Aquesta setmana és l’ultima del bloc i com a motiu de la nostre acomiadament volem:
1er: Agrair a tots aquells que amb nosaltres han participat fent-nos millorar amb els vostres comentaris. Agrair a tots aquells que almenys han donat un segon d’alè a aquest bloc. Agrair a tots aquells que s’han parat, han llegit i han somrigut, perquè amb els seus somriures hem treballat.
2on: Tots els que hem aportat a aquest bloc el nostre granet de sorra estem infinitament agraïts als nostres tutors que han fet possibles tots aquest articles, i que ens han deixat “respirar una mica de llibertat” entre vosaltres, que cada dia la testeu.
Sense res més a dir, ens hem divertit, ens hem acomiadat, ens hem trobat a faltar. Però sempre, sempre hem tornat. Una abraçada i fins setembre.
¡Qué pena! Hasta septiembre no os podré volver a leer…
A lo largo de estos meses y de estos post, he tratado de comentar, ayudar, de dar ánimos a todos vosotros. Quizá mi situación personal no sea la mejor para animar a nadie, pero precisamente vosotros me habéis hecho comprender (y me habéis enseñado) el valor de lo que poseemos en cada momento, y el valor y la fuerza que se necesita para luchar para que nuestros sueños se hagan realidad (estamos hechos del material de nuestros sueños).
Habéis hablado de muchas cosas: de la tolerancia, de los sueños, del amor, del miedo, de la pasión, de los errores, del corazón, del alma, de la poesía, de la libertad… de conceptos sobre los que ya había reflexionado y… aparecéis vosotros y me empiezo a cuestionar si realmente lo que pensaba de todo esto y de la vida en general, no era otra cosa que una visión acomodada y ajena a las múltiples realidades que se pueden llegar a vivir.
Vuestra vida encerrados (así, sin eufemismos) sólo la conocéis vosotros y vuestros maestros (y supongo que un largo etcétera más), por eso, escribir aquí, tiene el aliciente de poder prestar la humilde ayuda que yo he tratado de daros. A veces he creído que vosotros podíais llegar a pensar que una tía loca opinaba frívolamente sobre los temas que vosotros tan humanamente desarrollabais: os juro que los únicos motivos que me han movido a escribir aquí han sido el querer hacer el bien por alguien y además hacerlo con el cariño y el amor que PERSONAS como vosotros os merecéis.
Os doy muchos abrazos y con cada abrazo un poco de aliento para que no os rindáis nunca, para que perseveréis en vuestros estudios y para que cuando salgáis del “trullo”, no sólo salgáis libres ante la sociedad, sino que salgáis libres de lo peor de vosotros mismos.
No conozco a ninguno de vuestros profesores, pero me imagino a personas con una vocación incuestionable, con una cultura arrolladora y con un amor por su trabajo que hace que vuestras largas horas se conviertan en una infinidad de momentos felices que os dejarán huella para toda la vida. A todos esos profesores les dedico mis abrazos y mi amor.
¡Hasta septiembre!