JUAN RAMÓN JIMÉNEZ. “PRIMAVERA AMARILLA”

Primavera amarilla

Abril venía, lleno
todo de flores amarillas:
amarillo el arroyo,
amarillo el vallado, la colina,
el cementerio de los niños,
el huerto aquel, donde el amor vivía.

El sol ungía de amarillo el mundo,
con sus luces caídas;
¡ay, por los lirios áureos,
el agua de oro, tibia;
las amarillas mariposas
sobre las rosas amarillas!

Guirnaldas amarillas escalaban
los árboles; ¡el día
era una gracia perfumada de oro,
en un dorado despertar de vida!
Entre los huesos de los muertos
abría Dios sus manos amarillas.

COMENTARIO DEL POEMA

El recurso constructivo fundamental de este poema es el empleo reiterativo del adjetivo amarillo, así como de otros adjetivos que denotan color amarillo:

• Primavera amarilla (en el título);
• flores amarillas (verso 2);
• amarillo el arroyo (verso 3);
• amarillo el vallado, la colina, / el cementerio de los niños, / el huerto aquel… (versos 4-6);
• ungía de amarillo (verso 7; el adjetivo se encuentra aquí sustantivado);
• lirios áureos (verso 8);
• agua de oro (verso 10; la construcción “de + nombre” tiene carácter adjetival);
• amarillas mariposas (verso 11);
• rosas amarillas (verso 12);
• Guirnaldas amarillas (verso 13);
• gracia perfumada de oro (verso 15; al igual que en el verso 10, la construcción “de + nombre” tiene carácter adjetival. El verso contiene, además, una original sinestesia: “el día / era una gracia perfumada -sensación olfativa- de oro -sensación visual-);
• dorado despertar (verso 16);
• manos amarillas (verso 18).

Los dos versos finales revelan el porqué de la continua insistencia de Juan Ramón Jiménez en un único color, precisamente el amarillo, a lo largo de todo el poema: “Entre los huesos de los muertos (verso 17, en clara correspondencia semántica con el verso 5 -“el cementerio de los niños”-, y en el que el significado amarillo está expresado por el vocablo muertos) / abría Dios sus manos amarillas” (verso 18).

Desde su peculiar estado anímico de tristeza, Juan Ramón Jiménez evoca la llegada de una primavera de la que están ausentes el estallido de luz, color y pujanza vital propios de la Naturaleza en esta época del año. Y su honda melancolía queda reflejada en ese significado amarillo -reiterada bajo distintas formas léxicas-, que pone una nota de tristeza en un paisaje del que forma parte integrante “el cementerio de los niños”; y en la llegada de ese mes de abril en el que “Entre los huesos de los muertos / abría Dios sus manos amarillas”. (2)

Notas

(1) El poema de Juan Ramón Jiménez pertenece a su libro Poemas mágicos y dolientes. Lo reproducimos según la versión de la Tercera antología poética (Madrid, Biblioteca Nueva, 1970, p. 191).

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(2) Una interpretación muy distinta -e igualmente válida- de este poema es la ofrecida por Arcadio López-Casanova en su extraordinario libro Poesía y novela. Teoría, método de análisis y práctica textual. Valencia, Bello. Biblioteca Filológica, núm. 6; págs. 40-43. (La parte de novela de este libro es original de Eduardo Alonso). La primitiva edición de este libro, con el que se inauguraba la Biblioteca Filológica -y titulado inicialmente El análisis estilístico (poesía novela), editado en Valencia por Bello, en 1975- ofrece un comentario todavía más amplio del poema “Primavera amarilla”, aunque fragmentado (véanse las páginas 36-39, 61, 84-85, 91, 94, 144-145, 149-152).

http://www.profes.net/newweb/len/apieaula2.asp?id_contenido=34214

FEDERICO GARCÍA LORCA

MUERTE DE ANTOÑITO EL CAMBORIO

ROMANCE DE LA LUNA

        ROMANCE SONÁMBULO

        Verde que te quiero verde.
        Verde viento. Verdes ramas.
        El barco sobre la mar
        y el caballo en la montaña.
        Con la sombra en la cintura
        ella sueña en su baranda,
        verde carne, pelo verde,
        con ojos de fría plata.
        Verde que te quiero verde.
        Bajo la luna gitana,
        las cosas le están mirando
        y ella no puede mirarlas.
        Verde que te quiero verde.
        Grandes estrellas de escarcha,
        vienen con el pez de sombra
        que abre el camino del alba.
        La higuera frota su viento
        con la lija de sus ramas,
        y el monte, gato garduño,
        eriza sus pitas agrias.
        ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde…?
        Ella sigue en su baranda,
        verde carne, pelo verde,
        soñando en la mar amarga.
        Compadre, quiero cambiar
        mi caballo por su casa,
        mi montura por su espejo,
        mi cuchillo por su manta.
        Compadre, vengo sangrando,
        desde los montes de Cabra.
        Si yo pudiera, mocito,
        ese trato se cerraba.
        Pero yo ya no soy yo,
        ni mi casa es ya mi casa.
        Compadre, quiero morir
        decentemente en mi cama.
        De acero, si puede ser,
        con las sábanas de holanda.
        ¿No ves la herida que tengo
        desde el pecho a la garganta?
        Trescientas rosas morenas
        lleva tu pechera blanca.
        Tu sangre rezuma y huele
        alrededor de tu faja.
        Pero yo ya no soy yo,
        ni mi casa es ya mi casa.
        Dejadme subir al menos
        hasta las altas barandas,
        dejadme subir, dejadme,
        hasta las verdes barandas.
        Barandales de la luna
        por donde retumba el agua.
        Ya suben los dos compadres
        hacia las altas barandas.
        Dejando un rastro de sangre.
        Dejando un rastro de lágrimas.
        Temblaban en los tejados
        farolillos de hojalata.
        Mil panderos de cristal,
        herían la madrugada.
        Verde que te quiero verde,
        verde viento, verdes ramas.
        Los dos compadres subieron.
        El largo viento, dejaba
        en la boca un raro gusto
        de hiel, de menta y de albahaca.
        ¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
        ¿Dónde está mi niña amarga?
        ¡Cuántas veces te esperó!
        ¡Cuántas veces te esperara,
        cara fresca, negro pelo,
        en esta verde baranda!
        Sobre el rostro del aljibe
        se mecía la gitana.
        Verde carne, pelo verde,
        con ojos de fría plata.
        Un carámbano de luna
        la sostiene sobre el agua.
        La noche su puso íntima
        como una pequeña plaza.
        Guardias civiles borrachos,
        en la puerta golpeaban.
        Verde que te quiero verde.
        Verde viento. Verdes ramas.
        El barco sobre la mar.
        Y el caballo en la montaña.

