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Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
En esta página de la Antología Poética Multimedia encontrarás el texto del romance y sus versiones cantadas por si quieres escucharlas. En la misma página encontrarás un enlace a la actividad sobre esta poesía, realizada por Ángel Puente.