DAL SOGNO ALLA REALTÀ

– E a Lei prof., che lavoro Le piaceva di più quando era bambina?
– Trapezista

(Risate) E dal fondo della classe (anche detto a voce bassa) mi arriva chiaramente:

– Poverina, e guardala ora!

Quando la famiglia Martini attuava la gente del mio paese faceva un gran cerchio nella piazza: molti erano in piedi, d’altri si erano portati le sedie da casa (io una piccola poltrona che ancora adesso conserva mio padre) ma tutti aspettavamo emozionati lo spettacolo che, per altro, avevamo già visto l’anno precedente.
La mamma cantava, il padre suonava diversi strumenti e i figli erano equilibristi sulla corda tesa e sul trapezio. Io ammiravo molto la bambina, più o meno de la mia età, e invidiavo la sua vita che immaginavo piena d’avventure e di applausi del pubblico

Sorrido anch’io.
Non sapevo allora –come non lo sa il mio allievo spiritoso- quanto rischioso, avventuroso, creativo e appassionante è stato il mestiere della mia vita reale: fare la prof.!

JULIÁN MARÍAS 2

He encontrado, dentro de un libro de Julián Marías, unas notas que tomé en 1999 en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander. Las notas siguen, como entonces, enseñandome a ser mejor persona.

– Sin una cierta dosis de valor no es posible una vida decente.
– La vida es seria, aunque las actitudes y las manifestaciones no lo sean.
– Desconfiar de la erudición y de la estadística.
– Las cosas negativas cunden mucho, pero las positivas son más.
– El irracionalismo es impracticable aunque el racionalismo sea insuficiente.
– El que reconoce al maestro es el discípulo.
– Estamos en una época en que sólo se habla de cosas.
– Hoy sólo las agencias de viajes dicen que el mundo es maravilloso. El negativismo es un muy mal síntoma.
– El éxito inmerecido es funesto para el que lo recibe; el éxito merecido es peligroso.
– El que no aprende no es inteligente.
– Se puede ser listo sin ser bueno pero no inteligente, porque para ser inteligente hay que abrirse a la realidad.
– El valor sereno no acaba quizá con el terrorismo, pero sí con el terror.
– Quien tiene algo que decir no debe perder el tiempo en polemizar.

PAQUITA

Si cuando yo tenía diez años hubiese conocido la palabra “glamour” seguro que se la hubiera aplicado porque consideraba a Paquita la más encantadora, elegante y distinguida de todas las personas que conocía.
Ahora, tantos años después, continuo pensando lo mismo, dándole al encanto de Paquita muchísimo más valor porque mi conocimiento de la vida me permite valorar mejor las circunstancias en las que esa fascinación se producía.
Huérfana desde muy joven, ni la responsabilidad de sacar a su familia adelante en un contexto de pobreza, ni la gris situación de la posguerra española, ni su delicado estado de salud, consiguieron disminuir nunca en Paquita su alegría, sus ganas de vivir y su búsqueda incesante de la belleza en todos sus aspectos y muy especialmente en el de la moda.
Siempre estaba radiante, no sólo en su aspecto externo adecuado a la situación, sino en su trato, en su cordialidad y en su cercanía.
En su casa me disfracé y canté culpes, leí por primera vez revistas de cine y vi figurines de moda. Nunca he llevado ropa tan bonita como entonces, cuando ella seleccionaba para mí modelos y tejidos.
Aunque sé que nunca llegaré a ser como ella Paquita sigue viviendo en mis recuerdos como un modelo cada vez más querido y añorado.

YO SOY ELLA, ELLA ES YO

Alegre y triste, amable y desatenta, ambiciosa y desprendida, amigable y distante, animosa y débil, apasionada e indiferente, buena y maliciosa, combativa y apática, constante y voluble, decidida y vacilante, divertida y aburrida, entusiasta y fría, espontánea y afectada, eufórica y depresiva, fantasiosa y rutinaria, generosa y ávida, habladora y callada, imaginativa y realista, impresionable e impasible, insólita y vulgar, inteligente e irracional, jovial y taciturna, laboriosa e indolente, melancólica y feliz, notable y mediocre, optimista y pesimista, orgullosa y humilde, presumida y modesta, rápida y lenta, sensata y alocada, simpática y adusta, sociable y solitaria, soñadora y práctica, tenaz e inconstante, tierna y dura, tímida y decidida, tranquila y agitada, valiente y pusilánime, vergonzosa y atrevida…