ACTIVIDADES SOBRE EL “ROMANCE SONÁMBULO”

1. Consulta el vocabulario desconocido en el diccionario RAE
2. Comprueba si la métrica del poema se corresponde con el título.
3. Como en los romances tradicionales, el poema presenta partes descriprivas, narrativas y dialogadas. Distínguelas.
4. Personajes que intervienen en el diálogo. ¿Quiénes son?
5. Acerca del personaje femenino que aparece al principio del romance: ¿en qué actitud está?, ¿qué acciones se le atribuyen?, ¿cuáles son sus rasgos físicos?
6. La naturaleza aparece animada. Enumera los elementos del paisaje que se mencionan y las acciones que se les atribuyen.
7. En el diálogo entre los dos compadres se habla de un trueque. ¿Qué pide el recién llegado? ¿Cuál se deduce que debe de ser su forma de vida a partir del estado en que llega?
8. ¿Por qué es imposible el trato? ¿Qué se deduce de la respuesta del padre?
9. ¿Qué se describe en la última parte de la composición?
10. Explica las siguientes metáforas: ojos de fría plata, el pez de sombra, trescientas rosas morenas lleva tu pechera blanca, mil panderos de cristal herían la madrugada, un carámbano de luna la sostiene sobre el agua.
11. Explica la historia del romance sonámbulo teniendo en cuenta que el poema solo recoge las escenas principales.

GREGUERÍAS

Cuchara herida, visión de una greguería de Gómez de la Serna vista por Chema Madoz. (en Bibliopoemes)

greguerias

Greguerias ilustradas por el fotógrafo Chema Madoz

Las Greguerías son, quizá, la creación más conocida del escritor vanguardista Ramón Gómez de la Serna. Empezó a escribirlas en 1910, publicadas en prensa, recopiladas en varias ocasiones, insertadas en sus obras… La fórmula que los profesores hemos repetido a cada generación de alumnos en nuestras aulas es:

Metáfora + Humor = GREGUERÍA

Ramón, como se le conocía en Europa y Latinoamérica, las definía como “fatales exclamaciones de las cosas y del alma al tropezar entre sí por pura casualidad.”

Hay un aspecto subconsciente en la greguería que entronca con el Surrealismo, al que hay que añadir la impronta ocurrente y genial que algunos críticos han relacionado con los conceptistas barrocos Quevedo o Gracián. Es más, la greguería podría inscribirse dentro del género de la poesía epigramática por su brevedad, por el ingenio y el uso figurado del lenguaje que exhibe.

La observación de la realidad (con los cinco sentidos), la reflexión filosófica entorno a lo cotidiano, la poesía de las cosas intrascendentes, el mundo de los sueños, junto con una actitud vital lúdica como forma de acercamiento a la verdad, más allá de las apariencias, constituyen una revolución estilística idónea para trabajar en el aula y para acercarse a creación literaria desde una perspectiva didáctica.

(Post del blog Azul y rojo de Paloma Martínez)

GREGUERÍAS

Cuando una bicicleta pasa por lo alto del camino parece que el paisaje se haya puesto lentes
El sueño veraniego de la mecedora es ser trineo en un paisaje nevado
De los pañuelos que dicen ¡adiós! nacen las gaviotas
Las recetas de los médicos están escritas en letra microbiana para vencer mejor a los microbios
La jirafa es un caballo alargado por la curiosidad
El helicóptero es un sacacorchos que vuela
El pez más difícil de pescar es el jabón dentro del agua
El que se duerme con gafas parece estar leyendo un periódico de la noche del pasado
Los perros nos enseñan la lengua como si nos hubiesen tomado por el doctor
Monólogo significa el mono que habla solo
El perfume es el eco de las flores
La T es el martillo del abecedario

Para leer más greguerías pincha aquí.

RECURSOS

Greguerias en a pie de aula.
Greguerías en torno al motivo del agua en materiales de lengua
Antología de greguerías en torno al motivo del agua. Ramón Gómez de la Serna, en materiales de lengua.