Profesor
Material para los alumnos
LA PRESIÓN SOCIAL DE TENER QUE PASARLO BIEN.
0Durante el invierno tenemos menos horas de sol y por eso la gente se deprime más. Se dice que los niveles de serotonina y dopamina son bajos. Se dice que en invierno las necesidades de doparse o drogarse aumentan. En Invierno y en los países poco soleados.
La depresión es una enfermedad vinculada al invierno. Por eso nos resulta paradójico, o contradictorio, que aumente en verano, cuando tenemos muchas horas de Sol.
Escribo esto, porque últimamente he hablado con dos jóvenes que manifiestan desgana, y además me explican que eso les suele ocurrir en verano. (..). Parece que los medios nos impulsan a la diversión, nos presentan un tiempo abierto, de colores, y dinámico. Nos generan unas expectativas elevadas. Resumiendo, el origen de la depresión veraniega: “La presión social de tener que pasarlo bien!.
EL FRACASO OCASIONA LA DEPRESIÓN O LA DEPRESIÓN EL FRACASO.
0Podemos estar en la cima, en la pendiente subiendo o bajando, o en la llanura o en el valle. Podemos estar en el el río, en el tramo de aguas tranquilas o en el tramo de corriente intensa. Estemos donde estemos, ha de haber un cierto equilibrio entre nuestros éxitos y nuestros fracasos. Si predominan mucho los fracasos, podemos hundirnos en el hoyo, podemos caer en la depresión.(..). Bien, eso se entiende.
Si después te dicen que dentro de tu cerebro hay una zona, la llamada zona “antirrecompensa”, que puede bloquear la zona de la recompensa, la zona del placer, llamada así porque libera los dos neurotransmisores relacionados con el bienestar: La dopamina y la serotonina. Si te dicen que sin dopamina y sin serotonina, te sientes infeliz, te sientes deprimido. Si te dicen eso, te pones a pensar.
Resumiendo: No puedo evitar esta pregunta: ¿Los fracasos ocasionan la depresión, o la depresión ocasiona el fracaso?.
¡ANDA, DÉJALO YA!. NUNCA SEGUNDAS PARTES FUERON BUENAS.
0Sesgo, inclinación, predisposición, tendencia. Podemos actuar de forma recta, objetiva, correcta, o de forma inclinada, con un cierto sesgo. Podemos calcular u obsesionarnos.
La tendencia o sesgo que más me llama la atención es la tendencia a no dejar lo comenzado. La persona que presenta este sesgo con mucha intensidad, con frecuencia pierde el tiempo.
El sesgo de los demasiado perseverantes, de los insistentes, de los que siguen y siguen, a pesar de ver, que la cosa no va, que el asunto no funciona, que por ahí no se va a ninguna parte. ¡Un sesgo malo!. Siempre encuentras alguna persona que se pasa mucho: No abandona ese proceso que debería abandonar, ese libro que no le gusta nada, ese juego, con el que ya ha perdido mucho dinero, esos estudios que han dejado de interesarle, esa guerra, que ha provocado miles de muertos, esa relación que se torció poco después de la boda.
Ahora estoy pensando, en esa conocida pareja, que mantiene una unión que dura demasiado, en la invasión de Ucrania, que debería tener un próximo final. En la Asamblea Nacional Catalana, que siguen hablando de “la lucha sin rendición», y en los detractores de los indultos del proceso catalán.
AHORA MENOS INTELIGENTES.
0Me llega este titular: “El coeficiente intelectual de la población mundial disminuye”. Yo envío esta respuesta:
“Estoy de acuerdo, pero no puedo evitar añadir algunas puntualizaciones: 1. Disminuye la inteligencia medida por los test. 2.Si es más inteligente el que se adapta mejor, ciertas complejidades sobran. 3.La evolución intelectual es una cuestión del Azar. Del azar de las mutaciones. Se reproducen más y mejor los que nacen con las mutaciones favorables. Dicen que últimamente los reyes de la retórica no ligan más”.
Después de esta respuesta, que en su momento me pareció del todo adecuada, he pensado en la complejidad de las máquinas que nos ayudan, incluso tomando decisiones y en la simplicidad del lenguaje que usamos. Así, no mejoramos nuestra capacidad de planificación y decisión porque deciden ellas. Así, con un lenguaje simple, tendremos un pensamiento simple. Yo particularmente noto la falta de algunos tiempos verbales, algunas preposiciones, y la conjunción adversativa “pero”.
JOVEN, REVISA TUS MÉTODOS. TÚ IMBÉCIL, DÉJALO YA!.
0Podemos ir por una carretera recta, y actuar de forma correcta. Se supone que así llegaremos antes y nos equivocaremos menos. (…). Pero, con mucha frecuencia no hacemos eso. Con frecuencia la gente actúa con un cierto sesgo o inclinación, o tendencia. Hay vagos que tienden a escuchar solamente a los de su cuerda, e ignorantes que tienden a sobrevalorarse, e incompetentes que tienden a culpar a los demás de sus fracasos, y pesimistas que todo lo ven oscuro, e intensos perseverantes que tienden a seguir siempre, siempre con lo comenzado.
Hay sesgos y sesgos. Hay sesgos que con frecuencia te hacen ineficaz y te llevan a un fracaso brutal: El de los que culpan siempre sin sentirse culpables, y por tanto, nunca revisan sus estrategias. El de los perseverantes exagerados, porque no abandonan ese proceso que deberían abandonar, ese libro que no les gusta nada, ese juego, con el que ya han perdido mucho dinero, esa guerra, que ha provocado miles de muertos, esa relación que se torció poco después de la boda. (…).
Si lees la prensa encontrarás algunas atribuciones de culpabilidad criticables, y algunas perseverancias ridículas.
