El mundo es tan rico o tan rudimentario como nosotros
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La realidad es discreta y reservada, y por eso hemos de luchar con ella para que nos entregue sus secretos (…)
Tal vez podríamos decir que se revela de acuerdo con nuestras necesidades, aunque no suele ser prematuramente pródiga. En general parece acomodarse a nuestros esfuerzos. La consecuencia es que el mundo aparece tan grande o tan pequeño, tan vacío o tan exaltado como lo somos nosotros, y toma en muchos aspectos nuestra imagen.
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Sólo siendo yo mismo puedo llegar a ser yo.
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“Lo que” yo soy es mortal, pero “quien” yo soy consiste en pretender ser inmortal y no puede imaginarse como no siéndolo, porque mi vida es la realidad radical
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El hombre es una creación “imposible”, contradictoria, porque debemos tratar de ser lo que no podemos ser, y eso es lo que llamamos, con un verbo excelente, VIVIR. Esta palabra no tiene el mismo sentido cuando se aplica a la planta, al animal o al hombre. Hay una contradicción interna en la misma condición del hombre: se mueve en el elemento del contento y le pertenece inevitablemente el descontento.
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A las preguntas ¿quién soy yo? y ¿qué será de mí?, la respuesta razonable solo puede ser: “seré quien he querido ser”. A eso nos condenamos: a ser de verdad y para siempre lo que hemos querido ser.