En clase hemos acordado que cada semana, la historia que creemos, cambiará de lengua. Esta semana toca en castellano.
Las normas son las mismas así que no perdamos más el tiempo y empecemos.
Aquí teneis el resultado de la segunda tirada, esta vez la mano inocente ha sido la de Núria.
Érase una vez, una chica muy hermosa, que le llegó una carta para ir a un baile de máscaras. Esa chica se llamaba Nerea. Nerea no se podía permitir el capricho de comprarse un vestido, pero ella quería estar más guapa que las demás, así que tuvo que vender su móvil.
Cuando fue a la tienda para vender su móvil, vio una linterna, comenzó a mirarla y estaba rota, luego encontró una flecha, y comenzó a pensar en que clase de tienda se había metido.
Se fue de la tienda con 300 €, rápidamente se fue a la tienda de vestidos, cada vez que se daba la vuelta veía un vestido más bonito que el otro, hasta que al final se decidió por uno lila con brillos y unos detalles preciosos.
Cuando llegó a casa vio que de la cocina salía humo entró y vio fuego, con tan mala suerte que tiro el vestido al fuego, abrió el agua del grifo y comenzó a tirarla hasta que apagó el fuego (comenzó a salir fuego porque se había dejado el gas abierto).
Con el disgusto, se quedó dormida.
Por la noche vino un hada con su varita y le dejo un regalo (había observado lo que había pasado).
Cuando se levantó, vio un maravilloso vestido, de colores azules y blanco con piedritas en el medio y unos tirantes plateados.
Llegó, al baile y vio una fuente enorme, en esa noche solo hizo una cosa, bailar y disfrutar.
Noelia
Era se una vez, un niño, ese niño no era normal, era un poquito especial. A él le gustaba mucho el teatro y cada vez que podía, iba a verlo. Un día, se encontró un teléfono móvil en el suelo al lado de una fuente. El niño, muy listo, fue a la comisaría del pueblo a dejárselo ahí para que buscasen a la persona que lo había perdido.
Al día siguiente fue a otro teatro, en esa actuación, aparecía un mago, como no, con su varita mágica. De repente, el mago hizo aparecer fuego, y cuando el fuego desapareció, en el mismo sitio dónde había estado el fuego aparecieron una carta y una linterna. Cómo todo estaba oscuro, el mago, cogió la carta y la leyó con la linterna. Cómo el niño estaba muy lejos no pudo verlo, pero un chico de al lado, hizo una foto con el móvil y puso un poco de zoom. El chico de al lado le mostró la foto. En la carta ponía “¿Alguien ha perdido un teléfono móvil?”. Nadie salió al escenario reclamando el teléfono.
Cuando acabó la actuación, un niño, con un arco de juguete, con la punta de las flechas con una especie de plástico para enganchar, le clavó una en plena frente. Cuando vino a pedirle perdón, le dijo que su padre había perdido el móvil y él le dijo que su padre podía ir a la comisaría a buscarlo, que lo dejó allí. Al final el hombre recuperó su teléfono y el niño recibió unos 50 euros por haberlo encontrado.
Puede ser que esto haya sido tan verdad que puede ser que nunca ha pasado.
Iván
En un teatro muy famoso, llamado Scala, trabajaba un mago, también muy famoso, llamado Adrián.
Adrián era un joven de 23 años muy simpático y amigable. Hacía muchas actuaciones y de esas actuaciones sacaba mucho dinero pero, en una actuación, el truco que hizo no funcionó como tenía que funcionar. Del truco que hizo sacó un indio con un arco y una flecha y el indio empezó a atacar al público casi todos salieron corriendo y los demás se escondieron cuando el indio salió todos los que quedaban se sentaron en sus asientos y dijeron:
_¿Qué has hecho?
_ Yo solo he hecho el truco que tenia que hacer.
_ Pues el truco no te ha salido muy bien, bueno muy bien no, fatal.
_ Lo sé, no se que ha pasado este truco siempre funcionaba.
_ Bueno, pues ahora tienes que deshacer ese truco para que la gente no esté en peligro.
_ Si, pero me tenéis que ayudar por favor, tengo que leer pistas para que pueda deshacer el truco.
_ Claro que te ayudaremos.
Adrian y su público fueron a buscar las pistas, la primera era una imagen de una lupa y debajo ponía ” busca y rebusca en el teatro una joya brillante que te llevará a la siguiente pista”.
Buscaron por todo el teatro pero no encontraron nada hasta que una chica llamada Dalia dijo:
_ !Aquí en el asiento hay una mini perla brillante!
_ !Vale, ahora tenemos que buscar la nota que debe estar dentro del asiento o debajo!
Buscaron la nota y la encontraron dentro del asiento, esta tenía la imagen de una fuente y debajo ponía “En una fuente de deseos encontrarás el paso siguiente para seguir”.
Se pusieron en marcha y empezaron a buscar en la fuente que estaba fuera del teatro, se metieron en la fuente para buscar el papel. Toda la gente que pasaba por ahí los miraba, pero ellos, sin darles importancia, siguieron buscando. Pasaron una media hora buscando el papel hasta que el mago reflexionó y dijo :
– A lo mejor no es un papel, a lo mejor esta escrito en alguna parte!
– Puede ser !Busquemos alrededor de la fuente!
Empezaron a buscar y encontraron alrededor de la fuente el mensaje que ponía ”Busca una carta azul que en el teatro encontrarás”.
Y se pusieron en marcha, cuando llegaron al teatro, vieron que todo estaba oscuro así que utilizaron una linterna para guiarse por el teatro. A los cinco minutos encontraron la carta y ponía “Quemar una camisa de color azul, se cambiará de color y de ese color tenéis que comprar un móvil”.
Encontraron una camisa azul y la quemaron. Cambió de color al color amarillo, y rápidamente compraron un móvil de color amarillo. A los dos minutos recibieron el mensaje que ponía ”El truco de magia ya se ha deshecho ya podéis estar tranquilos”.
Adrián no hizo este truco nunca más en su vida y arrancó la página de su libro que ponía este truco.
Yoselyn
Erase una vez una pareja de enamorados muy unidos. Un día, salieron a pasear por su ciudad y vieron que se estaba quemando un edificio y la gente pedía ayuda, entonces esa pareja llamó a la policía y a los bomberos. Vinieron los bomberos corriendo con su camión pero tuvieron un problema, no tenían agua.
Entonces alguien recordó que al lado del edificio que se estaba quemando había una fuente con mucha agua, ya que antiguamente era un pozo. Cogieron los bomberos el agua de la fuente y por suerte pudieron apagar el fuego y salvar a todas esas personas. Llamaron a la ambulancia porque habían personas con quemaduras importantes. Vinieron los médicos y se llevaron a todas esas personas al hospital.
Cuando se acabó todo, la pareja se fue para su casa a cenar pero rompieron y el hombre se fue de casa y se fue a casa de sus padres. Al cabo de dos semanas el hombre le envió una carta a la mujer pidiendo disculpas para volver y la mujer le dijo que vale y entonces todos fueron felices y comieron perdices.
Oriol