VOLVER A WILKIE COLLINS

Como estoy aprendiendo italiano pensé dedicar el verano a leer autores de bestsellers, de esos de los que se hacen películas y que se supone reflejan un lenguaje más parecido al del habla cotidiana.
El primero (Fabio Volo) me resultó divertido. El segundo –famosísimo- me contó una aburridísima y anticuada historieta pseudo romántica, con unos aires de modernidad francamente insoportables. (Corín Tellado lo hacía mejor, y no necesitaba setecientas páginas).
Así que… mientras me llegan repuestos para leer, he vuelto a Wilkie Collins que, hace más de cien años ya, fue también un autor de éxito masivo del que algunos de sus libros se publicaron por entregas en periódicos y revistas.
Si le hubiese descubierto en mi adolescencia Collins me hubiese parecido maravilloso. Ahora “The Moonstone”, “The Woman in White” y “No Name” me entretienen y me interesan, cosa cada vez un poco más difícil de conseguir con autores actuales.
…Y de mejorar mi italiano dejaré que se ocupe il commissario Montalbano.

FIRENZE 2010

La Loggia dei Lanzi, la nobiltà del Perseo, l’antica fotografia di Maria, una musica all’improvviso, il camminamento de ronda in Palazzo Vecchio, i riccioli di Marco, la torre degli Alberti, cialde, fragole, gelati, granite di limone e la torta della nonna, i Buonnomini di San Martino, il tramonto nell’Arno, l’Ufficio della Lana, un paio d’orecchini blu, Denza e Mazzuchetti, Orsanmichelle, trovare in biblioteca le nostre tracce lasciate a Firenze tanti anni fa, i film di Furio Scarpelli, gli occhi di Lorenzo, il sorriso di Danielle, lo sguardo di Simone, il pianoforte di palazzo Bargellini, l’ombra del dondolare dell’altalena rifflessa sul muro del Bargello, Sandro Lombardi, leggere Javier Marías in italiano!, Vincenzo Cerami i Le Mille ed Una Notte nel teatro della Pergola, un cipresso visto ogni giorno dalla finestra, Fabio Volo, la strada del mio sogno…
Questa è oggi la “mia” Firenze, dove già per quattro volte sono stata felice.

SUNSI

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En el temps, tant llunyà ja, de l’adolescència tú i la teva casa vàreu ser un dels centres de la vida de les cinc “MY”. Allí vam inventar el codi secret que identificava els nois que ens agradaven, vam sentir per primer cop “Cançó de matinada” d’en Serrat, vam celebrar les festetes de l’any nou, vam començar a escriure en català, ens vam fer fotos i vestits, vam llegir llibres antics i vam xerrar i riure de tot i de tothom.
Aquests dies -quan ja fa tant de temps que primer la vida i desprès la mort ens va separar- m’has tornat a parlar en una antiga i premonitòria carta. Hi havia un poema d’Evutchenko que t’havia agradat molt i acabava amb una frase de “Beau Geste”, que ens tenia fascinades: “Adiós firme entre las firmes compañera, volveremos a vernos en la mansión de las cacerías eternas”.
Tant de bó sigui així Sunsi.

“No existeixen homes poc interessants.
Els seus destins són com històries de planetes.
Cada un és únic, sol, ell sol, no n´hi ha cap altre que s’hi assembli.
I si algú ha viscut en silenci, feliç en el seu racó,
La seva mateixa insignificança l’ha fet interessant.
Cadascú te un món secret, ben seu,
on s’amaga el millor instant, on s’amaga l’hora més terrible,
però nosaltres no en sabem res.
I si un home mor, mor també la seva primera nenada,
i el primer petó, i el primer combat…
tot s’ho emporta.
Sí, queden llibres i ponts, màquines i teles de pintors,
sí, moltes coses han de restar, però alguna cosa fuig!
Així és la llei d’aquest joc sense pietat.
Desapareixen móns, no persones.
Els homes, pecadors i terrenals, els recordem,
però, en realitat, què en sabíem, d’ells?
Què en sabem nosaltres, dels germans, dels amics?
Què en sabem, de la nostra estimada?
Fins del nostre pare, coneixent-ho tot, no en sabem res.
Se’n va la gent, no la podem retornar.
No podem fer renàixer els seus móns secrets.
I cada vegada,
tinc ganes de xisclar davant d’aquesta impotència”

