Poética del aprendizaje

Muy poco se puede transmitir erigiendo distancias, tallando apariencias… Ser es condición de posibilidad de enseñar a ser.

Claro que hay unos límites para la implicación. Los conoce mejor que nadie quien los ha vivido, quien ha masticado la arena de sus contrafuertes.

 

 

Stewe altura2

 

Porque todo aquello que no parece servir para nada puede ser lo más necesario, aunque nos empeñemos en ignorarlo, como nos ignoramos a nosotros mismos, como ignoramos una cultura que se extingue -una mirada que nos quedará haciendo falta.  Porque una capacidad relegada a la atrofia deviene una amputación del ser. Porque las alas se fortalecen en el aire, no estudiando aerodinámica.

Los versos son el reflejo de una actividad que pretende incentivar a utilizar la creatividad y la imaginación, capacidades que nos hacen humanos y que nos serán imprescindibles en este mundo de cambios vertiginosos.

Dejando que los alumnos nos sorprendan podemos construir la alegría de otro presente, la alegría de ser y permitir ser.

 
Sin condicionantes ni conservantes.

Cuando queremos enseñar a andar en bicicleta a un niño no comenzamos explicándole el funcionamiento de los piñones del cambio de marchas ni le hacemos memorizar las partes de una bicicleta. Buscamos un lugar sin obstáculos ni peligros, le sugerimos que se suba a la bicicleta, le transmitimos tranquilidad y confianza frente al riesgo de caerse, le ayudamos a mantener el equilibrio sujetando al principio la bicicleta por el sillín hasta que lo va consiguiendo por sí mismo.
De igual manera, cuando una madre o un padre enseña a hablar a un niño no le explica cómo llaman los lingüistas a los fonemas (bilabial sonora más vocal abierta: -ma).
Para que los niños aprendan a leer y a escribir ¿Por qué proceder al revés? Procuremos disponer de un ambiente propicio y agradable, con libros, revistas, páginas web interesantes para ellos. ¿Por qué no música de fondo? Los poemas pueden ser disfrutados antes que analizados… ¿Por qué no en forma de canción?
A la hora de escribir, que escriban libremente, incentivados por la posibilidad de leer a otros compañeros sus textos, de verlos impresos en una antología de la clase, colgados en las paredes del colegio, en una revista o en un bloc. Que la teoría y la corrección lleguen inevitablemente porque sean ellos los que sientan su necesidad…

Para nunca enseñar a leer haciendo aborrecer la lectura.

José Ángel Hernández

Bonavista 1-2-08

Deixa un comentari