Aquest any, a l’escola dels Torms vam començar el curs amb una visita inesperada: una periodista i un fotògraf del Periòdico de Catalunya! Un munt de preguntes i fotos que es van afegir a l’emoció del primer dia d’escola.
Aquí teniu l’article que va sortir publicat al dia següent:
15/9/2009 EL NUEVO CURSO|EL CÓCTEL RURAL
Nueve niños de 4 cursos comparten aprendizaje en la misma aula en Els Torms
• El pueblo de las Garrigues tiene 200 habitantes
Siete alumnos de cuatro cursos en su aula de Els Torms, ayer.
ELS TORMS
Catalina Guiu es la única alumna de primero de primaria del colegio de Els Torms (Garrigues). En su misma clase, otros ocho compañeros cursan tres niveles diferentes. Son colegiales de entre 5 y 8 años, que comparten aprendizaje, hábitos y una misma maestra, Sílvia Peiró, especialista en educación infantil. Con menos alumnos pero con mucho más trabajo que el año pasado, cuando impartió clases en La Espluga de Francolí (Conca de Barberà), Peiró ve en la enseñanza de los pequeños una posibilidad de repaso para los más mayores.
La mayoría de los niños se conocen, de hecho, desde bebés, antes de compartir escuela. «Eso hace que se enganchen más rápido al aprendizaje», afirma Rosa Masip, la directora del centro, que se ocupa de los siete alumnos de los cursos superiores, de 10 y 11 años. Esa es la ventaja, señala la directora. El inconveniente es que, como en cualquier pueblo pequeño, los problemas de fuera del colegio saltan los muros y se cuelan en la clase.
«Cualquier problema de relación se refleja en el aula, hay que vigilar mucho cualquier posible rechazo», cuenta la maestra, que llegó a Els Torms hace seis años.
Profesores itinerantes
A las dos tutoras se suma el profesorado itinerante, especialistas en materias como inglés, informática o música que recorren las escuelas de la zona escolar rural (ZER) de esta parte de la comarca de Les Garrigues. Los colegios comparten también excursiones y comunidad educativa.
El viernes, Mònica Ballcells se convertirá en presidenta del AMPA de Els Torms. Ella, que estudió en Lleida, considera que para sus hijos ir a esta escuela les da el privilegio de «tener un profesor casi particular, porque los maestros están más implicados».
¿Desventajas? «A veces, a los chiquillos les falta vida de ciudad», se lamenta. Con dos hijos en el centro, Ballcells solo reprocha que, en una escuela tan pequeña, los niños «se cierran un poco», porque trabajan siempre en grupos reducidos y se ven un poco perdidos cuando salen. Pero las ventajas, asegura, son muchas. Por ejemplo: su hijo de 5 años «canta las tablas que aprenden los mayores, aunque no sabe qué es multiplicar».
Escuela con encanto
Los 16 alumnos de Els Torms tienen el privilegio de ir a clase en un lugar con encanto. La escuela fue construida durante la Mancomunitat de Catalunya en 1916 y reformada por última vez hace tres años. Es un edificio modernista construido por el arquitecto Adolf Florensa y catalogado como bien de interés cultural, que lleva el nombre del maestro de la época, Joan Benet i Petit.
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