LUCY IN THE SKY (LINE) without diamons

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Tiene una vitalidad, una energía y una necesidad de estar siempre en movimiento que, a veces, agota con solo mirarla. Madre trabajadora y ama de casa, hace deporte, lee, escucha música, pinta (muy bien), y últimamente está incluso triunfando en lo que hasta ahora era su único talón de Aquiles: la cocina. Todo le interesa y todo le apasiona: la política, el arte, el deporte, la moda, la literatura, la música, los viajes…
Poca gente habrá aprovechado tanto una semana y poca gente se habrá emocionado tanto como Lucía en Nueva York. No siempre resultó fácil seguirla, pero viajar con ella y disfrutar de su entusiasmo y su cariño fue una experiencia extraordinaria. Gracias prima.

NOBUKO

Nobuko vive en Tokio, yo vivo en Barcelona y por una de esas cosas raras de la vida nos conocimos por casualidad en Extremadura. Luego Nobuko, que habla y escribe muy bien en español, fue mi cicerone en Madrid: me llevó a comer jamón y a ver una zarzuela (La Revoltosa) de la que sabía las canciones de memoria.
A lo largo de los años nos hemos escrito y nos hemos visto varias veces porque ella suele venir a España a menudo. Pasa gran parte de su tiempo viajando y haciendo fotografías que luego expone en Japón. Yo me considero muy afortunada por su amistad porque la quiero y admiro su vitalidad, su energía, su generosidad y su talento.
Todas las noches, antes de apagar la luz, hago sonar unas pequeñas campanitas que me regaló Nobuko y su dulce sonido me recuerda a todas aquellas personas a las que amo.

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JULIÁN MARÍAS (1914-2005)

Julián Marías ha sido una de las personas que más me han impresionado. El verano de 1999 seguí unas lecciones magistrales suyas en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander y admiré profundamente su inteligencia, su cultura, su sencillez, su cordialidad y su cercanía.
Su recuerdo y su obra me acompañan desde entonces y es mucho lo que en mi vida -más humana ahora- tengo que agradecerle.
Esta semblanza, escrita por uno de sus hijos, creo que le retrata muy bien.

“Es mi padre un hombre sencillo que gusta de la comida llana -churros para el desayuno, cocido madrileño, berenjenas rebozadas, bacalao, chocolate oscuro, son sus obsesiones gastronómicas-, un ciudadano del mundo sin nada de cosmopolita, un europeo de España para el que, como para Ortega, “la gran delicia es rodar por los caminitos de Castilla”. Es también un filósofo con los pies en el suelo, carente de la menor sombra de pedantería, que se pirra por el cine, que tiene más orgullo como fotógrafo que como pensador, al que entusiasma la poesía, la novela, las novelas policíacas -¡Simenon!-, que no se pierde un museo o una iglesia, que lee infatigablemente por el mero placer de leer, con su ojo único de clarividencia ciclópea, hundido durante horas en su sillón de orejas. Es un hombre al que le interesan muy poco las cosas y mucho las personas: sus amigos y sus muchas y espléndidas amigas -la tertulia de los domingos, las largas caminatas sorianas o toledanas han sido los principales escenarios de su vida de gran conversador-. Un hombre que no ha regateado el tiempo para degustar el pulso de la vida; para salvaguardar lo más valioso de ella, la intimidad; para vivir una vida irrenunciablemente humana. Decía Ortega que “la filosofía no sirve para nada… solamente para vivir”. La filosofía de Marías -la filosofía de la razón vital- le ha servido para vivir una vida que es, en cierto modo, su gran obra de arte.
Su gran premio, infinitamente más valioso para él que aquellos “oficiales”, que recibe con tanta gratitud como escepticismo, sin hacer memoria de cuán esquivos se le mostraron, es la creencia de que su pensamiento puede orientar a otras vidas -individuales y colectivas- para que lleguen a ser plenamente eso: vidas humanas.”

Álvaro Marías
Publicado en ABC, 4 de mayo 1996