Sólo soy un delincuente,
el cual engaña fríamente,
destruyendo inocentemente los sueños de la gente,
ahora miro hacia atrás,
veo la frialdad de mi mente,
me entran ganas de vomitar,
yo soy buena gente,
pero eso el juez no lo va a pensar,
puesto que mi vida es un delito dirigido únicamente por el mismo satanás,
mi gente llora arrepentida porque no me pudieron controlar,
sería una injusticia que yo quedara en libertad.