“Algunas veces me han preguntado cómo quisiera pasar a la historia literaria de este país. Creo que mi epitafio podría ser éste: Dedicó su vida a colocar ante los españoles un espejo que les diera una imagen más clara de lo que son para que corrigieran los defectos que ignoraban. Los españoles le aplaudieron mucho, dijeron que tenía toda la razón… y siguieron exactamente igual que antes.”
Fernando Díaz-Plaja “Mis pecados capitales”
Como lectora, a Fernando Díaz-Plaja le he respetado mucho como historiador independiente y riguroso y le he envidiado como viajero y observador inteligente. Pero he admirado y admiro especialmente su cercanía, su amenidad, su capacidad de autocrítica y su sentido del humor.