UN ENTORNO CÍVICO.
0Cuando decimos que queremos una ciudad más cívica, estamos diciendo que las heces de los perros deben recogerse, que la velocidad de los vehículos que invaden las aceras debe estar muy limitada, que no se debe orinar detrás de los contenedores, y que a los que pintan garabatos en las paredes, no les tenemos que sonreír.
Cuando decimos que queremos una ciudad cívica, también estamos diciendo , que los animales deben tener sus espacios, que las bicis deben tener sus carriles, que debe haber más urinarios públicos, y que deben habilitarse más espacios para que se expresen los grafiteros.
Cuando hablamos de civismo en las ciudades, debemos hablar de exigir y facilitar.
Hoy he llegado a casa con el ánimo alterado: He pisado una mierda, un patinete casi me atropella, he comprobado una vez más que ciertos hedores me desagradan especialmente, y he visto que la pared varias veces repintada, volvía a tener feos garabatos. (..). Por eso hablo de exigir y facilitar el cumplimiento, a los que nos pueden amargar el día.
CONOCER, INTERVENIR
0Si conocemos los principales elementos de una carretera, es decir, curvas, baches, y estrechuras, podemos intervenir y evitar ciertos accidentes.
Si conocemos los elementos que forman nuestro cuerpo, es decir, los genes de nuestro genoma, podremos intervenir y evitar ciertos trastornos.
Si conocemos los elementos que forman nuestra ciudades, es decir, los microorganismos y los animales de compañía y la contaminación del aire y la potabilidad del agua, y la ventilación de las calles, podremos intervenir y evitar ciertas anomalías, enemigas de la salud.
Últimamente he leído dos artículos del científico Salvador Macip, relacionados con lo anterior: Uno sobre el genoma, otro sobre el “urbanoma”. Ahora tengo delante un libro del médico mencionado, “Lecciones de una Pandemia”.Nos ofrece las claves para hacer frente a futuras crisis sanitarias. Le preocupan los microbios que puedan saltar del mundo salvaje a nuestro mundo.
ROBANDO A LOS RICOS, NO!
0Laura Borras acusada de corrupción presidiendo una cumbre contra la corrupción. Esto es como poner al zorro a cuidar de las gallinas.
Los partidos independentistas participando en la gobernanza del estado. En parte puede decirse lo mismo. En parte, aunque yo encuentro una diferencia notable.
Y siguiendo con el tema de las contradicciones. Se imaginan a la presidenta de las becas para ricos, presidiendo una cumbre contra la pobreza.
¿Becas para ricos?. Sí, esto en Madrid. En la comunidad gobernada por la señora Ayuso. ¡Ayuso, eso es un abuso!. «Robin Hood al revés», escribía recientemente Julio Llamazares. (…..). En la Inglaterra de antes, vivía un malhechor que robaba a los poderosos. En la comunidad de Madrid de ahora, no se hace esto.
EL CEREBRO INMADURO, LAS EMOCIONES MAL GESTIONADAS.
0 Ahora estoy leyendo un libro muy interesante, “El Cerebro del Adolescente”, del científico David Bueno. Este libro nos aporta interesantes recomendaciones:
1. Al niño con el lóbulo frontal todavía inmaduro, y también al adolescente, le puede costar inhibir determinadas respuestas, le puede costar reflexionar. Si está estresado, le cuesta aún más. Los adultos debemos tener paciencia. Después de la pataleta, acostumbran razonar mejor.
2.Si establecemos límites, el cerebro del niño, en proceso de maduración, los integra. Es decir, se generan conexiones neuronales que contienen estas prohibiciones. Estas conexiones pueden durar toda la vida.
3.Si nos comportamos con violencia, si nos imponemos siempre, , el niño no aprende a reflexionar, y se vuelve inseguro. Si el niño no sabe reflexionar y se siente inseguro, posiblemente presentará reacciones más torpes, y cuestionamientos más agresivos. Hay muchos niños rebeldes porque nunca aprendieron a pensar y decidir.
Hoy estoy leyendo este artículo, ‘La educación emocional, clave en la educación para la salud‘, del cual extraigo algunas ideas básicas, no literales: el niño ha de aprender a gestionar sus emociones y el adulto ha de aprender a no provocar, es decir, ha de evitar las condiciones negativas: educar no es anular; la pornografía distorsiona el desarrollo de las emociones; la exigencia no adaptada confunde. Sin señales orientadoras, el adolescente se pierde.
EXIGIR Y FACILITAR. UN ENTORNO CÍVICO.
0Cuando decimos que queremos una ciudad más cívica, estamos decimos que las heces de los perros deben recogerse, que la velocidad de los vehículos que invaden las aceras debe estar muy limitada, que no se debe orinar detrás de los contenedores, y que a los que pintan garabatos en las paredes debemos ponerles mala cara.
Cuando decimos que queremos una ciudad cívica, también estamos decimos , que los animales deben tener sus espacios, que las bicis deben tener sus carriles, que debe haber más urinarios públicos, y que deben habilitarse más espacios para que se expresen los grafiteros.
Cuando hablamos de civismo en las ciudades, debemos hablar de exigir y facilidad. También cuando hablamos de emociones debemos hablar de exigir y facilitar. Debemos exigir una buena gestión de las emociones y también debemos facilitarla.
Estoy pensando en la satisfacción y la decepción. Estoy pensando en la alegría del triunfador y en la rabia del fracasado. Cuando decimos que debemos potenciar la educación emocional también decimos que el entorno no debe ser provocador. Un ejemplo de provocación: Un alumno de la ESO, que nunca aprueba, porque no le adaptan el currículum, es decir, porque le piden mucho, sin facilitarle nada.