Narració guanyadora del Concurs literari de Sant Jordi 2014
Pablo y Diana son dos amigos de 12 años, que siempre van acompañados a todas partes.
Cuando Pablo y Diana se van juntos al colegio, siempre pasan por una casa abandonada, pero a Pablo y a Diana lo que les llama la atención es que aunque la casa esta abandonada, sus ventanas están relucientes.
El lunes, era un día soleado y Diana fue a llamar a Pablo para ir al colegio, como todos los días pasaron por la casa abandonada como siempre. Pero ese día la casa no estaba igual y ellos lo notaron…… ¡Había una ventana rota!
Pablo y Diana no sabían qué había pasado, y decidieron que cuando volvieran del colegio, harían como unos detectives de verdad para resolver el caso al que le llamaron el caso de la ventana rota.
Cuando volvieron del colegio fueron rápidamente a buscar por internet como resolver un caso así. En Internet encontraron que tenían que entrar al lugar de los hechos, y así lo hicieron, entraron en la casa silenciosamente sin tocar nada y una vez dentro vieron que todos los muebles estaban nuevos, menos los del comedor que era la habitación donde se había producido el caso de la ventana.
En el comedor los muebles estaban cubiertos por unas sábanas blancas y no había trozos de cristal roto.
La primera pista que tenían era la de los muebles con sabanas blancas, así que empezaron a investigar todo el comedor y lo único que encontraron fueron unas zapatillas llenas de pintura marrón.
La segunda pista era que no había trozos de cristal en el suelo. Cogieron la lupa y encontraron los pelos de la escoba por el suelo y al lado había un armario pequeño, lo abrieron y dentro había productos de limpieza, y también encontraron la escoba que sus pelos coincidían con los del suelo.
Pablo y Diana, ya tenían dos pistas: Las zapatillas con manchas de pintura marrón y pelos en el suelo de la escoba del armario.
El martes, después del colegio Pablo y Diana fueron otra vez a la casa, y esta vez venían para descubrir quién o que había roto la ventana.
Pablo y Diana entraron a la casa y miraron en todos los rincones de la casa deshabitada. Cuando ya estaban cansados de tanto buscar encontraron unas escaleras que llevaban a un sótano. Bajaron las escaleras y el sótano era totalmente diferente, es más, parecía que viviera alguien. De repente oyeron unos ronquidos siguieron el sonido de los ronquidos y les llevo a un sofá, cuando miraron detrás del sofá encontraron un hombre durmiendo.
Pablo y Diana se asustaron pero no tuvieron miedo y despertaron al hombre. El hombre no se enfadó por haberse colado en su casa.
El hombre les dijo que se llamaba Juan, que estaba pintando el comedor, renovando la casa, que hacía dos días que se la había comprado y que había dejado todas las cosas de la mudanza en el sótano.
Después les dijo que la ventana se le había roto porque se le cayó la escalera.
Después de que Pablo, Diana y Juana acabaran de hablar, Pablo y Diana fueron cada día a visitar al hombre porque el pobre vivía solo.
Elena Ribalda
Imatge del blog la nodriza de las hadas y el rey carmesí http://carmesi.wordpress.com/2012/05/29/la-paradoja-de-la-ventana-rota/
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