Las nubes cubren el cielo,
el sonido de la lluvia forma un compás,
suenan los truenos sin cesar,
y ahí estoy yo solo en la oscuridad,
soportando la tempestad.
Quiero sentir de nuevo la luz solar,
la cual calienta mi piel y me hace sudar,
pero la tormenta no va a cesar,
mi vida se inundará,
hasta la muerte me llevará,
puesto que no sé nadar….
por mí nadie va a llorar,
por haberle fallado a la sociedad,
por pecar y contra mi gente atentar.