Como cada año el día 23 de abril es Sant Jordi y como tradición se regalan libros y rosas. Este año será diferente, hoy en Girona, una chica de aproximadamente 30 años participa en una campaña solidaria de magia, recaudando dinero para poder comprar libros mágicos y después regalarlos a niños y niñas del hospital con todo tipo de problemas.
Esta chica se llama Marta. Se unió a esta campaña con tan solo 18 años para regalar estos libros a todos los niños de toda Cataluña con problemas. Sus libros son más que especiales. Resulta que cuando un niño escoge un libro, a medida que va pasando el tiempo, ese libro representa la vida de éste en forma de historietas graciosas acompañadas de dibujos.
Para Marta estos libros sirven para que los niños se den cuenta que también pueden ser felices aunque sean distintos y tengan una vida diferente de los demás. Que son capaces de hacer lo que se propongan y más, para que no se sientan inferiores a los demás y se den cuenta de que su vida no es aburrida.
Hoy Marta ha regalado libros mágicos a muchos niños de Girona. A Lucía, una niña de 9 años que le falta el brazo derecho y la pierna izquierda . A sus 3 años, mientras iba en bicicleta chocó con un coche y la atropellaron, y por mala suerte los perdió.
A Diego, un niño de 14 años con problemas psicológicos causados por problemas familiares. Solo piensa que su vida no sirve para nada, que el mundo estaría mejor sin él .
A Clara, una niña de 11 años que necesita un transplante de corazón urgente y no encuentra ningún donante.
A Nora, una niña de 16 años con cáncer. Lleva 3 años luchando contra él, aunque todavía no lo ha vencido. Está muy débil y cansada de todo esto, pero sabiendo que algún día acabará este sufrimiento.
Estos fantásticos y mágicos libros han ayudado mucho a estos niños a tener paciencia, a no rendirse nunca y a pensar positivamente.
Esperamos que esta idea os haya ayudado mucho a superar todos vuestros problemas.

PSEUDÒNIM: La llave mágica
AUTORIA: Clàudia Fuentes
PRIMER PREMI EN PROSA EN CASTELLÀ, 1r d’ESO

Avui en dia soc jo la que recullo les ànimes per tot el món. Us explicaré a què em refereixo. Recordo una de les pitjors èpoques per a la humanitat. Jo era la que em passejava pels centres on la gent gran descansava. Era jo qui recorria els hospitals amb els metges treballant sense parar… Un virus va arrasar per on passava. Vaig acollir a totes les ànimes fredes i solitàries que aquell virus deixava anar pel seu camí. Cada vegada que podia visitava diversos llocs bastant agradables malgrat aquella catastròfica situació . Veia a veïns i veïnes portant la compra a la gent gran que vivia a prop seu. Observava a nens i joves estudiant telemàticament. Sentia que s’engegaven campanyes de donacions d’aliments per a la gent que necessitava el menjar. Sempre a les vuit de la tarda m’envoltava un soroll infinit d’aplaudiments. Observava a la gent als balcons i als patis de les seves cases donant suport als metges i metgesses que estaven a primera línia. Poc a poc, gràcies a la solidaritat i generositat de molta gent aquella situació va anar disminuint. A vegades em matava veure com moria la gent, però no quedava remei, havia d’acompanyar l’ànima d’aquelles persones que normalment morien sense l’adeu d’algun familiar seu. Poc a poc aquella situació va anar millorant. Van recuperar una part de la seva llibertat que tant enyoraven. M’agrada veure que encara sense haver vençut al virus, la gent continua sent solidària.

PSEUDÒNIM: Gardènia blava
AUTORA: Nerea Garcia
PRIMER PREMI EN PROSA CATALANA, 1r d’ESO