc i he llegit molt. Entre d’altres he llegit dos llibres sobre la vida quotidiana al Benissanet de principis del segle XX. M’han agradat molt i m’han recordat moltes coses que encara vaig arribar a veure i a viure quan jo era una nena petita també en un poble de la Ribera d’Ebre: jocs infantils, festes populars, oficis artesans, les estacions a la vida de pagès…
Aquests pobles tenien un punt d’identificació/diferenciació en una parla, només transmesa oralment: quan parlaves tothom sabia que eres de la Ribera i també sabia si eres de Móra, de Benissanet, de Miravet… Encara se’ns nota però cada cop menys. La televisió, l’ensenyament, l’estandardització dels treballs s’està emportant moltes de les diferencies en la parla.
Amb nostàlgia i amor penso en aquelles persones que ja només viuen en el meu record i en moltes de les seves paraules: les que jo vull recordar com “les paraules del riu”: granera, bajoca, caduf, estalzí, fato, hómens, matxo, panollot, patacons, somera, asgorfa, fardatxo…