La pandemia de COVID-19 ha llevado a muchos a adoptar el uso de nuevas tecnologías en sus aulas en tiempo récord. Nada más empezar un confinamiento generalizado una gran cantidad de profesionales aprendieron a utilizar nuevas tecnologías y a ingeniárselas para hacer que fuesen significativas en sus clases, tanto presenciales como a través de videoconferencia.

Esto no ha sido nada fácil y ha requerido de un gran esfuerzo e ingentes horas dedicadas a descubrir nuevas herramientas, adquirir nociones sobre estas y a adaptarlas a grupos muy diversos y con necesidades distintas. Encontramos muchos ejemplos de servicios gratuitos que han servido en estos meses tan atípicos para la enseñanza, tales como sitios para introducir juegos y actividades ludificadas en las lecciones, directorios abiertos para la investigación o pizarras y blocs de notas compartidos. Estos últimos han favorecido en gran medida la colaboración entre alumnos y la elaboración de varias actividades que han ayudado en el repaso de algunas unidades e incluso han sido un punto fuerte de algún proyecto de aula.

Herramientas tan robustas como las pizarras para Moodle, Microsoft Whiteboard, Jamboard o OneNote han sido de especial ayuda en estos casos. Gracias a sus opciones, que se han ido mejorando y puliendo con el paso de tiempo, ha sido posible preparar desde unidades interactivas hasta juegos de escape. Algunas de estas utilidades incluyen funcionen como audios, vídeos, hipervínculos o contraseñas que las dotan de gran potencial para preparar materiales válidos para muchos grupos, aunque se encuentren confinados. Su adopción en los entornos virtuales de aprendizaje ya existentes es fácil y esto además garantiza que se cumple con las directrices que han establecido los centros en materia de privacidad y compatibilidad con otros recursos de los que se disponen.

Un caso práctico fue el uso que se dio a un bloc de notas colaborativo. En diferentes grupos los alumnos decidieron exponer las diferentes secciones de la unidad en forma de juego y pudieron insertar vídeos explicativos en los que se evaluaba su interacción oral, actividades interactivas, Kahoots y varias contraseñas que requerían ser descubiertas para continuar la lección. Al final quedaron unos blocs prácticos y bastante divertidos, y fueron resultado de los propios alumnos tomando en cuenta algunas pautas del profesorado.

Gracias al esfuerzo conjunto y al uso de las nuevas tecnologías cuando tiene sentido aplicarlas, tanto los estudiantes como los profesores pudimos disfrutar de otra forma de enseñar y aprender mientras algunos grupos se encontraban aislados y no podían acudir al instituto.

Ejemplo de una página de un bloc de notas compartido para explicar una sección de la unidad.

Ejemplo de una página de un bloc de notas compartido para explicar una sección de la unidad.