SIN TIEMPO PARA PENSAR

extracte de l’article de Karelia Vàzquez publicat al diari El Pais del 31 de gener del 20011

El estilo de vida multitarea nos ha robado los espacios para la reflexión.- Creemos que podemos con todo, pero no es así

Abrir el email, un acto doméstico y rutinario, nos deja sin aliento, asegura la teórica de la tecnología Linda Stone, que después de experimentar consigo misma y observar el comportamiento de varios cientos de sujetos, concluyó que todos sufrimos “la apnea del email”, una suspensión temporal de la respiración que tiene lugar mientras lo revisamos. La carrera contrarreloj que se monta en la mente mientras leemos parece ser lo que nos deja sin aire: “¿a quién responder primero?”, “¿quién puede esperar?”, “¿a quién debo llamar?”, “¿qué debí haber terminado hace dos días?”.

[…] Probablemente la humanidad vive el peor momento para abandonar la multitarea. Esa ilusión de eficacia que proporciona estar y parecer muy ocupado tranquiliza. A la vez, los expertos reconocen que Internet genera una serie de recompensas que justifican nuestra presencia digital ubicua para no perdernos nada.

[…] Pensemos en la batería de distracciones que tenemos a mano mientras intentamos terminar algo: actualizar el estado de Facebook, estar pendiente de los comentarios a dicha puesta al día, revisar algún periódico, echar un vistazo a un blog, recibir y enviar SMS, contestar al teléfono… Y todo ello sin levantarnos de la silla.

Linda Stone, asegura que muchas herramientas de Internet nos fuerzan a vivir en una especie de “trastorno de hiperactividad y déficit de atención provocado”.

El nuevo desafío intelectual es la lucha por recuperar la atención. Controlar la mente, un ente que gusta de divagar y que está sometido a cientos de distracciones, exige disciplina y energía. Poner límite a la información que entra al cerebro no es fácil.

[…] En una estrategia pragmática, algunos psicólogos aconsejan a los que padecen asfixia por exceso de información: Deje de prestar atención a las cosas que no tienen un impacto directo sobre su vida, sea implacable con la selección de sus fuentes, tome el control de su email y sea consciente de que cada mensaje trivial que conteste aumentará exponencialmente la cantidad de mensajes de la misma naturaleza que reciba. Y, por último, pare de informarse y ejecute. Ahora que al fin tiene toda la información, haga algo con ella.